EEUU se encamina a una reedición de la disputa electoral Biden-Trump

El largo de primarias por estado recién está por comenzar, pero ni el actual presidente ni su antecesor parecen tener rivales de pesos en sus internas. Las fortalezas y debilidades de cada uno.

06 de enero, 2024 | 00.05

La carrera por la presidencia de Estados Unidos no estará exenta de ribetes surrealistas. Si bien aún falta la definición de las primarias, todo indica que se repetirá la campaña del 2020 y que nuevamente el presidente actual, Joe Biden, y el ex mandatario, Donald Trump, volverán a enfrentarse en las urnas. El demócrata recibe resistencias desde su propio entorno político por su edad, y el republicano se enfrenta a una serie de causas judiciales que no le impidieron ser quien lidera las encuestas para hacerse con la victoria, ¿Vuelve el trumpismo?

Primarias

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En enero, comienzan las primarias por las cuales se definen los delegados y los candidatos para las elecciones del 5 de noviembre. En cuanto a las votaciones del Partido Demócrata, se espera que Biden, quien quiere ir por la reelección, no tenga mayores dificultades para ser el candidato. Más allá de que suenan algunos nombres para competir y de los cuestionamientos de su propio espacio sobre su edad, actualmente 81 pero terminaría el gobierno con 85 y algunas situaciones que lo mostraban desorientado, se suele apoyar al candidato que es mandatario en ejercicio.

En el caso del Partido Republicano, la situación es más competitiva. Trump tiene contendientes de mayor peso como el gobernador de Florida, Ron de Santis o la ex embajadora en la ONU, Nikki Haley, pero de todas maneras, según las encuestas, quedarían muy por detrás del apoyo que recibiría el ex mandatario en su espacio político.

Pese a que enfrenta diversas causas que van desde denuncias de abuso sexual, a malversar fondos o las implicancias en la toma del Capitolio del 6 de enero de 2021, e incluso que dos Estados busquen prohibirle competir en sus jurisdicciones, el ex jefe del Ejecutivo está lejos de haber perdido apoyo en su movimiento.

Por lo que todo indica, salvo que haya alguna situación extraordinaria, que serán Biden y Trump quienes compitan nuevamente por la presidencia. Además de observar lo que suceda en las primarias, más la situación judicial del ex mandatario, el otro dato surge de las encuestas, donde los sondeos sitúan mayoritariamente arriba al republicano pero con una diferencia que ronda entre un 2% y 3%, considerada como margen de error. Por lo cual, todo vaticina que estará muy peleada la disputa electoral.

¿El talón de Aquiles?

“Objetivamente no ha sido para nada mala la administración de Biden, con los indicadores económicos hoy en otra situación estaría cantando la reelección salvo por el tema migratorio, que ese tema creo que definirá la elección”, afirmó a El Destape, el profesor del Departamento de Política y Relaciones Internacionales y director del Foro de Opinión Pública Latina de la Universidad de la Florida, Eduardo Gamarra. En ese sentido, el especialista recordó que durante el gobierno del demócrata se llegó a un desempleo récord que no se registraba desde fines de la década del ‘60 y que la inflación ronda el 4% cuando había llegado a un 10%, entre otros números que destacó.

Como señala Gamarra, se espera que el tema migratorio sea el gran talón de Aquiles de esta votación. El politólogo recuerda que Biden creó su propia trampa cuando se mostró más flexible con los migrantes, pero que en lo concreto los asilos son muchas veces rechazados y se siguen agolpando extranjeros en la frontera estadounidense. De hecho, la noticia de las últimas semanas estuvo en torno a una mayor afluencia de migrantes de Centroamérica, luego de que se aprobara una Ley en Texas que regirá en marzo y que se espera que facilite la expulsión de manera inmediata. El especialista recuerda que en la encuesta que realizaron la migración es el segundo tema de preocupación de los estadounidenses, y advierte que en ese contexto es posible que Biden anuncie medidas más duras. Además, tendrá enfrente a un Trump que no ha dudado en descalificar a los inmigrantes ilegales y se espera que la narrativa vaya en la misma línea.

