Adiós “Corea del Centro”

Lula ganó ajustadamente la presidencia y Bolsonaro manejará el Parlamento. Complejo escenario de empate, cuando en el Paralelo 38 de la política no va quedando nada. ¿Cómo impacta en la Argentina?

30 de octubre, 2022 | 22.09

La frontera que divide a las dos Coreas es una franja desmilitarizado de 4 km de ancho y 238 km de largo (algo así como la distancia entre CABA y Dolores) hilvanada por el paralelo 38. Esa es la verdadera “Corea del Centro”, un territorio deshabitado de apenas 952 km cuadrados, que separa los 120 mil kilómetros cuadrados de Corea del Norte de los 100 mil de la Corea del Sur.

Viene a cuento enfocarse en esa zona particular del mapa porque es bastante gráfica de lo que pasa con la polarización, fenómeno que comienza a oscurecer los pronósticos de los que todavía creen que hay alguna forma de vida posible en el paralelo 38 de las cosas.

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Rareza que suele tener mejor prensa que adhesiones. La figura retórica de la “ancha avenida del medio” no sobrevive cuando se la extrae de su ecosistema de consultores pagos dispuestos a jurar que hay algo bueno allí donde la mayoría ve, más que ninguna otra cosa, un baldío argumental.

Es la polarización, no el predominio de un centro consensual, lo que explica desde elecciones ajustadísimas (Argentina 2015, EEUU 2020 y ahora Brasil) hasta desacuerdos en la Unión Europea que eran inimaginables cuando esta se concretó.

Asistimos a la agonía de un imaginario donde las decisiones eran tomadas con el consentimiento de una mayoría que recelaba de los extremos, que eran presentados como marginales. Hoy se vive en empate.

Lula va a tener que gobernar con una legitimidad parcial, bajo el acoso de la feroz derecha que encontró en Jair Bolsonaro un liderazgo que manifiesta desvergonzadamente sus bajos instintos, ahora desplegadas en espacios institucionales.

La elección de Lula es histórica. Viene de estar preso y podría estar preso todavía. Antagonizó con Bolsonaro, polarizó con él, pero a la vez construyó un centro-derecha propio, el que se referenció en Geraldo Alckmin, su candidato a vice. Eso le permitió ganar.

¿Le servirá para gobernar? La experiencia muestra que lo que es útil para una cosa quizá no lo sea tanto para la otra. Se pide el voto en la amplitud, se gobierna ejecutivamente. El cargo de presidente, aún en gobiernos de coalición, es unipersonal.

Con un Parlamento en contra, Lula deberá tomar decisiones drásticas para aumentar su grado de representatividad y ganar en sustentabilidad política, enfrentando a Bolsonaro en todos los terrenos hasta demostrar a la sociedad brasilera que lo puede desbancar.

Si lo deja con oxígeno, Bolsonaro va a jaquearlo hasta volverlo a meter preso. El viejo metalúrgico va a tener que pelear si quiere sostenerse. No hay paralelo 38 donde refugiarse. Como se sabe, “Corea del Centro” existe solo en la imaginación de los que escapan a la responsabilidad de elegir.

Sobre el impacto que pueda tener su triunfo en Argentina, cae de maduro que el resultado alimenta la potencial candidatura de Cristina para las presidenciales del 2023. ¿Quién podría ser su Alckmin? Si la inflación comienza a bajar, la fórmula parece obvia. Paso a paso. O sin Paso.

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Roberto Caballero

Roberto Caballero es periodista argentino, fundador del diario Tiempo Argentino y la revista Contraeditorial. Autor del bestseller Galimberti, de Perón a Susana, de Montoneros a la CIA, entre otros libros de investigación periodística. Conduce Caballero de Día de 6 a 9 en El Destape radio.