El presidente de España, Pedro Sánchez, canceló su agenda hasta el lunes próximo cuando dará a conocer una decisión sobre su continuidad o no en el cargo. La noticia la dio a conocer a través de una carta a la ciudadanía que publicó en sus redes sociales en donde denunció "graves ataques", sobre todo, de organizaciones ultraderechistas que apuntan hacia su esposa, Begoña Gómez, de tráfico de influencias motivo por el que deberá comparecer ante la Justicia.
"Como ya sabrá, y si no le informo, un juzgado de Madrid ha abierto diligencias previas contra mi mujer, Begoña Gómez, a petición de una organización ultraderechista llamada Manos Limpias, para investigar unos supuestos delitos de tráfico de influencias y de corrupción en los negocios", expresó Sánchez en las primeras líneas de la carta de cuatro páginas. Y reconoció, ante esa coyuntura, que necesita "parar y reflexionar".
En tanto, vale aclarar, el texto no sólo es un anuncio, sino que también un manifiesto en el que hizo una lectura de la situación sobre el escenario político español y el accionar de las organizaciones de la derecha y la ultraderecha, que quedaron fuera del ring de las elecciones en julio pasado y le permitieron a él renovar su mandato con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a la cabeza, junto con una fuerte y abierta coalición autoproclamada de progresista, de izquierda y feminista. Detrás de ellos, quedaron las aspiraciones por llegar al poder de Alberto Núñez Feijoo, del Partido Popular; y de Santiago Abascal, dirigente de Vox.
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Allí, explicó que la acusación de Manos Limpias a la que la Justicia dio lugar se basa en "supuestas informaciones" provistas por la "constelación de cabeceras ultraconservadoras" que, dijo, "han ido desmintiendo las falsedades vertidas". También, contó que su esposa emprendió acciones legales, pero que se trata de una "estrategia de acoso" que lleva meses perpetrándose por impulso de dos de sus principales enemigos políticos: Feijoo y Abascal.
"En este atropello tan grave como burdo, ambos son colaboradores necesarios junto a una galaxia digital ultraderechista y la organización Manos Limpias. De hecho, fue el Sr. Feijóo quien denunció el caso ante la Oficina de Conflicto de Intereses, pidiendo para mi de 5 a 10 años de inhabilitación para el ejercicio de cargo público", escribió Sánchez.
"No soy un ingenuo. Soy consciente de que denuncian a Begoña no porque haya hecho algo ilegal, ellos saben que no hay caso, sino por ser mi esposa", precisó Sánchez.
Sin embargo, el presidente del Gobierno español no hizo mucha más alusión a esa situación, por entender que para él se trata de "una operación de acoso y derribo por tierra, mar y aire, para intentar hacerme desfallecer en lo político y en lo personal atacando a mi esposa", al cabo de las distintas derrotas que la ultraderecha obtuvo en las elecciones del 28 de julio pasado.
En esa línea, consideró que el ataque también se ancla en él, pero que no son personales, sino a lo que representa: "Una opción política progresista, respaldada elección tras elección por millones de españoles, basada en el avance económico, la justicia social y la regeneración democrática", dijo. Ante esa situación acusó a Feijoo y a Abascal de poner en marcha una "máquina del fango" que busca "deshumanizar y deslegitimar al adversario político a través de denuncias tan escandalosas como falsas".
"Llegados a este punto, la pregunta que legítimamente hago es ¿merece la pena todo esto? Sinceramente no lo sé. Este ataque es tan grave como burdo que necesito parar y reflexionar con mi esposa", dijo, para cerrar con que dará a conocer su decisión el próximo lunes.
La denuncia contra Begoña Gómez
Según informó la prensa española, el caso está bajo secreto de sumario y es preliminar. Hasta ahora lo que se sabe es que comenzó a raíz de la denuncia presentada por el grupo autodenominado de "lucha contra la corrupción" Manos Limpias, al que Sánchez catalogó como "ultraderechista".
La causa se encuentra en el Juzgado de Instrucción nº 41 de Madrid y las diligencias iniciadas tienen fecha al 16 de abril de 2024.
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¿Qué es Manos Limpias?
Manos Limpias está liderado por Miguel Bernad, un dirigente con un pasado atado a grupos de ultraderecha. La organización se autodenomina como "sindicato de funcionarios" y es un viejo conocido para la Justicia local por la cantidad de denuncias que presentaron contra funcionarios de este y otros gobiernos, así como también por haber estado en lugar de investigado.
Es, en sus propias palabras escritas en su página web, una "máquina de presentar querellas" cuya principal función es "interponer todo tipo de denuncias ante las corrupciones políticas o económicas que lesionen el interés público o general".
Pese a esas intenciones, el propio Bernad fue condenado, en 2021, a cuatro años de cárcel por cooperar con el presidente de Ausbanc, Luis Pineda, para extorsionar a bancos y empresas para que les pagasen a cambio de evitar acciones judiciales o campañas de descrédito en su contra. Esa sentencia, no obstante, fue anulada contra la decisión del Tribunal Supremo. Hubo otros embates judiciales, al menos desde 2016, y según el diario El País, la organización se recluyó en el ostracismo hasta que su dirigente intentó empezar a querer regresar. Fue ahí cuando montó sus objetivos sobre el Gobierno de Pedro Sánchez.
Presentaron denuncias contra Sánchez, contra la ex ministra de Igualdad, Irene Montero; contra el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, el secretario general de Junts, Jordi Turull, y el portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián. Bernad, en 2020, también denunció al delegado del Gobierno de Madrid por haber permitido la movilización feminista del 8m de ese año, sólo por mencionar algunos ejemplos del largo historial con el que cuentan.
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