Países Bajos: la ultraderecha fracasó y no podrá formar Gobierno

El líder del extremista Partido por la Libertad, Geert Wilders, en cuatro meses no logró acuerdos para asumir como primer ministro. Las alternativas tras la decisión. 

14 de marzo, 2024 | 17.25

Haber arrasado en las urnas en noviembre pasado y una alta popularidad actual no fueron suficientes para el líder de la extrema derecha neerlandés, Geert Wilders. "Solo puedo convertirme en primer ministro si TODOS los partidos de la coalición me apoyan. No fue el caso", fueron las palabras que usó en sus redes sociales para admitir el fracaso de los acuerdos con el partido liberal, campesino y con los centristas de Países Bajos. Mientras tanto, crecen las expectativas sobre la creación de un Gobierno tecnocrático o “extraparlamentario”.  

El 22 de noviembre del año pasado, el extremista Partido por la Libertad (PVV, según la sigla en neerlandes) golpeó en el escenario político del país: alcanzó 37 de los 150 escaños del Parlamento y necesitaba 39 apoyos para formar la mayoría. El político extremista vive desde 2004 con protección policial y en 2008 se convirtió en el autor de una película antiislamista que fue prohibida por el Parlamento Europeo. Ese líder, según los relatos de la prensa local e internacional, desde entonces trató de aliarse con el Partido Liberal VVD (People’s Party for Freedom and Democracy), con el campesino BBB (Farmer Citizen Movement) y con los centristas de Nuevo Contrato Social (NSC), pero las negociaciones se fueron a pique en febrero. 

"Yo quisiera un gobierno de derecha. Con menos asilo e inmigración. Los neerlandeses en primer lugar", escribió Wilders al reconocer el fracaso, reportó DW. La infructuosa gesta no es novedad en el país, el anterior ejecutivo neerlandés tardó casi un año en gestarse y nadie esperaba que tras las elecciones del 22 de noviembre este fuera a ser un proceso sencillo. 

Aún así, Wilders buscó conseguirlo. Para ello, por ejemplo, dejó de lado la idea de impulsar leyes para “prohibir las expresiones islámicas”, cerrar mezquitas y vetar el niqab (el velo que cubre el rostro y sólo deja al descubierto los ojos de las mujeres), precisó Euronews. En febrero pasado, según reportó el diario derechista español Vanguardia, hasta llegó a referirse al islam como “una religión” por primera vez y no como una “ideología totalitaria”.

No obstante, desde ese mismo medio también aclararon que más allá de que los partidos de la derecha -que a diferencia de otros partidos europeos no conformaron un cordón sanitario para impedir que las posiciones extremistas y consideradas antidemocráticas llegaran al Ejecutivo- manifestaron que darían sus apoyos a nivel parlamentario, parecieran que entienden que otra cosa es que quieran asumir el coste político de hacerlo primer ministro, “en especial los liberales, que en el 2010 formaron un gobierno en minoría contando con su apoyo parlamentario y el experimento colapsó en dos años”, señalaron. 

En el escenario actual, en el intento por concretar las negociaciones desde el centrista NSC describieron  las conversaciones como caracterizadas por “veneno, tijeretazos mutuos y cotilleos”, reportó el periódico Algemeen Dagblad y republicó eldiario.es. 

La posibilidad de un gobierno tecnocrático 

En el fragmentado sistema político neerlandés suelen necesitarse meses de negociaciones para formar un gobierno, por eso tampoco sorprendieron las dificultades de Wilders en llegar a buen puerto. Luego de que reconociera el fracaso y desistiera de ser primer ministro, la posibilidad que se baraja es la formación de un gobierno “extraparlamentario” o de tecnócratas para evitar llamar a nuevas elecciones.

Esta estrategia implica que políticos -propuestos por los partidos del Parlamento- y “expertos” no vinculados al Congreso asuman ministerios bajo acuerdos mínimos y clave como la inmigración y el gasto público. Para concretarlo, el exsenador socialdemócrata Kim Putters, encargado de supervisar el diálogo durante estas semanas, entregará este jueves un informe al Parlamento con sus conclusiones y la Cámara convocará un debate para la próxima semana sobre su contenido, según explicó la agencia EFE.

Esto, a la vez, implicará que el ultraderechista -pese a contar con la bancada más grande- quede fuera de la lideranza de un nuevo gobierno si es que las negociaciones son satisfactorias

La presión para llevar a cabo este diálogo aumentó después de que el nombre de Mark Rutte, primer ministro en funciones, empezara a sonar fuerte como posible secretario general de la OTAN -la alianza militar Occidental liderada por Estados Unidos y con gran intervención en la guerra en Ucrania-, lo que, según medios neerlandeses, podría incluso decidirse en abril, explicaron en EFE. Esto llevaría a Países Bajos a una situación sin precedentes, en la que habría que elegir otro primer ministro interino hasta que los ganadores de las elecciones lleguen a acuerdos.