Tras haber establecido un estricto modelo de cuarentena y con un fuerte proceso de vacunación en marcha, la ciudad de Londres registró cero muertes por coronavirus después de seis meses. Luego del tercer confinamiento ordenado por el gobierno, Gran Bretaña recién comienza a liberar ciertas actividades.
La capital británica registró cero muertes en las últimas 24 horas por primera vez desde septiembre. En el peor momento de la pandemia se llegaron a lamentar 230 muertes por coronavirus. En la primera ola, Londres supuso el 12% de las muertes por coronavirus registradas en Reino Unido.
Actualmente, la tasa de vacunación contra el COVID-19 en Gran Bretaña supera a la de las naciones de la Unión Europea (UE), con casi 34 millones de vacunas distribuidas. Ante este panorama, el primer ministro Boris Johnson recién ahora relajará el estricto mensaje de “permanecer en casa” que restringió las actividades diarias y mantuvo a raya al virus durante casi tres meses.
A partir de este lunes, se permitirá que grupos de hasta seis personas de dos casas distintas puedan reunirse en parques y jardines privados. Sin embargo, las tiendas no esenciales, gimnasios y exteriores de bares y restaurantes no podrán abrir hasta el 12 de abril.
Las otras regiones de Gran Bretaña -Escocia, Gales e Irlanda del Norte- están tomando pasos muy similares. En Gales, miles de personas acudieron el sábado a las playas y a sitios en las montañas, después de que las autoridades suspendieron las restricciones a los viajes que han estado vigentes desde diciembre.
Aún así, la mayoría de los negocios que no son considerados esenciales continúan cerrados, junto con las tabernas, los restaurantes, los gimnasios, los cines, los teatros, los museos y los estadios deportivos. Millones de trabajadores fueron cesados temporalmente, y el gobierno está pagándoles la mayor parte de sus salarios.
A pesar de la flexibilidad, Stephen Powis, director médico del Servicio Nacional de Salud en Inglaterra, exhortó a la gente a seguir apegándose a las normas y a limitar su contacto con otras personas, afirmando que el hecho de que se relaje el confinamiento “no significa que hayamos concluido el trabajo”.
“Hemos hecho enormes avances sobre los que tenemos que seguir construyendo y no dilapidar las ganancias que hemos logrado”, escribió en el diario Sunday Telegraph.