La izquierda paraguaya se ilusiona con la posibilidad de volver al poder en las elecciones presidenciales del año que viene, luego de la destitución que sufrió Fernando Lugo en 2012. A la manera de lo que él había logrado en 2008, los sectores progresistas aspiran a romper la hegemonía del Partido Colorado que se rearmó después del golpe parlamentario. Esta vez las fichas están puestas en Esperanza Martínez, actual senadora y ex ministra de Salud durante la presidencia de Lugo, quien el domingo pasado resultó electa como candidata por el Frente Guasú. Hasta ahora todo el espectro de la oposición coincide en que la única manera de vencer a los colorados es alineándose detrás de una sola candidatura. "Es una tarea necesaria pero compleja", deslizó Martínez en conversación con el El Destape y opinó: "La oposición, en términos de quienes no son el Partido Colorado, es una bolsa muy grande".
El Frente Guasú, coordinado por Lugo, agrupa a nueve partidos y movimientos progresistas de izquierda que se está armando desde 2010; sufrió un duro golpe al momento de la destitución del ex mandatario y desde entonces, de a poco, pudo concretar presencia parlamentaria hasta contar hoy con siete senadores. Desde el año pasado y con miras a las presidenciales de 2023, esta coalición empezó un proceso de crecimiento en el que convocó a otros sectores hasta formar el espacio "Ñemongeta", palabra guaraní que traducen al castellano como conversación.
"Crear el Ñemongeta es una estrategia para consolidar la unidad territorial de los partidos progresistas y de izquierda", explicó Martínez y agregó que la primera etapa de la estrategia consistió en realizar encuentros de debate con las bases del frente. La primera fue en diciembre del año pasado y hasta la fecha replicaron el formato en cinco departamentos del país: "La idea es llegar a todos con esta idea de diálogo con las bases para consolidar la unidad", expresó la candidata de la izquierda.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
La segunda etapa terminó el domingo pasado y consistió en definir la candidatura del espacio. Allí Martínez se enfrentó con el senador Sixto Pereira y salió electa con 142 votos frente a los 118 del otro candidato del Frente. Sobre la elección interna, Martínez celebró que rompiera con la tradición histórica en la que "estos acuerdos se cerraban en la mesa de presidentes con un puñado de personas". "Acá se hizo una delegación más amplia -agregó la candidata- y el resultado da mucho entusiasmo, revela mucha participación y también una legitimidad muy importante".
Quién es Esperanza Martínez
Martínez fue ministra de Salud Pública y Bienestar Social durante el gobierno de Lugo y la única que sostuvo su cargo a lo largo de todo el mandato presidencial. Durante su paso por esa cartera implementó estrategias de Atención Primaria a la Salud, permitiendo el acceso a estos servicios a más de 2.500.000 millones de paraguayos y paraguayas; cuadruplicó las camas de terapia intensiva, y por esos años se registraron números récords en la realización de trasplantes. En 2013 asumió una banca como senadora y presentó hasta entonces más de 40 proyectos de ley para ampliar derechos a la comunidad LGTBI y a la población indígena.
Sus posibilidades electorales son importantes para Argentina y Argentina es importante para sus chances en las urnas. Paraguay no solo es un país limítrofe, sino que también es un socio estratégico dentro del Mercosur y un socio esencial, por ejemplo, en materia energética a través de la hidroeléctrica binacional Yaciretá. Y nuestro país jugará un rol nada despreciable en la definición de los comicios de 2023: son cerca de 700 mil los paraguayos que viven aquí y 38 mil están empadronados para votar. Son la principal comunidad más importante en el exterior, representando el 75% de los votos de todos los migrantes paraguayos y el 0,76% del padrón total.
El desafío de la oposición y las internas en el oficialismo
Si bien la oposición sabe que la única manera de evitar una nueva victoria del Partido Colorado es presentado un binomio único, la apuesta no es nada sencilla porque para el frente progresista eso implicaría negociar con el Partido Liberal Radical Auténtico, que fue aliado de Lugo durante su gobierno pero luego dio los votos para habilitar el juicio político que lo destituyó.
Hoy los partidos opositores están agrupados en una "Concertación" que para diciembre de este año deberá definir la candidatura que presentará en la contienda electoral. El Frente Ñemongeta se retiró de ese espacio hace algunas semanas para tener sus debates internos que terminaron en la elección de Martínez. Lo que les resta ahora es volver a entrar a ese frente opositor pero -reparó la candidata de izquierda- con una lista de al menos diez puntos que constituyan el programa que el progresismo quiere hacer valer. Algunos de los ejes que están trabajando son: reforma agraria integral, educación pública universal y gratuita, un sistema de salud pública con cobertura universal y soberanía energética.
"Es difícil pensar en salir definitivamente de la Concertación porque eso implicaría no estar aliado al Partido Liberal que sigue siendo el partido de oposición con la estructura más fuerte, un partido practicante de masas, y que tiene un fuerte soporte para el día de las elecciones", reflexionó la líder de izquierda y agregó: "Salir de la Concertación es quedar prácticamente solos y hacerle la jugada al Partido Colorado que le conviene que la oposición vaya dividida en dos candidaturas".
Por eso para el Frente Ñemongeta es importante hacer pasar algunas condiciones básicas de convivencia entre el amplio espectro de la oposición que va desde el Partido Liberal hasta grupos de extrema derecha como el partido Patria Querida, que en las últimas semanas promovió proyectos de ley que criminalizan las movilizaciones sociales y la ocupación de tierras. "Uno de los objetivos es poder tener una propuesta por lo menos básica de gobierno que señale la hoja de ruta y, por otro lado, establecer las condiciones de un cogobierno, haciendo una autocrítica a lo que nos pasó en 2012 cuando el Partido Liberal nos echó", planteó Martínez e insistió en la necesidad de armar un acuerdo que no sea sólo para ganar las elecciones sino también "para gobernar y dar buenos resultados a la población".
De todas maneras es relativo el peso que tiene la izquierda que lidera Martínez para negociar al interior del frente opositor, donde el peso más pesado lo tiene el Partido Liberal y al interior de ese partido el candidato que más mide es Efraín Alegre. "Es una figura muy particular -opinó Martínez sobre Alegre- sería su tercera posibilidad como candidato y el está en la posición de decir: 'Yo soy el presidente y nadie mas. Que venga quien quiera ser mi vice'".
En diálogo con El Destape, en el doctor en Ciencias Sociales e integrante del grupo de estudios sobre Paraguay de la UBA, Fernando Martínez, opinó que hoy el Frente Guasú no está en condiciones de ir a negociar por todo o irse porque quien ostenta ese poder es el Partido Liberal. Además señaló que la única posibilidad de que la oposición le gane al Partido Colorado es ir unidos: "Si la oposición no logra tener una dupla unificada el Partido Colorado gana porque tiene un piso mínimo de votos del 40% y al no haber balotaje o logran la unión en la única vuelta o dividen los votos".
Por eso la apuesta del Partido Colorado es que la oposición no logre acordar y vaya por separado. De todas maneras parecen estar más ocupados en su propia interna, que se disputará entre el candidato oficialista y actual vicepresidente de Paraguay, Hugo Velázquez, y Santiago Peña, candidato que impulsa el ex presidente Horacio Cartes.
En un segundo round de lo que fue el enfrentamiento en 2018 entre el poder de Cartes -asociado al ingreso de la tecnocracia y sectores empresariales al partido- y la línea "auténtica" que representa Mario Abdo Benítez, el Partido Colorado mira de reojo la apuesta de la oposición por romper su hegemonía.