El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, llegó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) sobre el filo de la hora, el jueves a la medianoche para presentar su candidatura para renovar su mandato en las elecciones del próximo 4 de febrero. “La reelección 2024 la decidirán ustedes, nosotros únicamente nos estamos postulando como candidatos a las elecciones”, dijo, sobre su cuestionada postulación, contraria a lo que establece la Constitución de su país. Junto a él habrá otras siete fórmulas presidenciales. Al mismo tiempo, distintas organizaciones pidieron que el TSE “respete la prohibición constitucional”. Para sortear los obstáculos, Bukele dijo que renunciará en diciembre.
Bukele llegó a las oficinas del TSE con un fuerte cordón de seguridad, luego de que se extendiera hasta la medianoche el plazo para presentar las inscripciones para las elecciones. Estaba junto a su compañero de fórmula y actual vicepresidente, Félix Ulloa. El mandatario, de 42 años, y líder del partido Nuevas Ideas, contiene, según una encuesta de Latinbarómetro publicada en julio, el 90% de popularidad y es sobre ello que justifica su reelección. En la última encuesta del Centro de Estudios Ciudadanos (CEC) de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), informó el portal Contrapunto, el porcentaje es menor: 68.4%.
El mandatario llegó al poder en 2019, rompió con 30 años de bipartidismo e implementó una fuerte campaña de seguridad y de “guerra contra las pandillas”, con un régimen de excepción -que se renueva cada mes- que ya lleva un año y medio; y cosecha miles de denuncias por violaciones a los derechos humanos.
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A esa situación, se debe sumar el derrotero implementado durante su mandato para hacerse de distintos poderes: una Asamblea Legislativa -unicameral- con mayoría oficialista, le permitió dar el paso irregular para destituir a las y los magistrados de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y del Fiscal General; y colocar en su lugar figuras que se proclaman a su favor. La prueba está en la lectura que hicieron sobre un caso particular en el que se refirieron a la reelección, que sirvió de argumento para que Bukele se postulara nuevamente.
Ante esa situación, Bukele tiene un plan para sortear los obstáculos: el mandatario prevé dejar su cargo seis meses antes de las elecciones. La información que fue dada por una de las máximas autoridades del partido Nuevas Ideas, Christian Guevara, en una entrevista en un canal televisivo de Perú.
Por otro lado, otras seis fórmulas presidenciales ya presentaron sus documentos al TSE junto a sus solicitudes de inscripción: Manuel “El Chino” Flores y Werner Marroquín (FMLN); Joel Sánchez e Hilcia Bonilla (Arena); José Cardoza e Irma Sosa (PAIS); José Renderos y Rafael Montalvo (Fuerza Solidaria); y Marina Murillo y Fausto Carranza (FPS); y Luis Parada y Celia Medrano (Nuestro Tiempo).
Parada catalogó como un “reto histórico” el asumir la contienda electoral. Y afirmó que trabajan por “todas aquellas personas que han sido afectadas por las medidas de este gobierno”, incluyendo “inocentes capturados”, despedidos injustamente, y quienes sienten “el impacto económico por la falta de una política seria del gobierno”.
Por otro lado, el pasado 23 de octubre, Failer, en calidad de representante legal de Nuestro Tiempo, entregó una solicitud al TSE en la que piden que el Tribunal rechace la inscripción de la candidatura presidencial del actual mandatario, Nayib Bukele, por la existencia de presunta “incompatibilidad Constitucional”.
El TSE analiza las candidaturas
Hasta el jueves por la tarde, ninguna solicitud había sido admitida por el pleno del TSE y tampoco rechazada, informó una fuente del Tribunal. Sin embargo, el análisis de los documentos ya inició y el TSE ya realizó algunas prevenciones a los candidatos del FMLN y de PAIS. Al candidato del FMLN le solicitaron una actualización de su constancia de pago de Impuesto sobre la Renta y que presentara la constancia de no tener ninguna sentencia ejecutoriada de la Corte de Cuentas de la República, entre otras observaciones, informó el diario El Mundo.
Según el Código Electoral, los candidatos deben presentar una declaración jurada de no estar inhabilitados para ser candidato a presidente según el artículo 152 de la Constitución y certificaciones de estar solventes con el pago de Impuesto sobre la Renta e impuestos municipales. Además, los candidatos a diputados deben presentar una certificación de que declararon sus patrimonios o bienes ante la Sección de Probidad de la Corte Suprema de Justicia (CSJ). Los magistrados del TSE deben analizar si los documentos cumplen los requisitos; tienen tres días para resolver y hacer observaciones.