La ciudad de Nueva York declaró el lunes que todos los empleadores del sector privado deben aplicar la obligación de vacunar a sus trabajadores contra el COVID-19, ya que la variante ómicron, altamente transmisible, se ha extendido a al menos un tercio de los estados de Estados Unidos.
La mayor ciudad de Estados Unidos fijó un plazo hasta el 27 de diciembre para que las 184.000 empresas que se encuentran dentro de sus límites obliguen a sus empleados a demostrar que han sido vacunados.
Además, los niños de 5 a 11 años deben recibir al menos una dosis de la vacuna antes del 14 de diciembre para entrar en los restaurantes y participar en actividades escolares extracurriculares, como deportes, banda y danza, dijo el alcalde Bill de Blasio.
"La vacunación es la forma de salir de esta pandemia, y estas son medidas audaces, las primeras en el país, para animar a los neoyorquinos a mantenerse a salvo y a sus comunidades", dijo De Blasio, que deja el cargo el mes que viene, en un comunicado.
El sucesor de De Blasio, Eric Adams, "evaluará este mandato y otras estrategias de COVID cuando asuma el cargo", dijo su portavoz Evan Thies.
Los requisitos llegan en un momento en el que las infecciones por coronavirus se aceleran, especialmente en los estados del norte, ya que el clima más frío fomenta la convivencia y la socialización en espacios cerrados.
Durante la última semana, el país ha registrado una media de más de 120.000 nuevas infecciones diarias, un 64% más que la semana anterior, según un recuento de Reuters.
La variante delta sigue representando el 99,9% de los nuevos casos de COVID-19 en Estados Unidos, según declaró el domingo la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC, a ABC News.
Con información de Reuters