Este martes se realizan las elecciones presidenciales en Estados Unidos y las últimas encuestas posicionaron a la vicepresidenta y candidata demócrata, Kamala Harris, en una carrera muy reñida con el expresidente y candidato republicano, Donald Trump. Si bien las votaciones estadounidenses terminan esta tarde, el recuento de votos puede demorar muchos días. Qué pasa si hay un empate.
¿Qué pasa si hay empate entre Donald Trump y Kamala Harris en las elecciones de Estados Unidos 2024?
En Estados Unidos las elecciones en sí no son una decisión popular directa, sino que los ciudadanos eligen a sus representantes del Colegio Electoral para que definan quién llegará a la Casa Blanca. El Colegio Electoral tiene 538 electores y, para ganar, un candidato necesita reunir 270 electores (la mitad más uno). En caso de ganar en un Estado, el presidenciable se lleva todos los electores que le corresponden a ese distrito.
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Siempre existe la duda respecto al hipotético caso en el que ambos candidatos obtengan la misma cantidad de electores, es decir, 269 cada uno. De acuerdo a la Constitución, si llegara a haber un empate entre Kamala Harris y Donald Trump el Congreso sería el encargado de designar al 47º presidente de Estados Unidos. ¿Cómo funciona? La recién elegida Cámara de Representantes elegiría al presidente y el Senado, al vicepresidente.
Así, para elegir el nuevo presidente o presidenta cada estado tendría un voto y el candidato que obtenga la mayoría de los votos estatales sería elegido presidente. Esto le da una ventaja al partido con mayor número de delegaciones estatales en la Cámara, aunque no necesariamente a la mayoría general de representantes. Mientras que los senadores votarían para elegir al vicepresidente, de la misma forma, cada senador tiene un voto y el candidato con mayoría simple (51 votos) ganaría. A su vez, si el Senado también tuviera un empate, el actual vicepresidente podría emitir el voto y desempatar.
Qué son los "swing states" y por qué pueden definir las elecciones en Estados Unidos 2024
En Estados Unidos se les dice swing states (estados péndulo) a los distritos en los que tanto el Partido Demócrata como el Republicano tienen probabilidades similares de ganar. Básicamente se les dice “swing” porque el vencedor podría cambiar por solo algunos votos.
Según USA Facts, desde 1992 hasta la actualidad, 30 de los 50 estados han votado por lo menos una vez por el candidato presidencial del partido opuesto al que votaron en la elección anterior, de los cuales 26 han sido ganadores con menos del 3% de los votos.
Los swing states, a los que también les dicen “campos de batalla”, se diferencian del resto porque el territorio norteamericano tiene estados en los que suele ganar siempre el mismo partido. Por ejemplo, California es un estado considerado “azul” -donde los demócratas suelen ganar- y en las elecciones de 2020 el actual presidente Joe Biden se impuso con el 63,5% de los votos. Mientras que Alabama es un estado “rojo” en el que lógicamente ese año ganaron los republicanos con el 62,2% de los votos.
De acuerdo a un análisis de la organización National Popular Vote, entre 2000 y 2016, 38 estados han votado por el mismo partido en todas las elecciones presidenciales. Por eso, cuando los comicios son muy peleados y ya se conocen los estados “seguros”, como ocurre este año, los swing states toman relevancia y se vuelven definitorios: el pequeño margen de votos podría modificar por completo la elección y definir el presidente.