Desafíos legales

Otro de los puntos que van a marcar la elección del 2024 tiene que ver con la situación judicial de Trump. No solo en lo que han sido causas vinculadas a diversos temas, sino a la decisión que tomó el Alto Tribunal de Colorado de no permitirle postularse en ese Estado, decisión que luego también tomó Maini. Desde la justicia local hicieron referencia a la Enmienda 14 de la Constitución, que es la que eliminó la esclavitud y prohibe a quienes hayan participado en un acto de sedición presentarse en una campaña electoral. El Tribunal consideró que podía expulsarlo de la contienda local, por sostener que el republicano tuvo responsabilidad en la toma del Capitolio. En las últimas horas, el ex presidente apeló esta decisión ante la Corte Suprema, que tendrá la última palabra.

“Si bien la mayoría conservadora de la Corte, incluso los jueces nombrados por Trump, han fallado en contra de él o del Partido Republicano, lo más probable es que en esta oportunidad fallen a favor de Trump. No creo que la Corte quiera meterse en la posibilidad de prohibirle a un candidato competir, sería una situación muy anómala y generaría muchísima tensión”, aseguró a El Destape, el politólogo y director de la carrera de Ciencia Política y Estudios internacionales en la Universidad Torcuato Di Tella, Juan Negri. Además, una decisión de la Corte también sentaría un precedente para que otros Estados no repliquen la decisión de Colorado y Maini.

Por lo tanto, es muy probable que Trump sortee sin demasiados problemas los impedimentos de presentarse electoralmente en esos estados. De todas formas, hay otras causas, juicios e investigaciones que siguen en paralelo pero que tampoco le impedirían al ex mandatario postularse, e incluso cuando la justicia avanza en ese sentido se ha mostrado que genera un mayor apoyo entre sus seguidores.

“A todo esto para Trump ya es un éxito, se abroqueló a todo el Partido Republica detrás y le sirve mucho desde lo discursivo la idea de que viene en contra de la casta, para usar un término local, que la casta tiene miedo, que los demócratas están débiles y que están usando cualquier cosa para impedirle competir. Yo creo que este fallo le viene bien ya que lo pone de víctima e históricamente hemos visto que lo ha favorecido”, agregó Negri, sobre la repercusión que pueden tener las causas judiciales y electorales que enfrenta el ex mandatario.

¿Crisis de liderazgo?

Ron de Santis, a quien Trump llamó el diabólico, había aparecido en la primera parte como alguien que podía competirle sobre todo entre los republicanos que habían tendido a alejarse de la versión más extrema del ex mandatario. Sin embargo, el gobernador se fue desinflando al punto que, según las encuestas, su apoyo ronda el 10% mientras que queda detrás de Haley alrededor de 11%, y los dos muy detrás del ex mandatario quien obtendría más del 60% de apoyo en la primaria.

El caso de Biden no dista mucho. Entre su propio espacio se lo ha cuestionado por su edad, especialmente tras algunas situaciones en las que se lo ha visto perdido al saludar a personas que no había o incluso cuando confundió el motivo de muerte de su hijo. “Hay una crisis de liderazgo profunda, no han buscado liderazgos alternativos. Entre los republicanos hay cierto caudillismo y los demócratas deberían haberse preocupado por un sucesor, la crítica que más le hacen a Biden es que es muy grande”, explicó Gamarra, sobre la elección de este año.

Gamarra suma otro condimento, quizás más desde lo discursivo, pero que en la elección anterior se vio con claridad y tiene que ver con los votantes a los que les hablan. El especialista recordó algunas críticas que le hacen a los demócratas de hablarle a los profesores universitarios o círculos más intelectuales y haber dejado de lado al sector obrero y dejar el espacio para que se sientan representados por el líder republicano. “Trump es todo menos clase obrera”, afirmó el especialista sobre la estrategia que utilizó el ex presidente y que ha calado en la clase trabajadora blanca que optó por él en las elecciones.

Si bien el año electoral en Estados Unidos seguramente no esté exento de sorpresas, ya es casi un hecho que la contienda la disputarán los dos viejos conocidos. Las encuestas vaticinan números bastante parejos, pero todavía falta mucho camino para recorrer hasta el 5 de noviembre. Fecha en la que se conocerá si la potencia mundial continuará gobernada por Biden o volverá a manos de Trump, el ex mandatario que rompió con toda lógica de poder y dejó de lado todo lo que se conocía como “políticamente correcto”.