(Agrega detalles y declaraciones)
El Congreso de Estados Unidos ratificó el acuerdo alcanzado por el presidente Joe Biden y los republicanos para suspender el límite de endeudamiento y recortar el gasto público, después de que el Senado votara en la madrugada de hoy a favor del proyecto de ley, que llevó semanas de negociaciones y permite que el país evite el default.
"Senadores de ambos partidos votaron a favor de proteger el progreso económico que tanto nos ha costado conseguir y evitar el primer impago de la historia de Estados Unidos", declaró en un comunicado Biden, que dijo que promulgará la ley "lo antes posible". Según la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, esto no ocurrirá antes de mañana.
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El proyecto, que había sido aprobado el miércoles por la Cámara de Representantes, es el resultado de un acuerdo logrado tras varios días de maratónicas negociaciones entre Biden, del Partido Demócrata, y el presidente de la cámara baja, el republicano Kevin McCarthy.
Su aprobación por parte del Senado, donde obtuvo una cómoda mayoría de 63 a 36, se dio pocos días antes de que la caja del país se quedara sin liquidez, lo que estaba previsto para el 5 de junio, según la estimación de la secretaria del Tesoro, Janet Yellen.
"Nuestro trabajo está lejos de haber terminado, pero este acuerdo es un recordatorio de lo que es posible cuando actuamos en el mejor interés de nuestro país", señaló el presidente.
Los términos del pacto eran rechazados por varios legisladores conservadores republicanos y también por un puñado de congresistas progresistas demócratas.
"Nadie logra todo lo que desea en una negociación, pero no nos equivoquemos, este acuerdo bipartidista es una gran victoria para nuestra economía", afirmó Biden en redes sociales.
El mandatario tiene previsto dar un mensaje al país a las 19 horas (20 de Argentina) desde el Despacho Oval.
El proyecto de ley suspende el llamado techo de deuda hasta enero de 2025, lo suficiente para atravesar las próximas elecciones presidenciales de 2024, en las que Biden busca su reelección.
A cambio de lograr esta concesión, el presidente aceptó la exigencia republicana de limitar algunos gastos con el fin de mantenerlos estables -excepto el militar- en 2024 y fijar su aumento a un 1% para 2025.
Además, prevé modificaciones a las condiciones para beneficiarse de algunas ayudas sociales, recupera algunos fondos que habían sido destinados a la lucha contra la Covid-19, entre otros.
Sin el acuerdo, Estados Unidos se arriesgaba a un default o cese de pagos de sus obligaciones, algo inédito que podía tener consecuencias catastróficas para la economía.
Los líderes demócratas pasaron meses advirtiendo sobre los estragos que podría acarrear la primera moratoria en la historia de Estados Unidos, incluyendo la pérdida de millones de empleos y unos 15 billones de dólares de la riqueza de los hogares, además de un encarecimiento de las hipotecas y otros préstamos.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, señaló que el país podrá "tener un respiro de alivio" tras evitar un "catastrófico" colapso económico.
"Sin embargo, por todos los altibajos y giros que nos ha costado llegar aquí, es muy bueno para este país que las dos partes al fin hayan logrado evitar el default", agregó.
Por su parte, el líder de la minoría republicana en la cámara alta, Mitch McConnell, destacó en un comunicado la importancia de la aprobación del acuerdo y dijo que "un paso importante hacia la cordura fiscal se convertirá finalmente en ley", según recogió la cadena CNN.
Entre los demócratas, la votación fue recibida como una gran victoria de Biden, que logró proteger casi todas sus prioridades internas de los recortes con los que amenazaban los republicanos.
"Esta legislación protege la plena fe y el crédito de Estados Unidos y preserva nuestro liderazgo financiero, que es fundamental para nuestro crecimiento y estabilidad económicos", señaló Yellen, según la agencia de noticias AFP.
El límite de deuda ha sido elevado más de 100 veces para permitir que el gobierno cumpla con sus compromisos de gastos, por lo general sin drama y con el apoyo de los demócratas y republicanos.
Ambas partes consideran que aumentar el límite de deuda es políticamente tóxico, pero reconocen que no hacerlo hundiría la economía estadounidense en una recesión, sacudiendo además los mercados mundiales.
Con información de Télam