El Salvador se convertirá el martes en el primer país del mundo en reconocer el bitcóin como moneda de curso legal, una medida que, según el presidente Nayib Bukele, ahorrará a los salvadoreños que viven en el extranjero millones de dólares en comisiones por el dinero que envían a casa.
Pese a la popularidad de Bukele, la medida ha sido recibida con escepticismo por muchos salvadoreños que están preocupados por la volatilidad de la criptomoneda y por cómo funcionará su plan.
A continuación, algunos de los pros y contras que han surgido sobre el plan de El Salvador, lanzado en junio.
Remesas
El año pasado los salvadoreños enviaron a casa casi 6,000 millones de dólares desde el extranjero, sobre todo desde Estados Unidos. La suma equivale a cerca del 23% del Producto Interno Bruto del país.
Bukele dijo el mes pasado que el bitcóin aportaría "enormes beneficios" porque permitiría a los salvadoreños ahorrar los 400 millones de dólares que, según él, se gastan cada año en comisiones por remesas.
Pero muchas de las mismas personas que envían o reciben dólares a El Salvador desconfían del bitcóin. En tanto, datos del Banco Mundial (BM) muestran que los costos de las remesas del dolarizado país centroamericano ya son de los más bajos del mundo.
Huella de carbono
El plan de bitcóin de El Salvador ha puesto bajo la lupa el impacto medioambiental de las criptomonedas y el BM ha señalado estos posibles efectos adversos entre sus preocupaciones.
Extraer moneda digital del ciberespacio requiere grandes cantidades de energía y las emisiones mundiales de CO2 de la industria del bitcóin se han elevado a 60 millones de toneladas, equivalente a los gases de escape de unos nueve millones de coches, según un reporte de marzo de Bank of America.
Bukele trató de contrarrestar las preocupaciones sobre la sostenibilidad diciendo en junio que había dado instrucciones a la empresa estatal de electricidad geotérmica LaGeo para que desarrollara un plan para ofrecer instalaciones de minería de bitcóin utilizando energía renovable de los volcanes del país.
Cumplimiento normativo
Si bien los defensores presentan al bitcóin como una innovación que es independiente del capricho gubernamental, ha provocado advertencias de que podrían aumentar los riesgos regulatorios, financieros y operativos para las instituciones financieras, entre ellas las normas internacionales contra el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
En junio, la agencia calificadora Fitch Ratings señaló que "las ganancias de capital no serán gravadas y los impuestos se pueden pagar en bitcóins, lo que podría atraer entradas extranjeras de bitcóins al país. Esto puede aumentar los riesgos de que los ingresos de actividades ilícitas pasen a través del sistema financiero salvadoreño".
El Fondo Monetario Internacional ha citado preocupaciones legales sobre la adopción de bitcóin en medio de sus conversaciones con El Salvador sobre un acuerdo de financiamiento de casi 1,000 millones de dólares, que sigue pendiente.
Después de que se aprobó la ley de bitcóin de Bukele, la agencia Moody's rebajó la calidad crediticia de El Salvador. Los bonos del país denominados en dólares también se han visto presionados.
Divisas
Bukele ha creado un fideicomiso de 150 millones de dólares para permitir la conversión de bitcóins en dólares, pero persisten las dudas sobre cómo el país evitará los riesgos vinculados a las fuertes fluctuaciones de la moneda digital, cuyo valor puede variar en cientos de dólares en un día.
Fitch argumentó que bitcóin sería negativo para las compañías de seguros salvadoreñas expuestas a la moneda debido a un mayor riesgo cambiario y de volatilidad de las ganancias.
"Las aseguradoras que mantienen bitcóin en sus balances durante períodos prolongados estarán muy expuestas a la volatilidad de sus precios, lo que aumentará el riesgo de los activos", dijo Fitch el mes pasado.
Aún así, para aquellos que tienen bitcóins, ha demostrado ser un medio de pago popular en El Zonte, una ciudad costera que fue uno de los trampolines para la criptomoneda en El Salvador.
Siempre que no haya inconvenientes con la convertibilidad, eso ha estimulado la esperanza de que pueda ser una importante fuente de divisas.