Con la Asamblea Nacional disuelta en Ecuador, Guillermo Lasso gobernará por decreto durante medio año. La incógnita radica ahora en si la Corte Constitucional avalará las decisiones del mandatario en materia de reforma tributaria, laboral o de seguridad social, que se espere que presente y que desde la oposición habían rechazado por considerarlas un retroceso en materia de derechos. Mientras tanto, el correísmo se convierte en la primera fuerza de cara a las elecciones y se ilusiona con volver a gobernar.
Muerte Cruzada
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Acorralado por el juicio político que se llevaba en su contra por malversación de fondos, Lasso disolvió la Asamblea Nacional. El mandatario recurrió a la muerte cruzada, figura legal que permite cerrar el Congreso y llamar a elecciones extraordinarias en un plazo menor a seis meses. Lo hizo cuando faltaban horas para que los legisladores decidieran si lo destituían. Por eso, si bien aludió a la conmoción social y política, uno de los requisitos para poder utilizar la herramienta constitucional, lo que denuncian desde la oposición es que lo hizo porque sabía que contaba con los votos legislativos para destituirlo.
“Lasso empezó a comprar asambleístas, pero no tuvo al final la posibilidad porque se consolidó un bloque fuerte que sí o sí lo destituía. Frente al hecho principal de que su salida era inminente, decidió frente a que me saquen yo les saco. Esto es una suerte de golpe de Estado porque disuelve la Asamblea cuando en estricto sentido no había conmoción interna, ni crisis política porque todo el proceso está institucionalizado y el impeachment había sido aprobado por la Corte. El equilibro de poderes y las reglas no es crisis política”, afirmó a El Destape, el ex ministro de Gobierno de Rafael Correa, René Ramírez Gallegos.
En una línea similar a la de Ramírez Gallegos y al correísmo en sí, representado en Revolución Ciudadana, se pronunció la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (Conaie), desde donde su titular Leónidas Iza, le pidió a la Corte que “no permita una dictadura disfrazada de instrumento constitucional”. Es interesante ver la postura que tomará el sector indígena en las calles, dado que podría movilizarse fuertemente no tanto en rechazo específico de la muerte cruzada, sino ante las medidas que podría tomar Lasso por decreto.
Legisladores de los espacios del Partido Social Cristiano y de Izquierda Democrática presentaron demandas a la Corte para que declare inconstitucional la utilización de la muerte cruzada. Según varios analistas, parte del PSC apostaba a la destitución de Lasso y gobernar con su vicepresidente, Alfredo Borrero, por ese motivo buscaron dar marcha atrás con la disolución y que continúe el juicio político. Sin embargo, la Justicia rechazó en las últimas horas considerar inconstitucional la decisión de Lasso, por lo cual la Asamblea seguirá sin funcionar y desde el Consejo Nacional Electoral (CNE) indicaron el 20 de agosto como fecha tentativa para las elecciones.
La decisión judicial fue celebrada por el propio Lasso, a través de sus redes sociales: “La Corte Constitucional rechazó, por unanimidad, las demandas de inconstitucionalidad sobre la disolución de la Asamblea. Así como la Corte, ninguna autoridad judicial puede pronunciarse sobre la verificación y motivación de la causal de crisis política y conmoción interna invocada en el Decreto Ejecutivo 741. Este Tribunal ratifica mi decisión apegada a la Constitución de la República”.
Sobre este punto, el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas UISEK, Esteban Ron le había explicado a El Destape por qué era poco probable que se aceptaran los pedidos de inconstitucionalidad de parte de la oposición: “El artículo 148 de la Constitución establece tres causales para dictar la muerte cruzada, una de estas es la grave crisis política y conmoción interna. Se entiende que pueden ser declaraciones unilaterales del Presidente sobre la base de sus propias evaluaciones. No se requiere de actos conexos a efectos de una motivación; sin embargo, en el Ecuador existe una garantía de la motivación que ha sido dictada por la Corte a efecto de cualquiera acto, que debe tener una motivación suficiente, con esa motivación si es que se considera que existe la causal como tal sobre indicadores, el presidente la puede declararla a perse”.
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Si bien parrecía difícil que la Corte se pronuncie en contra de la decisión de Lasso sobre la muerte cruzada, podía haber sido también una posibilidad debido a que no puede decirse que tenga un lineamiento fijo. Es decir, que el órgano judicial ha tenido distintas posturas frente a cada caso. Por ejemplo, fue la misma que habilitó el juicio político a Lasso, y ahora podría ser también quien avale las medidas que va a tomar el Presidente por decreto.
Gobernar por decreto, ¿y la calle?
