El economista, sociólogo y pensador francés, Jean-Paul Fitoussi, analizó la situación política y social mundial y advirtió que "el auge de los partidos extremistas en el mundo demuestra que la democracia ya está en peligro" e insistió en que "la necesidad de protección muestra que el Estado y el keynesianismo han vuelto”.
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En este marco, el sociólogo hizo referencia en diálogo con Telam a la desigualdad que expuso la pospandemia y aclaró los indicadores de bienestar: “La desigualdad extrema es síntoma de regresión social, no de progreso. La tasa de crecimiento es un promedio; una tasa de crecimiento elevada sólo importa sin beneficia a la gran mayoría de la población”.
Por lo que apuntó que "de ser así sería mucho mejor para el descanso social tener una tasa de crecimiento más baja pero que beneficie a todos". "Un 1% por mil es mucho mejor que un 10% por 100. La tasa media de crecimiento es la misma, pero no el clima social y político", agregó y fue tajante al afirmar que "el 'derrame' es un hecho falso, de lo contrario la redistribución no habría pasado de los pobres a los ricos sino lo contrario. "¡La desigualdad obscena calificaría más bien el proceso de derrame hacia arriba!", sumó.
El 'derrame' es un hecho falso, de lo contrario la redistribución no habría pasado de los pobres a los ricos sino lo contrario.
En esta línea, enfatizó en que "las crisis sucesivas de las últimas décadas han demostrado que los ciudadanos necesitan protección, que el papel del Estado es esencial". "Si esta protección no les fuera dada, se verían tentados a cambiar de régimen político. Esto explica el deterioro casi universal de los sistemas de salud, la disminución relativa de las pensiones y de las prestaciones de desempleo", remarcó.
Por otro lado, puntualizó algunos de indicadores de bienestar, entre ellos: la educación, la salud, el empleo decente, la seguridad económica y la desigualdad. "Si medimos estos indicadores, podríamos considerar los diferentes fenómenos que afectan al diseño de la política económica", sostuvo.
Y dio el ejemplo de una política que reduzca la seguridad económica o deteriore el sistema sanitario que no debería aplicarse. "Puede ayudar a reducir el déficit presupuestario, de aproximadamente un 0,5%, pero podría reducir mucho más el bienestar. Es porque no tenemos ninguna medida de esto último que no lo tomamos en consideración", cuestionó.
Qué es la ecología política
El sociólogo explicó el concepto de ecología política y detalló que "es el lugar de los discursos más que de las acciones: buenos sentimientos y ´blablablá´ generalizado" donde, según el economista, "la tecnocracia ocupa un lugar determinante, ya que el campo se considera técnico". Sin embargo, apuntó que "la mayoría de las medidas que los gobiernos han intentado implementar, como el impuesto sobre el carbono, se han encontrado con una violenta revuelta popular y han sido abandonadas".
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En tanto, concluyó que "es que la ecología no es técnica sino política. Es un bien de lujo que las categorías menos ricas no pueden permitirse". Pero, sobre todo, remarcó que "la ecología implica invertir en el futuro y ¿podemos exigir que aquellos que no ven su propio futuro inviertan en él? Ya se encuentran en un estado de inseguridad económica considerable. ¿Cómo podrían hacerlo? La ecología es política porque obliga a la democracia a preocuparse por la sociedad y la redistribución, si quiere implementar sus grandiosos planes".