El Parlamento de Corea del Sur aprobó la moción de destitución presentada contra el presidente del país, Yoon Suk Yeol, por declarar la ley marcial tras acusar a los diputados opositores de simpatizar con Corea del Norte, una medida que fue revocada tan sólo horas después de su decreto y que provocó una crisis interna en el país. Fue por 204 votos frente a 85 en contra, tres abstenciones y ocho votos nulos, según informaciones de la agencia surcoreana de noticias Yonhap. Es el tercer presidente de la historia del país en ser destituido.
Se trata de la segunda moción sometida a votación en la Asamblea Nacional del país en una semana. El pasado sábado, la iniciativa no obtuvo la mayoría necesaria para salir adelante debido al rechazo del partido de Yoon, el gubernamental Partido del Poder Popular, que cuenta con 108 escaños y cuyos diputados. Sin embargo, en esta ocasión decidieron desmarcarse.
Para que la medida fuese aprobada era necesario el respaldo de 200 de los 300 diputados que conforman el Parlamento -en una votación con la presencia de más de la mitad de los parlamentarios-. Tras conocer el resultado de la votación, el mandatario dijo que iría a "no rendirse nunca" y prometió seguir "haciendo lo mejor para el país hasta el final". En un mensaje a la nación, dijo que se tomará "una pausa" y que va a "pensar en todas las críticas, pero también en todo el apoyo que he recibido, y seguiré haciendo lo mejor para el país".
"Es un momento difícil y decisivo", señaló dirigiéndose a los altos cargos del Gobierno y a los funcionarios. "Por favor, manténganse fuerte en sus posiciones y seguid desempeñando vuestro papel. Centráos en hacer todo lo posible para proteger la seguridad y la felicidad de la gente", subrayado.
En este sentido, hizo un repaso por su carrera desde que llegó a la política y recalcó que "contaba con aspiraciones". "Desde entonces, trabajé sin descanso, poniendo toda mi energía en ello", sostuvo. "Pido a los políticos centrarse en los esfuerzos llevados a cabo para evitar la confrontación y la temeridad", apuntó, al tiempo que hizo hincapié en la fortaleza del pueblo, al que pidió "unidad" para garantizar "la democracia, la libertad y la prosperidad de Corea".
Han Duck Soo pasa a ser presidente interino
El primer ministro, Han Duck Soo, que pasa a ocupar el cargo de presidente interino de forma temporal, defendió que "no puede haber vacío alguno en los asuntos estatales" a pesar de lo sucedido. "Las condiciones políticas a nivel interno y externo son actualmente muy difíciles para Corea del Sur y el Gobierno tendrá que hacerlo lo mejor que sepa para superar estas dificultades y minimizar el impacto de esto en las vidas de los surcoreanos", expresó.
"Vamos a mantener una postura dura en materia de seguridad y a estabilizar y gestionar la confianza de la comunidad internacional. El Gabinete entero hará lo que esté en su mano para mantener la confianza entre Corea y sus aliados", aclaró, al tiempo que admitió que tiene una "gran responsabilidad". El líder del partido Yoon, Han Dong Hoon, lamentó el resultado de la votación: "Me tomo lo que ha sucedido hoy de forma muy seria".
"Como líder del partido gubernamental, trabajaré con la gente para corregir los errores y proteger la Constitución y la democracia", dijo frente a las críticas del líder de la oposición, Lee Jae Myung, que ha afirmado que se trata de una prueba del poder del pueblo.
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En manos del Constitucional
Yoon, que anunció el 3 de diciembre la ley marcial en un inesperado discurso a la nación en el que acusó a los diputados opositores de simpatizar con Corea del Norte, fue inhabilitado, por lo que sus funciones quedan en manos del primer ministro hasta que el Tribunal Constitucional se pronuncie sobre su cese.
La Corte tiene 180 días para hacerlo y, según la Constitución surcoreana, deberá avalar la medida para que esta se haga efectiva. Para ello, seis de un total de nueve jueces que componen el tribunal deben votar a favor -si bien actualmente hay tres vacantes, por lo que los seis restantes deberán dar su apoyo unánime a la destitución-. Una vez el Constitucional dé su visto bueno, deben convocarse elecciones anticipadas en un periodo de 60 días. Así, Yoon se convertiría en el tercer presidente de la historia del país -junto a Park Geun Hye en 2016- en ser destituido.
Yoon, que pidió perdón por lo ocurrido, sigue defendiendo su decisión, adoptada con el fin de "proteger" al país de "fuerzas contrarias al Estado". No obstante, el texto de esta segunda moción incluye acusaciones en su contra por dar directrices a las fuerzas de seguridad para detener a diputados opositores durante las pocas horas en que estuvo vigente la ley marcial, una decisión por la que ya tuvieron que disculparse varios altos cargos, entre ellos el exministro de Defensa, que fue detenido por su presunta implicación.
De forma paralela, la Fiscalía sigue adelante con sus investigaciones contra Yoon y varios miembros de su Gabinete por presunta insurrección y traición, por lo que tiene prohibido abandonar el país.
Con información de EuropaPress.