Ecuador vota en unas polarizadas elecciones marcadas por la crisis y la pandemia

Los comicios suponen el principio del fin del Gobierno de Lenín Moreno, en unos comicios con la derecha unificada y la izquierda atomizada.

07 de febrero, 2021 | 13.28

Más de 13 millones de ecuatorianos votaban hoy en Ecuador en unas polarizadas elecciones entre una derecha conservadora aglutinada y una izquierda atomizada, marcadas además por un rebrote de la pandemia de coronavirus, la crisis económica que deja un Gobierno altamente impopular y el correísmo que busca retomar el poder.

El proceso eleccionario arrancó a las 7 (9 hora argentina) y terminará a las 17 (19 de Argentina), y en él los ecuatorianos eligen a su próximo presidente, pero también a 137 miembros de la Asamblea Legislativa y cinco representantes del Parlamento Andino en los 4.276 recintos habilitados en el país y otros 101 dispuestos en el exterior.

En las primeras horas de votación, observadores internacionales registraron demoras en las aperturas de algunos centros de votación y el correísmo denunció que las autoridades electorales no permitieron el ingreso de sus fiscales en algunos distritos. Sin embargo, en general, la jornada transcurría en tranquilidad y con largas colas, especialmente en Quito y Guayaquil, las dos principales ciudades del país.

Aunque la carrera presidencial la integran 15 hombres y una mujer -un récord en la historia de la democracia ecuatoriana-, solo dos parecen perfilarse para una probable segunda vuelta el 11 de abril: el banquero Guillermo Lasso y el protegido de Correa, el economista Andrés Arauz.

"¡Hoy es un día histórico! El triunfo, una sola vuelta, solo es posible si salimos a defender el voto de los ecuatorianos y estar vigilantes de que se cumpla la voluntad popular", tuiteó Arauz ni bien se comenzó a votar, un derecho que él mismo no podrá ejercer hoy ya que está empadronado en México, donde vivía y estudiaba desde 2017, cuando su último cargo público en el Gobierno de Rafael Correa.

Arauz retornó definitivamente a Ecuador en junio pasado y, aunque hizo el trámite para empadronarse en el país, el proceso no llegó a completarse para poder votar. Sin embargo, sí acompañó a su abuela de 106 años, Flor Celina Galarza, a hacerlo en Quito.

Lasso, en tanto, también se mostró con su familia en su casa en Guayaquil, antes de ir a votar en el centro de la ciudad, y recordó por Twitter dos de sus principales propuestas de campaña: "Aplicaremos MANO DE HIERRO a la delincuencia y generaremos seguridad para crear empleo."

Según los últimos sondeos, publicados antes de la veda electoral el 29 de enero, el favorito era Arauz, con una media de 35,4% de los votos, seguido por Lasso, con un promedio de 26,3%, y tercero figuraba Yaku Pérez, candidato del partido Pachakutik, brazo político del movimiento indígena, con una media de 16,2%.

De confirmarse estos datos ningún aspirante obtendría la mayoría absoluta de votos válidos ni el 40% de los sufragios, con una diferencia de 10% sobre la segunda fuerza, necesarios para alzarse con el triunfo en primera vuelta.

Los indecisos, en tanto, suman promedio de 14% y los votos blancos y nulos alrededor de 17% y será la franja que defina la elección, en un contexto donde el llamado voto oculto -que no se cuenta en los sondeos- y las persecuciones políticas serán relevantes. El tercer favorito según los sondeos podría traer una sorpresa: se trata del abogado Yaku Pérez, que representa al movimiento indígena y está alineado con la izquierda opuesta al correísmo.

Los comicios suponen el principio del fin del Gobierno de Lenín Moreno, quien termina su mandato sumido en un ocaso político, en plena crisis económica y sanitaria, con un criticado manejo de la pandemia, socialmente deslegitimado y tildado de "traidor" por el movimiento correísta que lo llevó al poder hace cuatro años.

Un total de 13.099.150 millones de ecuatorianos están habilitados para votar en los comicios generales de hoy, para los que se dispuso un protocolo sanitario particular. El uso de barbijo es obligatorio -excepto cuando se pida quitarlo para comprobar la identidad-, se debe guardar una distancia de tres metros entre los electores, llevar birome propia y está prohibido ingresar a los centros de votación con acompañantes.