Las ONG Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) condenaron hoy el desastre ambiental y humanitario que supone la destrucción de la represa hidroeléctrica de Kajovka, en el sur ucraniano, que inundó las inmediaciones de la región entre acusaciones cruzadas de Rusia y Ucrania por la autoría del ataque.
"Estamos profundamente preocupados por la seguridad de cientos de personas afectadas por la destrucción de la represa de la central hidroeléctrica de Kajovka en la región de Jersón, en Ucrania, y por la gran devastación medioambiental que causarán las inundaciones", declaró el director de Medioambiente y Derechos Humanos de HRW, Richard Pearshouse, en un comunicado.
La central hidroeléctrica de Kajovka, ubicada en el río Dnieper, a 60 kilómetros de la ciudad de Jerson, es una infraestructura clave del sur ucraniano y abastece de agua a la península de Crimea, anexada por Moscú en 2014.
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Pearshouse, que agregó que la planta también suministra agua a la central nuclear de Zaporiyia, que utiliza el embalse para la refrigeración de sus instalaciones, las más grandes de Europa, pidió a las autoridades rusas y ucranianas que evacuen a los civiles de las áreas afectadas y que proporcionen atención médica y humanitaria.
Por su parte, la directora regional de Europa del Este y Asia Central de AI, Marie Struthers, reclamó a la comunidad internacional que lleven a los responsables de este "enorme desastre humanitario" a la Justicia.
"Las normas del Derecho Humanitario protegen específicamente las represas debido a los peligros que su destrucción representa para la población civil", manifestó Struthers, que agregó que el ataque contra Kajovka es una "catástrofe que pone en peligro la vida, la seguridad y el bienestar de cientos de miles de personas".
En esa línea, aseguró que su destrucción supone un "desastre humano y ambiental" que "privará a la población del suministro de agua potable, incluso en las principales ciudades y en la península de Crimea ocupada por Rusia".
"De manera particularmente preocupante, puede tener efectos catastróficos en la planta nuclear de Zaporiyia, que también está bajo control ruso y que depende del agua de Dnieper para un mantenimiento crítico", recordó, según la agencia de noticias Europa Press.
Struthers exigió una investigación "independiente" e "imparcial" sobre el suceso.
"Reiteramos nuestro llamado para que todos los presuntos responsables de agresión, crímenes de guerra y otros crímenes de Derecho Internacional comparezcan ante la Justicia en juicios justos y para que las víctimas y los supervivientes reciban una reparación completa", afirmó.
Con información de Télam