Con un nivel de participación que se esperaba sea récord -entre 66 y 67%- y un poco mayor de la primera vuelta de hace una semana, el Nuevo Frente Popular, una amplia coalición de izquierda y centroizquierda, ganó la segunda vuelta legislativa en Francia, según los sondeos de boca de urna de Ipsos. Estas encuestas otorgaron entre 172 y 192 bancas a esta alianza -lejos de las 289 necesarias para formar Gobierno sola- y ubicaron al oficialismo del presidente Emmanuel Macron segundo con entre 150 y 170 escaños, y a la extrema derecha de Marine Le Pen y sus aliados, terceros con entre 132 y 152 bancas.
Otro sondeo de boca de urna, realizado por Ifop, otorgó una mayor victoria al Nuevo Frente Popular, con entre 180 y 215 bancas; con cifras parecidas para el oficialismo (entre 150 y 180) y para la extrema derecha (entre 120 y 150).
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Uno de los primeros en celebrar fue el histórico líder del sector mayoritario de la izquierda, Jean-Luc Mélenchon. Frente a sus seguidores aseguró: "Reagrupación Nacional (la fuerza de Le Pen) quedó lejos de tener la mayoría absoluta que los analistas le pronosticaban hace solo una semana. Todo lo contrario. Es un alivio inmenso para una mayoría de las personas de nuestro país." "Una vez más, la izquierda unida ha salvado a la República", destacó.
Luego se refirió a su propia fuerza y su victoria. "El Nuevo Frente Popular está listo para gobernar," aseguró y llamó al primer ministro y aliado de Macron, Gabriel Attal, a renunciar y al mandatario a convocar a esta alianza "para gobernar". Desde el Palacio del Eliseo, el diario Le Figaro informó que el entorno del presidente pidió "prudencia" y destacó el segundo lugar que habría conseguido su coalición, Ensemble. Poco después, en la primera comunicación oficial, la Presidencia informó que Macron esperará que se conozca la conformación definitiva de la cámara baja antes de tomar "las decisiones necesarias".
¿Qué sigue? Negociaciones difíciles
De confirmarse estos sondeos de boca de urna, ninguna de las tres grandes coaliciones consiguieron una mayoría propia en la Asamblea Nacional, por lo que tendrán que negociar para fomar Gobierno. Es imposible pronosticar cómo será este proceso que comienza mañana lunes mismo, pero sí está claro que no habrá continuidad absoluta. Actualmente, el primer ministro Attal, un hombre de Macron, se sostenía en una primera minoría nutrida de Ensemble y el apoyo más o menos constante de la derecha tradicional de Los Republicanos. A partir de ahora, esta sociedad ya ni se acerca a la mayoría absoluta de la cámara baja.
Atento a las dificultades que tendrá este proceso de negociación, el premier Attal anunció que, aunque renunciará este lunes junto con todo su gabinete, seguirá ocupando el cargo "todo el tiempo que sea necesario". En otras palabras, hasta que se acuerde una nueva mayoría legislativa que produzca un nuevo Gobierno. Aunque Macron no habló esta noche, Attal se ocupó de adelantar cuál podría ser la posición del oficialismo en este diálogo que comienza en las próximas horas: "Esta noche, ninguna mayoría absoluta puede ser conducida por los extremos", aseguró y repitió una fórmula que instaló el macronismo para igual a la extrema derecha de Le Pen con la izquierda de Mélenchon, los comunistas, los ecologistas y hasta el Partido Socialista.