Después de que se conozca que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, llame "asesino" a Vladimir Putin, esta tarde, Rusia llamó a "consultas" a su embajador en Estados Unidos, Anatoli Antónov. Es porque, en los últimos días, las agencias de inteligencia acusaron al país euroasiático de interferir en las elecciones presidenciales de 2020.
"El embajador ruso en Washington, Anatoly Antonov, ha sido invitado a venir a Moscú para realizar consultas con el objetivo de analizar qué se debe hacer y hacia dónde ir en el contexto de los lazos con Estados Unidos", dijo el Ministerio de Exteriores ruso en un comunicado.
"Putin es nuestro presidente y un ataque contra él es un ataque contra nuestro país", dijo más temprano el presidente de la Cámara Baja del Parlamento ruso, Viatcheslav Volodin, en su canal de Telegram. "Biden insultó a los ciudadanos de nuestro país con su declaración", añadió quien fuera número dos de la administración presidencial rusa entre 2011 y 2016.
La inusual declaración de Biden se produjo durante una entrevista que concedió al periodista estrella de la cadena ABC, George Stephanopoulos, quien le preguntó, en relación con el envenenamiento del opositor ruso Alexei Navalny, si piensa que el mandatario ruso "es un asesino", ante lo cual el líder demócrata respondió: "Mmmm... Sí, lo pienso". Y luego advirtió que Putin "pagará un precio" por tratar, presuntamente, de socavar su candidatura en las elecciones de noviembre pasado, en las que finalmente se consagró como presidente.
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En relación a esto, las agencias de inteligencia estadounidenses sostuvieron que Vladímir Putin "autorizó" una "amplia gama" de operaciones para minar la confianza pública en el proceso electoral y exacerbar las divisiones para ayudar al entonces presidente, Donald Trump.
Como contrapunto, el Kremlin reaccionó de inmediato y calificó hoy de infundadas estas acusaciones. También esta escalada de enojos entre ambas potencias se debe a que, el presidente estadounidense afirmó concordar con la afirmación de que su homólogo ruso es un "asesino", y advirtió que "pagará las consecuencias". Ante estas declaraciones varios legisladores rusos reaccionaron críticamente.
El presidente de la Duma rusa (Cámara baja del Parlamento) calificó estas declaraciones como una "ofensa a todos los ciudadanos rusos" y afirmó que se trata de "una histeria provocada por la impotencia".