El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, llegó hoy al Líbano en una visita de alto perfil que, según dijo, se centrará en apoyar a la población del país afectado por una crisis política y económica sin precedentes, y que se agravó más tras la explosión del puerto de Beirut en 2020.
La visita del máximo responsable de Naciones Unidas, quien llegó a Beirut procedente de la capital de Francia, París, se extenderá hasta el miércoles próximo.
Cuando era alto comisionado para los refugiados, vine muchas veces al Líbano y pude ver la solidaridad del pueblo libanés con tantos refugiados", expresó Guterres a su llegada en el aeropuerto internacional Rafik Hariri, en la capital libanesa, Beirut.
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"Y creo que este es el momento para que todos en el mundo expresemos la misma solidaridad con el pueblo del Líbano. Entonces, si hay una palabra para caracterizar mi visita, esa palabra es solidaridad, agregó, según informó la agencia de noticias estatal libanesa NNA.
Se espera que Guterres inste a los líderes políticos del país, cuyas diferencias sobre temas clave condujeron a una parálisis del Gobierno y del Parlamento, a avanzar en las reformas necesarias para reanudar negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) suspendidas el año pasado.
La clase política también está dividida en torno a la investigación interna sobre la explosión del puerto de Beirut en agosto de 2020 que mató a más de 216 personas, hirió a miles y agravó los problemas del Líbano después de dejar grandes partes de la capital libanesa destruidas.
El secretario general de la ONU se reunirá con funcionarios gubernamentales, encabezados por el presidente Michel Aoun; el presidente del Parlamento, Nabih Berri; y el primer ministro Najib Mikati, además de varios líderes religiosos y representantes de la sociedad civil, informó la prensa local.
El colapso económico en el Líbano fue descrito como uno de los peores del mundo en más de 150 años. La inflación y los precios de los productos básicos se han disparado en este país del Medio Oriente que importa más del 80% de sus productos básicos.
La pobreza aumentó exponencialmente y la escasez de suministros básicos y las restricciones a los retiros y transferencias bancarias, especialmente en moneda extranjera, contribuyeron a la desesperación, mientras que la clase política, acusada de años de corrupción y mala gestión, no logra ofrecer soluciones.
Los donantes internacionales han extendido la asistencia humanitaria al Líbano para hacer frente a la crisis, pero se niegan a ofrecer apoyo al Gobierno antes de que se acuerde un plan de reforma.
Guterres también destacó que las elecciones del próximo año serán clave para sentar las bases de un futuro mejor.
Los políticos también están divididos sobre la fecha y los detalles de la celebración de las elecciones, previstas para el segundo trimestre de 2022.
Se espera que una decisión del consejo constitucional del país resuelva la disputa.
Con información de Télam