Por primera vez en diez años, un sector amplio de la oposición venezolana se organizó para elegir a su candidato o candidata a la presidencia. La Plataforma Unitaria llega a este domingo con doce postulantes, en un proceso que se llevará delante de forma manual y autogestionada en todo el país, sin colaboración del órgano oficial, para el que aspiran contar con una participación de un millón y medio de personas. La consulta se lleva a cabo en paralelo a un largo proceso de negociación con el Gobierno nacional, en el que participa Noruega como mediador, junto con Estados Unidos, México, Barbados, Colombia y Argentina, entre otros.
El proceso de las internas abiertas opositoras se llevará a cabo este domingo entre las 8 y las 16, contará con 3.000 centros de votación, con 5.000 mesas para votar, en 331 de los 335 municipios del país, y en 1.100 parroquias. Según Roberto Abdul, miembro de la Comisión Nacional de Primarias (CNP), contarán con 15.000 miembros de mesa trabajando en la operación.
Se garantizó, además, el voto en el exterior y las boletas de votación están impresas, informaron ante El País. Dispondrán de 87 centros en 80 ciudades de 30 países. Colombia, Estados Unidos, Chile y España son las representaciones con mayor número de votantes.
Aun así, el proceso no se da sin escollos: hubo encontronazos al momento de definir si el Consejo Nacional Electoral (CNE) participaría o no, y finalmente se optó por la autogestión; y hasta hubo sectores de la oposición que pidieron la suspensión de la elección. Por otro lado, aunque les candidates son doce, quien corre con mayor ventaja para llegar al poder es la ferviente antichavista María Corina Machado, líder de Vente Venezuela, inhabilitada para ejercer cargos públicos. Según la encuesta Frequency 58 realizada en julio por la consultora ORC, concentra el 68% de intención de voto.
Su inhabilitación fue impuesta por 12 meses y terminó en 2016, pero luego fue extendida a 15 años el pasado 30 de junio, justo cuando su campaña entró en auge. La Contraloría, encabezada por el ahora jefe del CNE, Elvis Amoroso, la acusó de corrupción y de promover sanciones contra el país, de la mano del dirigente -que ahora se encuentra en Estados Unidos-, Juan Guaidó.
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Cuando las autoridades renovaron su inhabilitación, Machado salió a hablar ante la prensa para darle “un mensaje al régimen”: "Nicolás maduro, tú no eres el que va elegir al candidato que te va a enfrentar y a derrotar en las elecciones presidenciales del 2024. Ese candidato lo va a elegir el pueblo de Venezuela el 22 de octubre en las elecciones primarias”, dijo. Y aprovechó su momento para hablarle a la comunidad internacional: “Queremos decirle que se preparen… que se preparen para la derrota de Nicolás Maduro y el inicio de una transición ordenada en el país, estamos preparados para ellos, tenemos las propuestas, los planes los equipos para que esta transición sea estable, ordenada, y permita que Venezuela se convierta en un foco de libertad democracia y prosperidad para todos”, sostuvo en tono desafiante. Su principal eje de campaña apuesta a la privatización de las empresas estatales -inclusive la petrolera- y el reestructuramiento de la deuda pública.
En tanto, en la disputa por la dirigencia, le seguían Henrique Capriles (Primero Justicia) y Freddy Superlanno (Voluntad Popular), pero retiraron sus candidaturas a causa de inhabilitaciones similares que pesaban sobre ellos. Ambos ya se pronunciaron en favor de Machado.
Del “gobierno interino” de Guaidó a las elecciones internas
Entre 2019 y fines de 2022, la oposición se encolumnó detrás de Juan Guaidó, el dirigente de Voluntad Popular, fue denominado como "presidente encargado" en una especie de Gobierno paralelo que se buscó imponer ante la gestión del actual presidente, Nicolás Maduro.
Sin embargo, ese proceso se resquebrajó con el tiempo y las denuncias de corrupción en su contra minaron la interna opositora que decidió, en diciembre del año pasado ponerle fin a esa estrategia. “Esta política fue perdiendo vigor, importancia y relevancia en la dinámica interna del país”, explicó, en ese entonces, ante El Destape, el analista y dirigente político opositor Ángel Medina.
También, opinó ante este medio, el politólogo venezolano de la Universidad Central de Venezuela y profesor de ciencias políticas de la Universidad Militar Bolivariana de Venezuela, Francisco Enrich. Para él este proceso "no ha despertado un sentimiento nacional", aún así, permitió "que la oposición se reunifique en torno a una estrategia, en torno a una idea, se movilice en el país, se haga presencia en las comunidades y eso es lo que destaca en parte de sus dirigentes políticos".
También destacó que -de cara a los comicios nacionales previstos para mediados de 2024- "hay otras oposiciones en el sistema político que han surgido, otros candidatos que apelan a un voto electorado más independiente, incluso otros factores que no forman parte de esa dinámica".
