(Agrega otras reacciones a la decisión de Texas)
El gobernador de Texas, Greg Abbott, firmó una orden que faculta a las autoridades del estado a detener a migrantes que hayan pasado ilegalmente la frontera con México, una decisión que burla la autoridad habitual del gobierno federal sobre los asuntos de inmigración en Estados Unidos, y que generó la réplica de la Casa Blanca, que hoy le recomendó no entrometerse en la materia.
"El estado de Texas está adelantando una vez más y tomando medidas sin precedentes para proteger a los estadounidenses y asegurar la frontera sur", dijo el gobernador republicano en un comunicado.
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La orden ejecutiva faculta a la Guardia Nacional y al Departamento de Seguridad de Texas "a aprehender a los inmigrantes que crucen ilegalmente los puertos de entrada y retornarlos a la frontera", agrega el texto, recogido por la agencia de noticias AFP.
La orden crea un potencial conflicto legal entre Texas y el gobierno federal, que por lo general maneja la inmigración y las políticas de relaciones exteriores.
"El control de la inmigración depende de las autoridades federales" y los estados "no deben inmiscuirse" en el tema, reaccionó la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, durante su rueda de prensa diaria.
Abbott "acostumbra crear el caos y la confusión en la frontera", agregó.
La expresión pareció una referencia a que en abril el gobernador decidió aumentar la inspección de camiones en la frontera con México, lo que afectó al flujo comercial, y envió a Washington autobuses con migrantes indocumentados.
El gobernador texano criticó a los demócratas en Washington por supuestamente ser suaves en el tema de inmigración, y aseguró el jueves que la medida era necesaria porque el presidente Joe Biden "se niega a hacer su trabajo y a hacer cumplir las leyes sobre inmigración promulgadas en el Congreso".
El gobierno mexicano, por su parte, desestimó la orden diciendo que el país solo podría discutir la política de inmigración a nivel federal, lo que, señaló, también es la práctica habitual de Estados Unidos.
"Esta acción solo es entendible en un contexto de campaña electoral en el estado de Texas", refirió anoche en un comunicado el gobierno de Andrés López Obrador, en vista de las elecciones de noviembre que incluyen las de gobernadores.
Otro vocero de la Casa Blanca, Abdullah Hasan, afirmó que las iniciativas pasadas de Abbott "no inspiran confianza respecto a lo que ha preparado ahora".
La Operación Lone Star, (estrella solitaria, como se define al estado de Texas por su bandera) es una iniciativa de seguridad fronteriza lanzada en 2021 por Abbott en respuesta al aumento de los cruces fronterizos, que él atribuye a la política migratoria de Biden.
Con esa iniciativa "puso a los guardias nacionales y a las fuerzas del orden público en situaciones peligrosas y provocó una pesadilla logística", añadió Hasan.
Destacó además que el presidente Biden "se enfoca en soluciones de políticas reales para asegurar verdaderamente la frontera y enumeró entre ellas la instalación de nueva tecnología fronteriza, los niveles récord de financiamiento para el Departamento de Seguridad Nacional y los más de 2.800 arrestos en los primeros tres meses del lanzamiento de una campaña contra el contrabando sin precedentes".
Las cifras de migración de México a Estados Unidos se mantuvieron elevadas en meses recientes.
En mayo, las autoridades detuvieron a más de 239.000 personas en la frontera mexicana, una cifra récord, pese a que también incluye a los que a los que intentaron entrar a Estados Unidos en múltiples ocasiones.
La orden de Abbott se da a una semana de que la Corte Suprema de Estados Unidos diera a la administración de Biden luz verde para finalizar la política llamada Quedate en México, puesta en marcha por el expresidente Donald Trump en 2019, con la que se enviaba a solicitantes de asilo de vuelta a su país para esperar la resolución de sus casos.
La de la Casa Blanca no fue la única crítica a Texas.
El presidente de la Liga de Ciudadanos Latinos Estadounidenses (LULAC), Domingo García, llamó al fiscal general de Estados Unidos y a los fiscales de distrito de los condados a lo largo de la frontera con México a "investigar al gobernador Abbott y al vicegobernador Dan Patrick por posibles violaciones penales y civiles de las leyes federales y estatales".
Patrick dijo esta semana en una entrevista que "se necesita poner las manos sobre las personas y comenzar a enviarlas de regreso", según la agencia AFP.
Y el presidente de la Asociación Estadounidense de Abogados de Inmigración, Jeremy McKinney, llamó a la orden de Abbott "moralmente reprobable e incuestionablemente ilegal".
"La Constitución de Estados Unidos deja claro que la aplicación de la ley de inmigración (recae en) una autoridad federal" por lo que el gobierno de Biden debe "responder rápidamente con litigios", reaccionó.
Con información de Télam