En Brasil se desarrollaron las elecciones locales y en varias ciudades el bolsonarismo pierde fuerza y la izquierda y la derecha moderada se imponen. En San Pablo, el partido del presidente Jair Bolsonaro perdió y habrá segunda vuelt el 29 de este mes entre el actual intendente, Bruno Covas, y la sorpresa de la elección municipal, el izquierdista Guilherme Boulos.
En Rio de Janeiro, la segunda ciudad del país, también habrá segunda vuelta entre Eduardo Paes, del derechista Demócratas, que obtenía 37,3%, con el pastor evangélico Marcelo Crivella, el actual intendente, apoyado por Bolsonaro, que quedó con 29,9%.
Las elecciones municipales en la pandemia mostraron la fuerza de la derecha tradicional en más de 10 capitales, la debilidad del bolsonarismo, la caída del Partido de los Trabajadores (PT), que recupera posiciones en ciudades más pequeñas, y la aparición del Partido Socialismo y Libertad (PSOL) de Boulos.
En San Pablo se dio el batacazo de la elección y es Boulos, filósofo líder del movimiento sin techo que logró aglutinar a la juventud, a la izquierda en general y a los desencantados tanto con Bolsonaro como con el gobernador paulista, Joao Doria. El intendente de esa ciudad, Bruno Covas, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), ganaba la primera vuelta, según Ibope, con 32% de los votos contra 20% de Boulos, con Marcio Franca, candidato del presidenciable laborista Ciro Gomes, con 14%, y los candidatos de Luiz Inácio Lula da Silva y Bolsonaro, Jilmar Tatto, y Celso Russomano, respectivamente con 8% cada uno.
Tanto Covas como Boulos son acérrimos rivales de Bolsonaro, mientras el jefe político del actual intendente paulistano, el gobernador Joao Doria, es considerado un presidenciable para 2022 tras haberse elegido en 2018 en alianza con el mandatario. La jornada electoral estuvo marcada por la pandemia y los 147,9 millones de brasileños convocados a votar en 5.568 municipios con obligación de usar máscara: todavía se desconocía el índice de abstención, algo que puede ser clave para las segundas vueltas.
Bolsonaro votó al mediodía en Río de Janeiro por su hijo, Carlos Bolsonaro, para su reelección como concejal de la "ciudad maravillosa", y por el pastor Crivella, con quien tendrá que afrontar una derrota que se considera segura en el balotaje. Demócratas, del presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, que lanza la precandidatura en 2022 del animador de TV Globo Luciano Huck, obtuvo reelecciones en primera vuelta en tres ciudades: Salvador, Florianópolis y Curitiba, capitales de Bahía, Santa Catarina y Paraná, respectivamente.
En Salvador fue electo Bruno Reis con más de 60% de los votos contra 14% de la aspirante del PT, mientras en Curitiba y Florianópolis fueron reelegidos los conservadores Rafael Greca y Gean Lourenço, respectivamente. Un final de alto impacto político y familiar se registraba en Recife, la capital del nordestino estado de Pernambuco, entre los primos Joao Campos, del oficialista Partido Socialista Brasileño (PSB), hijo del fallecido ex candidato presidencial Eduardo Campos, con el apoyo de Ciro Gomes, y el PT de Marilia Arraes. Marilia es nieta y Joao bisnieto de Miguel Arraes, el lider del socialismo brasileño que luchó contra la dictadura militar y fue un constructor de la redemocratización de Brasil.
En Belén, capital del estado de Pará, en el norte amazónico, se prevé una segunda vuelta entre Edmilson Rodrigues en una coalición del PSOL de Boulos con el PT de Lula contra el comisario Everaldo Iguchi, del derechista Patriotas.
En Porto Alegre, capital de Río Grande do Sul, habrá balotaje entre Manuela Dávila, ex candidata a vicepresidente en 2018 del Partido Comunista do Brasil (integró la fórmula con Fernando Haddad, del PT), contra Sebastiao Melo, del Movimiento de la Democracia Brasileña.
En Fortaleza, la segunda vuelta será entre el bolsonarista Wagner Sousa, del Partido Republicano del Orden Social (PROS) y el médico José Sarto, del PDT de Ciro Gomes apoyado por el PSDB del expresidente Fernando Henrique Cardoso.
En Belo Horizonte, capital estado de Minas Gerais y tercera ciudad del país, el jefe comunal Alexandre Kalil, ex presidente del club Atlético Mineiro y del Partido Social Democrático (PSD), arrasaba con más de 55%.
Intento de hackeo
La jornada electoral estuvo marcada por los cuidados de la pandemia y hasta Bolsonaro debió ir a votar a una escuela de la zona oeste de Río con barbijo, por disposición de la justicia electoral. El presidente del Tribunal Superior Electoral, Luiz Barroso, reveló que hubo un intento de hackers en los últimos días para intentar violar el sistema que fue captado y rechazado por las proveedoras de internet y el servicio de seguridad informática.
El tono de la jornada de votación lo dieron en algunas barriadas las aglomeraciones, pero también los problemas para actualizar online y hacer notificaciones sobre el titulo de elector, un documento especial que cada ciudadano debe tener además del DNI para poder sufragar.
El caso más curioso es el de Goiás, capital del estado de Goiania, donde habrá segunda vuelta entre el intendente Mauito Vilela, del Movimiento de la Democracia Brasileña del ex presidente José Sarney y Michel Temer, y Vanderlan Cardoso, del Partido Social Democrático. Vilela se encuentra internado hace tres semanas por Covid-19 en San Pablo, en el Hospital Albert Einstein, sin previsión de alta.