El máximo tribunal de la región, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, asumió hoy con su nueva composición, que incluye a la argentina Verónica Gómez, otras dos magistradas de Chile y Costa Rica, y tres jueces de Brasil, Uruguay y Colombia, estos dos últimos los titulares del cuerpo.
En un acto en la sede del tribunal en San José de Costa Rica, los cuatro nuevos miembros tomaron posesión de sus cargos por los próximos cinco años: Gómez, la costarricense Nancy Hernández López, la chilena Patricia Pérez Goldberg y el brasileño Rodrigo de Bittencourt Mudrovitch.
Se suman a los dos restantes magistrados de la corte regional, que ya eran parte del tribunal pero que también asumieron hoy como autoridades: el uruguayo Ricardo Pérez Manrique como presidente y el colombiano Humberto Sierra Porto como vicepresidente.
La Cancillería argentina recordó hoy en un comunicado que el gobierno de Alberto Fernández postuló a Gómez para el cargo "con la firme convicción de la necesidad de alcanzar la paridad de género en órganos internacionales".
La magistrada es la primera jueza del país que integra esta corte regional y reemplaza a otro argentino, el ex miembro de la Corte Suprema de la Nación Eugenio Zaffaroni, que terminó su mandato, iniciado en 2016.
Desde Costa Rica, el flamante presidente de la CIDH, Pérez Manrique, también celebró la nueva paridad de género.
"Paridad es reconocer que las mujeres tienen el derecho a estar plenamente representadas en los espacios de toma de decisiones", aseguró el presidente, quien además informó que el tribunal retomará las sesiones presenciales, canceladas durante los últimos dos años de pandemia.
El canciller anfitrión del acto, el costarricense Rodolfo Solano, también destacó la importancia de la nueva composición de la corte: "Su sola presencia es un aire fresco de convocatoria para que la mujer en nuestro continente pueda seguir avanzando no solamente en las conquistas de sus derechos sino en el liderazgo que deben seguir ejerciendo".
La CIDH es una instancia única en la región que permite la resolución de casos contenciosos de ciudadanos contra un Estado y también un mecanismo de supervisión de sentencias y una función consultiva.
Tras asumir el cargo de presidente, Pérez Manrique se comprometió a que el tribunal mantenga los "ojos bien atentos para (...) oír a quienes no tienen la posibilidad de ser escuchados, a las personas en situación de vulnerabilidad, que son millones en la región".
Con información de Télam