El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, calificó hoy de "inaceptables" las propuestas de los republicanos para subir el límite de endeudamiento del país, y mencionó la posibilidad de apelar a la Constitución para evitar un default, tema que será abordado mañana, cuando el mandatario y el líder de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, se reúnan en Washington para buscar una solución.
Los dos dirigentes hablaron hoy, mientras Biden volvía de la reunión del G7 en Japón, y acordaron reunirse mano a mano mañana, lunes, indicó McCarthy en un tuit y confirmó la Casa Blanca.
Las negociaciones para sacar a Estados Unidos de esta crisis, cuando se aproxima la fecha del primero de junio y el país podría quedarse sin recursos para honrar sus compromisos, están estancadas entre el gobierno y los líderes opositores del Congreso, que exigen al Ejecutivo un fuerte recorte de gastos a cambio de aumentar el llamado "techo" de la deuda que permite emitir más crédito.
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"Ha llegado el momento de que el otro lado (republicano) abandone sus posiciones extremas, porque mucho de lo que han propuesto es simple y llanamente inaceptable", declaró Biden a la prensa durante la cumbre del G7 en Japón.
Acto seguido, sostuvo: "Estoy considerando la 14va enmienda".
La 14va Enmienda fue añadida en 1868 a la Constitución estadounidense, y una de sus secciones dice que "la validez de la deuda pública de Estados Unidos, autorizada por ley, (...) no debe ser cuestionada", es decir, que los gastos ya votados deben poder ser pagados.
Pero, según algunos expertos, esta disposición hace que el límite de endeudamiento sea inconstitucional.
Subir el límite de la emisión de deuda suele ser un trámite rutinario en el país, que usa este sistema dependiente del Congreso desde hace décadas. Pero esta vez, como viene ocurriendo con más frecuencia, el asunto es objeto de una pulseada política.
Si el Tesoro se endeuda por encima del límite de deuda fijado por el Congreso violaría la ley, señaló Neil Buchanan, profesor de derecho en la Universidad de Florida a la agencia de noticias AFP.
Pero no cumplir con las obligaciones de gasto fijadas por el Congreso podría ser una violación peor, dando al Tesoro una justificación para pedir prestado más dinero y seguir pagando sus cuentas.
Invocar la 14va enmienda podría derivar en litigios, pero no hacerlo también implica riesgos, como el retraso de pagos frente al que los acreedores tendrían un "reclamo legal perfectamente válido", dijo Buchanan.
Asimismo, los beneficiarios del Seguro Social que no reciban sus cheques podrían unirse en una demanda colectiva, agregó.
Por otro lado, si la administración Biden continúa pidiendo dinero prestado, los republicanos podrían demandarlo por incumplir con el tope de la deuda.
Eso los pondría "en una posición muy incómoda, porque estarían demandando para obligar al presidente a dejar de pagar la deuda nacional", explicó Robert Hockett, profesor de derecho en la Universidad de Cornell.
Biden sostuvo que podría alcanzar un acuerdo, pero eso no sería garantía de un default forzado por sus adversarios, al justificar su consideración de la Enmienda 14.
"Pienso que tenemos la potestad" de utilizar el recurso, pero "la cuestión es si puede hacerse e invocarse a tiempo", matizó el mandatario.
Biden tenía previsto mantener una conversación telefónica el domingo con el líder de los republicanos en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy.
Los republicanos reclaman bajar el gasto público y el déficit fiscal, y quieren reducir la emisión de deuda que habitualmente permite cubrir esa brecha.
McCarthy declaró a Fox News este domingo que sus propuestas no son "extremas" ni "draconianas", aunque esto representa un recorte de 130.000 millones de dólares.
"No podemos gastar más dinero el próximo año" fiscal, señaló McCarthy la semana pasada.
Los demócratas se oponen, y en cambio proponen reducir gastos aumentando impuestos a los más ricos y a las empresas que hoy se benefician de restituciones fiscales. Los republicanos objetan fervientemente cualquier aumento de impuestos.
El presidente indicó hoy que es precisamente sobre los ingresos tributarios que se dan los "grandes desacuerdos".
Biden y McCarthy sostuvieron dos reuniones en los últimos días a medida que se acerca el plazo que según el Departamento del Tesoro podría poner a Estados Unidos entre la espada y la pared.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, reiteró este domingo a la cadena televisiva NBC que el primero de junio es una fecha clave. "Mi evaluación es que la posibilidad de llegar al 15 de junio, siendo capaces de pagar todas nuestras cuentas, es bastante baja", indicó.
Demócratas y republicanos suben el tono y no se ponen de acuerdo sobre este aumento de la capacidad de emisión de deuda de Estados Unidos, a pesar de que es indispensable para que el país honre sus pagos a acreedores, proveedores, pague salarios de los funcionarios públicos y las pensiones.
Estados Unidos superó en enero el límite máximo de emisión de deuda pública, de 31,4 billones de dólares, y desde entonces se han aplicado medidas extraordinarias que solo permiten cumplir con las obligaciones por un tiempo
Con información de Télam