El Gobierno de Francia endureció hoy sus medidas para la entrada de viajeros procedentes del Reino Unido para mitigar los efectos del alto número de contagios de coronavirus, por lo que sólo podrán ingresar a su territorio los ciudadanos franceses que lleguen desde el bloque británico,
Por otra parte, el ministro del Interior francés, Gérald Darmain, informó hoy que un centenar de personas fueron detenidas por circular con pasaportes sanitarios falsos, un documento que es requerido para ingresar a bares y restaurantes entre otros lugares y del cual se estima que se han realizado unas 110.000 copias.
Desde la instauración en el verano boreal (junio-septiembre) de la obligación de presentar este pase para acceder a determinados lugares, "hubo un centenar de detenciones en el marco de las 400 investigaciones abiertas", dijo Darmanin en declaraciones a la cadena pública France 2.
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Los arrestos tienen como objetivo tanto los usuarios de estos pasaportes falsos como las redes de traficantes, consignó la agencia de noticias AFP.
"El problema de los pasaportes sanitarios falsos es que a menudo se hace en complicidad con médicos o enfermeras reales", explicó el ministro, quien precisó que eso "es muy difícil de probar".
La Justicia ya impuso penas de prisión condicional y "en ocasiones" de obligado cumplimiento, sobre todo para los "usuarios", agregó Darmain. Las penas puede ir hasta los cinco años de cárcel.
Sin embargo, el responsable de Interior se mostró favorable al sobreseer las actuaciones contra las personas que usen un pasaporte sanitario falso, si desean cumplir de nuevo la ley.
El pasaporte sanitario es esencial en Francia para poder acceder a bares, restaurantes y museos, así como a hospitales y residencias de ancianos, salvo emergencias. Desde el sábado, también es obligatorio en las estaciones de esquí.
Para obtenerlo, se debe demostrar una pauta completa de vacunación, haberse recuperado de Covid-19 recientemente o presentar una prueba de diagnóstico negativo, que en este caso permite su uso durante 24 horas desde fines de noviembre.
Según las últimas cifras, casi 3.000 pacientes se encuentran en terapia intensiva y se estima que la cifra llegará a los 4.000 durante las fiestas de fin de año, indicó el vocero del Gobierno, Gabriel Attal.
El portavoz agregó que debido al avance de la variante Ómicron el Gobierno francés endurecerá las restricciones para los británicos y solo podrán viajar a Francia los ciudadanos franceses.
Las personas procedentes del Reino Unido tendrán que mostrar un test de PCR o antígeno de menos de 24 horas a diferencia de las 48 horas hasta ahora.
También deberán tener un motivo justificable para poder ingresar al país y aislarse en el lugar que elijan.
La cuarentena terminará después de 48 horas si muestran una prueba negativa.
Según consignó la cadena pública británica BBC, las restricciones de Francia son un duro golpe para la compañía de transporte naviero Brittany Ferries.
"Si se confirman, estas nuevas medidas podrían ser un duro golpe para nuestra temporada navideña", dijeron autoridades de la compañía.
Desde el sector hotelero, restaurantes y bares, también mostraron su preocupación en los medios británicos y reclamaron una ayuda económica de parte del Gobierno británico.
"El reconocido chef Tom Kerridge, advirtió que la variante Ómicron tendrá un efecto catastrófico en la industria hotelera.
En declaraciones a la BBC, dijo que varios restaurantes ya han tenido que cerrar por Navidad, tradicionalmente una de las épocas más concurridas del año, debido a las cancelaciones de los huéspedes.
Ayer, el primer ministro Boris Johnson y el director médico de Inglaterra Chris Whitty, instaron a la población a ser cautelosa si socializan antes de Navidad.
El Reino Unido registró ayer 78.610 nuevos casos de coronavirus, el número diario más alto informado desde el inicio de la pandemia.
Con información de Télam