El último soldado norteamericano salió de Afganistán, dejando el país en manos de los talibanes tras la guerra más larga en la historia de Estados Unidos, que acabó en una derrota para la primera potencia y sus aliados occidentales. "El último avión C-17 despegó del aeropuerto de Kabul el 30 de agosto" a las 19H29 GMT (a las 16.29 hora argentina), declaró el general Kenneth McKenzie en una conferencia de prensa.
"Aunque se completó la evacuación militar, continúa la misión diplomática para asegurar más ciudadanos estadounidenses y afganos elegibles que quieran irse", agregó el jefe del Comando Central de Estados Unidos a cargo de Afganistán. El militar, citado por las agencias de noticias AFP y ANSA, apuntó que "desde el 14 de agosto, durante un período de 18 días, aviones de Estados Unidos y sus aliados han evacuado a más de 123.000 civiles del Aeropuerto Internacional Hami Karzai".
"El retiro de esta noche significa tanto el final de la evacuación del material militar como el fin de casi 20 años de misión iniciada en Afganistán poco después del 11 de septiembre", señaló Kenneth McKenzie, quien ponderó que se trató de "una misión que entregó a la justicia a Osama Ben Laden junto con muchos co-conspiradores de al-Qaeda". Además, evaluó que el costo de la operación "fue de 2.461 militares y civiles norteamericanos muertos y más de 20.000 heridos, incluyendo desafortunadamente los 13 marines fallecidos la semana pasada en un atentado suicida".
El embajador de Estados Unidos en Afganistán y el comandante de las fuerzas militares estadounidenses en suelo afgano fueron los últimos en abordar el vuelo final de evacuación de Kabul, anunció el lunes el Pentágono.
"A bordo del último avión estaba el general Chris Donahue", comandante de las fuerzas militares estadounidenses en suelo afgano, junto con el embajador Ross Wilson, dijo el general Kenneth McKenzie, comandante del Comando Central de Estados Unidos del que depende Afganistán. La partida estadounidense fue festejada con disparos en la capital Kabul, reportaron testigos. Las ráfagas procedían en particular de los principales puestos de control de los talibanes, mientras los gritos de júbilo se oyeron también desde lugares ubicados en la antigua "zona verde".
"El último ocupante estadounidense se retiró (del aeropuerto de Kabul) a las 12 en punto y nuestro país obtuvo su completa independencia, alabanza y gratitud a Dios", expresó a su vez un portavoz talibán en la red social Twitter.