Para Enrich el "gran dilema" que deberá resolver la oposición es qué harán en caso de que Machado definitivamente sea la elegida en este proceso. Para el caso, vaticinó tres escenarios: "El primero, si la candidata inhabilitada negocia con otras fuerzas de la oposición alguna candidatura unitaria o si ella busca imponer un candidato, da su victoria en la elección. Esto es casi hipotético de que sea así o se elije otro mecanismo por consenso", dijo.
Acuerdo con el Gobierno
La administración de Maduro y la oposición venezolana, nucleada en la Plataforma Unitaria, iniciaron en agosto de 2021, en México, conversaciones que suponían el tercer intento en el exterior entre ambos sectores por llegar a acuerdos. La primera mesa había sido en República Dominicana, en 2017, y la segunda en Barbados, en 2019. En ese momento, ambas fracasaron.
Sin embargo, el panorama mundial, la escasez de gas y petróleo debido a la guerra en Ucrania, entre otros factores modificaron la dinámica de las relaciones, sobre todo, entre Venezuela y Estados Unidos. A esto, se sumó la iniciativa de diálogo empujada desde Francia, Colombia, Argentina y México, entre otros actores que abogaron por el éxito de las conversaciones.
En ese contexto, desde noviembre del año pasado hasta esta semana, firmaron tres acuerdos en los que delinearon el rumbo hacia el proceso electoral a mediados de 2024: "Lo que firmamos es el inicio de una ruta para que podamos tener garantías electorales", dijo el negociador de la oposición Gerardo Blyde, sobre el último firmado este 17 de octubre.
El documento tiene nueve puntos, en los que se acordó establecer garantías para los procesos de selección interna de candidates, una ruta para que "recuperen sus derechos" partidos y personas inhabilitadas y la observación de la Unión Europea, el Centro Carter y el panel de expertos de las Naciones Unidas, entre otros. Para más, Blyde especificó que existe un mecanismo "que no está público", que hace referencia a los derechos humanos. Para echar por tierra las críticas, insistió en qué está negociación "es un paso adelante para poder determinar que nosotros podemos seleccionar a nuestro candidato presidencial y que podemos avanzar en que las instituciones del estado respondan a lo que manda la Constitución".
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El lugar de Estados Unidos
Como se contó en abril de este año -cuando el presidente Colombiano, Gustavo Petro, impulsó un encuentro bajo el lema "menos sanciones, más democracia"-,en la arena internacional, cada vez más los actores interesados en que la crisis política, institucional y económica en Venezuela comience a desandarse. El golpe de la pandemia y la crisis económica mundial –en energía y alimentos, sobre todo a causa de la guerra entre Rusia y Ucrania- son dos de los factores clave que pesan sobre el país con una de las mayores reservas de crudo en el mundo. De hecho, impulsó al presidente estadounidense, Joe Biden, a retomar el contacto con el Ejecutivo venezolano para que Chevron reactive la extracción y producción de petróleo en el país, aunque manteniendo limitaciones hacia la estatal venezolana PDVSA.
Desde ese momento, pasó casi un año y, según especificó Enrich, para este momento se alcanzó una producción de petróleo promedio de 130 mil barriles, con la proyección de llegar a 200 mil. En tanto, otro elemento que, dijo, impactó para avanzar tiene que ver con la migración: “Se debe a los efectos de las sanciones y el bloqueo, sin duda, que promovieron una migración importante de Venezuela en la región que luego se ha ido trasladando de manera paulatina y progresiva hacia Estados Unidos”.
Por otro lado, apuntó que su país era un suplidor confiable de crudo, para el Caribe, a través de su programa PetroCaribe hacia Centroamérica y dejó de serlo. “Entonces, estas economías, estos países también, también se ven afectados de cierta manera, además de los problemas estructurales de esas sociedades y continua la migración”, indicó.
La respuesta por parte de Estados Unidos, tras la firma del acuerdo fue inmediata: al día siguiente, Estados Unidos levantó sanciones al petróleo, al gas y al oro. Una acción con la que el Gobierno de Maduro respondió de la misma manera: liberó a seis presos opositores, aunque dejaron en claro respecto a las inhabilitaciones que “son potestad de organismos independientes del Ejecutivo”. Además, vale aclarar, por ejemplo, que Machado siempre se manifestó en contra de las negociaciones con el Gobierno.
La síntesis, para Enrich, es clara: “Todos esos son elementos que le hablan al país, le van a permitir darle claridad si hay de verdad una opción política que se encuentra organizada, que es capaz de coordinarse, de articularse, o si por el contrario persisten divisiones, si persisten fracturas internas y si realmente entonces hay capacidad de promover una alternativa política en el país”.