Mientras el número de contagios diarios desciende por debajo de los 40.000 por primera vez en tres meses en la India, las imágenes de la acumulación de cadáveres de víctimas de COVID-19 que resurgieron a causa de las inundaciones en el río Ganges no dejan de dar escalofríos en todo el mundo. El país ya suma más de 30,3 millones de casos y casi 400.000 muertos desde que comenzó la pandemia, por lo que es la segunda nación con más contagios después de Estados Unidos.
En el momento más grave de la segunda ola del COVID-19 en la India, cuando los crematorios y funerarias no daban abasto, muchas familias del norte y el este se vieron obligadas a entregar los cuerpos de sus seres queridos a las aguas del Ganges, sagrado para los hindúes, por falta de espacio o recursos. Otros decidieron enterrarlos en tumbas, apenas excavadas en las orillas arenosas del gran río, epíteto de la diosa madre Ganga Ma.
Sin embargo, la llegada del monzón, un viento estacional, acompañada de sus lluvias torrenciales, provocó inundaciones que dejó al descubierto a los muertos enterrados en sus orillas, según informó la agencia de noticias AFP. Se trata de cerca de 150 cadáveres que aparecieron en las últimas tres semanas fueron incinerados, informaron las autoridades de Allahabad. Según las autoridades de la ciudad, hasta 600 cadáveres fueron enterrados en las orillas del Ganges, aunque para algunos habitantes esa cifra está subestimada y temen que aparezcan nuevos cuerpos durante las próximas inundaciones.
Sonu Chandel, un barquero que trabaja en un crematorio a orillas del Ganges, recordó las escenas de hace unos meses de entierros y expresó su preocupación por la subida de las aguas. "Fue muy triste ver a esta pobre gente enterrar a sus seres queridos de una manera tan indigna, y la subida de las aguas no hace más que empeorar la situación", dijo a la AFP.
"Siempre tengo miedo de que uno [un cuerpo] golpee mi remo o de que [mi bote] pase por encima de un cadáver al subir el agua", agregó. Esta situación "corre el riesgo de provocar enfermedades peligrosas. El gobierno debe investigarlo", declaró a la AFP Dipin Kumar, que vive cerca del Ganges, en Allahabad. Millones de hindúes acuden tradicionalmente al Ganges para bañarse y lavar sus pecados o para realizar ritos funerarios, que dan lugar a la incineración de los muertos en sus orillas y luego se esparcen sus cenizas en las aguas.