China logró sellar su cuarto tratado de libre comercio en la región en el marco de la creciente tensión con la otra super potencia mundial y comercial: Estados Unidos. El acuerdo fue firmado por los Ejecutivos del gigante asiático y de Ecuador con la intención de impulsar los intercambios de productos y los lazos económicos y que contribuirá a las dos partes a lograr "una apertura mutua de alto nivel, crear un mejor ambiente de negocios, aprovechar aún más el potencial en la cooperación comercial y de inversión", dijo el Ministerio de Comercio chino. El anuncio y la firma, de todos modos, se dan en un contexto de particular debilidad del Gobierno ecuatoriano, con un presidente que enfrenta un juicio político en el Congreso.
El pacto fue firmado por el ministro de Comercio de China, Wang Wentao; y el ministro de Producción, Comercio Exterior, Inversión y Pesca de Ecuador, Julio Prado, a través de un enlace de video.
También servirá para "promover el desarrollo sostenible, estable y diversificado del comercio bilateral", añadió la nota, informó la agencia de noticias china Xinhua. Por su parte, el ministro ecuatoriano destacó que el acuerdo permitirá al país sudamericano vender el 99,6% de sus productos sin aranceles.
El funcionario sostuvo que el acuerdo con China "es tremendamente interesante" para los sectores productivos que compran materias primas chinas y de los exportadores, cuyas ventas alcanzaron el techo de 5.810 millones de dólares el año pasado.
"Este acuerdo nos permite igualar condiciones de competencia con nuestros países vecinos (Perú, Costa Rica y Chile) que ya tienen acuerdo con el gigante asiático, así como otros países asiáticos que compiten en ese mercado", destacó la presidencia sudamericana.
Para la puesta en vigor del acuerdo, resta que la aprobación de la Asamblea Nacional, órgano unicameral, con mayoría opositora a la gestión del presidente, Guillermo Lasso.
China es el segundo mayor socio comercial de Ecuador
En 2022, los dos países fueron testigos de un crecimiento de dos dígitos en el comercio por segundo año consecutivo, con el comercio bilateral alcanzando los 13.100 millones de dólares, lo que constituye un aumento interanual del 19,7%. En enero y febrero pasados, las ventas ecuatorianas fueron por 1.018 millones de dólares y las compras por 869 millones.
Ecuador espera que el TLC con China fomente la creación de puestos de trabajo, donde 1,2 millones de empleos están vinculados al sector exportador, lo que se podría duplicar en la próxima década, señaló Prado. Para proteger a sectores productivos sensibles de la nación sudamericana, unos 800 rubros chinos fueron excluidos del acuerdo, como textiles, calzado y cerámica.
Las exportaciones no petroleras de Ecuador a China crecerán entre 3.000 y 4.000 millones de dólares, anotó la cartera de Producción. El crudo es de las mayores fuentes de financiamiento de la dolarizada economía de Ecuador, que extrajo en promedio 469.000 barriles por día en enero y febrero últimos.
Un 64% se destinó a la exportación y el gigante asiático es de los principales clientes, aunque también apuesta a firmar un acuerdo similar con Estados Unidos.
En paralelo, el mandatario consiguió en septiembre ampliar los plazos de pago y bajar las tasas de interés de deudas con dos bancos chinos por 3.227 millones de dólares. Con una creciente influencia sobre América Latina, China se convirtió en la gestión del exmandatario socialista Rafael Correa (2007-2017) en el mayor financista de Ecuador. Entonces, la deuda alcanzaba los 5.000 millones de dólares (un 4% del actual PIB).
Correa era un duro crítico de los TLC y de Washington, por lo que se alejó de Colombia y Perú en la negociación de un libre comercio con la Unión Europea (UE).
Con información de Télam