El vocero del Movimiento Al Socialismo (MAS) de Bolivia, Sebastián Michel, reveló que en la noche del jueves un grupo de personas realizó un atentado en contra del presidente electo Luis Arce Catacora detonando un cachorro de dinamita en la casa de campaña de este partido político cuando se llevaba a cabo una reunión. Ocurre en medio de protestas de organizaciones civiles de Santa Cruz de la Sierra, cuna del golpismo, quienes rechazan el contundente triunfo de Arce por el 55 por ciento de los votos y denuncian fraude en las elecciones organizadas por el gobierno de Jeanine Áñez.
“Hace pocos minutos hemos sido víctimas de un atentado de un grupo que ha dejado un cachorro de dinamita en la Casa de Campaña donde estaba reunido nuestro propio presidente electo Luis Arce. Estamos con mucha preocupación de lo que está pasando”, manifestó el representante en entrevista con Televisión Universitaria y Red Uno.
Si bien no hay reporte de heridos, el vocero del MAS lamentó que las autoridades a cargo de la seguridad del país no se pronuncien al respecto y no brinden la seguridad necesaria, y más aún a una autoridad que fue electa por la mayoría del pueblo boliviano.
La policía llego al lugar y está en investigación la identificación del o los autores que hicieron su paso por la casa de Campaña en un mitin de protesta. “No hemos visto ninguna declaración sobre el tema del ministro de Gobierno Arturo Murillo, entonces sentimos que estamos a merced de nosotros mismos, desprotegidos totalmente y nadie nos da la garantía necesaria para la seguridad de nuestra autoridad”, afirmó.
Descartan nueva auditoría y se viene la asunción de Arce
Luis Arce Catacora, presidente electo de Bolivia con 26 puntos de diferencia en las elecciones del pasado 18 de octubre, será finalmente investido como jefe del Estado plurinacional el próximo domingo, pese a los reclamos sin fundamentos de los comandos cívicos de Santa Cruz de la Sierra. Así lo confirmó el Tribunal Electoral de Bolivia, quien rechazó hacer una nueva auditoría por los comicios cuyos resultados fueron reconocidos por las principales fuerzas políticas, la presidenta de facto y, muy a su pesar, la OEA.
"La elección boliviana 2020 ha concluido con la entrega de cómputo y las credenciales a quienes han sido favorecidos con el voto popular, tanto para la Asamblea Legislativa como para el Poder Ejecutgivo", dijo en conferencia de prensa nocturna el presidente del TSE, Salvador Romero.
El jefe electoral leyó una declaración de la sala plena del TSE de desautorización a una de sus vocales que horas antes había pedido a la Organización de Estados Americanos (OEA) que realice una auditoría al reciente proceso electoral, denunciando un supuesto fraude informático del que no aportó pruebas.
La denuncia de la vocal Rosario Baptista se sumó a las de varios comités cívicos y grupos de activistas de ultraderecha que desconocen la victoria electoral del Movimiento Al Socialismo (MAS) y demandan la suspensión de la asunción del nuevo presidente Luis Arce y su vicepresidente David Choquehuanca. Estos grupos realizan bloqueos en las calles y paros en Santa Cruz de la Sierra, bastión del líder mesiánico y artífice del golpe de Estado de 2019, Luis Fernando Camacho.
La declaración del TSE negó enfáticamente la existencia de un supuesto sistema paralelo y secreto de datos del padrón electoral, como sugirió Baptista, y ratificó que las recientes elecciones ya están auditadas de hecho por las misiones de observación nacionales e internacionales que las calificaron unánimemente como transparentes y limpias. Entre esas misiones estaba la de la OEA, cuyo reporte negativo sobre los comicios de 2019 fue parte central de los argumentos de las protestas que terminaron provocando la renuncia forzada del entonces presidente Evo Morales.