“Lasso puede solo emitir decretos ejecutivos en materia económica porque estos tienen efectos generales, de ahí le queda vigente una facultad que es reglamentaria. Puede emitir reglamentos a las leyes existentes y gobernar de esta manera. Todos los decretos que él expida en este tiempo tienen que pasar por un control constitucional en la Corte”, detalló Esteban Ron, sobre la forma en la que se espera que gobernará ahora el mandatario ecuatoriano.
Al anunciar en cadena nacional la disolución del Congreso y el adelanto de las elecciones, el Presidente había adelantado también lo que finalmente hizo por la tarde que fue presentar una reforma tributaria, que ya fue enviada a la Corte para su aprobación. Esa norma había sido rechazada en la Asamblea. Lo que cuestionan o temen desde la oposición es que Lasso pueda en estos seis meses llevar adelante varias medidas, que no había logrado avanzar hasta ahora y que consideran perjudiciales para la población.
“Falta un actor importante que es la calle, los sindicatos, los movimientos sociales, que hoy están haciendo un llamado a la movilización. Evidentemente desde el hecho no de declamar la muerte cruzada sino de que se emitan leyes inconstitucionales o decretos inconstitucionales en materia económica que vulnere derechos o tenga regresión de derechos”, sostuvo a El Destape, al directora de la consultora política GJ y miembro de Red de Politólogas, Grace Jiménez, al referirse a un punto clave para el país como son las movilizaciones, con tanto peso e historia en Ecuador.
El proceso electoral
Mientras tanto, avanza el proceso de llamado a elecciones extraordinarias. Tras conocer el fallo de la Corte, el CNE informó que la fecha de las elecciones, tanto para el binomio presidencial como para la composición de legisladores, podría ser el próximo 20 de agosto, aunque hasta el momento es una fecha tentativa, que deberá confirmarse en los próximos días. Entre el plazo para la primera y posible segunda vuelta, se espera la asunción con un límite de seis meses en los que seguirá a cargo del Ejecutivo Lasso.
Es válido recordar que quien gane la elección, gobernará para cumplir el mandato, es decir, hasta el 2025. Por eso, son consideradas elecciones extraordinarias. El propio Lasso, como los legisladores que esta semana se quedaron sin trabajo en la Asamblea, podrán volver a postularse y competir nuevamente. Otro punto importante a remarcar, es que es la primera vez que sucede esta situación, dado que la figura de la muerte cruzada surgió de la reforma constitucional de 2008, durante el gobierno de Correa.
“El Gobierno Nacional y el espacio CREO (sello electoral del mandatario) no tiene músculo político, es débil y con esto que pasó mucho más. Recordemos además lo que sucedió con la consulta popular que fue de las grandes derrotas del Gobierno de Lasso”, afirmó Jiménez, sobre la derrota del Ejecutivo en febrero pasado. En esa elección, el ex banquero apostaba a realizar enmiendas constitucionales, pero no recibió el apoyo del electorado y también tuvo una mala performance en las votaciones regionales, donde el correísmo se quedó con las alcaldías más relevantes del país.
En una línea similar a la de Jiménez, René Ramírez Gallegos tampoco cree que el Ejecutivo tenga posibilidades de volver a ganar: “Se abre la posibilidad de que exista cambio de Gobierno porque Lasso no tiene los números para ser reelecto, no se si es que incluso se lance”. Todavía es pronto para conocer en detalle el mapa electoral, cuando aún ni se conocen los candidatos, pero sí el correísmo se mostró esperanzado que, como primera fuerza política, pueda volver a gobernar.
“Hay que pensar en proyectos nacionales y no en nombres. Es prematuro, pero hace falta un gran acuerdo para recuperar la patria, un frente que venza y rescate al país por la falta de empleo”, sostuvo Correa en una reciente entrevista a Punto Noticias. El ex presidente agregó que de esa coalición no formaría parte el PSC ni Pachakutik ni la Izquierda Democrática, pero sí podría incluir organizaciones como la CONAIE.
Para Jiménez la decisión electoral se disputará según “la coyuntura, la estrategia y el candidato”. Ninguno de esos tres puntos están resueltos aún en los distintos sectores políticos. Por lo pronto, el correísmo se entusiasma con volver a gobernar de la mano de una coalición. Algo que se ha visto con fuerza en los recientes gobiernos progresistas de la región, aunque también ya se vean las fisuras de estos frentes. De todas formas, el primer paso es ver quién tiene la posibilidad de ganar en Ecuador, mientras Lasso busca avanzar en su agenda a través de decretos, lo que no logró aprobar en la Asamblea.