Estados Unidos limitará el uso de minas terrestres antipersonales, con excepción de la defensa de Corea del Sur, y se une así a la mayoría de los países del mundo, incluidos todos sus aliados de la OTAN, en la prohibición del uso de estas armas, informó hoy la Casa Blanca.
"Una vez más, el mundo ha sido testigo del impacto devastador que pueden tener las minas antipersonales en el contexto de la guerra brutal y no provocada de Rusia contra Ucrania", afirmó Adrienne Watson, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, en un comunicado, informó la agencia de noticias AFP.
El cambio, sin embargo, no afectará por ahora a la política estadounidense sobre minas antipersonales en la península de Corea, debido a las circunstancias específicas allí y al compromiso de Washington de defender a Corea del Sur de posibles ataques de Corea del Norte, dijo la Casa Blanca.
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El texto precisa que el objetivo último de Washington es unirse a la Convención de Ottawa de 1997, el principal tratado internacional que prohíbe las minas antipersonales y que Washington no ha firmado.
Con esta decisión, estados Unidos regresa a lo que era su posición antes del mandato del expresidente Donald Trump.
En 2020 el expresidente republicano levantó las restricciones que pesaban sobre la producción y el uso por parte de Estados Unidos de estas armas respecto a la población civil.
Las minas antipersona, los "restos explosivos de guerra" y las "minas improvisadas" mataron a un promedio de 19 personas todos los días en 2020, según el último recuento del Observatorio de Minas.
El número de víctimas en 2020 subió un 20%, debido a la ralentización del desminado provocada por la pandemia de Covid-19, según este organismo internacional.
Las minas letales o antipersona son un tipo de mina terrestre diseñada para matar o incapacitar a sus víctimas, que se utilizan para colapsar los servicios médicos enemigos, desmoralizar a sus tropas, y dañar vehículos no blindados.
Con información de Télam