La ONG Human Rights Watch (HRW) acusó hoy a Turquía de contribuir a la propagación del cólera en el norte de Siria y al régimen sirio de obstaculizar la llegada de ayuda humanitaria a zonas controladas por los kurdos.
Por primera vez desde 2009, el cólera reapareció a principios de septiembre en Siria, donde cerca de dos tercios de las plantas de tratamiento de agua, la mitad de las estaciones de bombeo y un tercio de los depósitos de agua quedaron dañados por 11 años de guerra, según la ONU.
"Esta devastadora epidemia de cólera no será la última enfermedad de origen hídrico que afecte a los sirios si no se resuelven inmediatamente los graves problemas de agua del país, sobre todo en el noreste", declaró Adam Coogle, vicedirector para Oriente Medio y África del Norte de HRW, informó la agencia de noticias AFP.
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"Turquía puede, y debe, cesar inmediatamente de agravar la crisis de agua en Siria", añadió.
La ONG precisó que "las autoridades turcas no garantizaron un caudal de agua adecuado hacia la parte siria del (río) Éufrates ni un abastecimiento de agua constante desde la estación de bombeo de Aluk", controlada por Turquía, en el norte de Siria.
Desde que apareció la epidemia en Siria, la Organización Mundial de la Salud (OMS) notificó 81 muertos y más de 24.000 casos sospechosos. Hubo víctimas en zonas controladas por el régimen, por los rebeldes y por los kurdos.
La enfermedad está favorecida por la ausencia de redes de alcantarillado o de agua potable.
Asimismo, HRW acusó al régimen sirio de obstaculizar la llegada de ayudas destinadas a combatir el cólera en las áreas bajo gobierno kurdo.
Con información de Télam