El asedio de Israel a la Franja de Gaza se profundiza cada día más desde el pasado 7 de octubre: hay un nuevo corte de comunicaciones por falta de combustible, el Ejército israelí tomó el puerto y los ataques que no cesan desde hace hace más de cinco semanas destruyeron el último molino. Por esa razón, relatores de las Naciones Unidas advirtieron que ese territorio palestino ocupado podría quedarse "sin harina en el futuro cercano". Al momento, más de 11.500 palestinos fueron asesinados en el marco de la ofensiva y 3.460 personas siguen desaparecidas y se cree que están bajo los escombros.
"Lamentamos anunciar que todos los servicios de telecomunicaciones han quedado sin servicio porque todas las fuentes de energía que sostienen la red se han agotado y no se ha permitido la entrada de combustible", explicaron en sus redes sociales Jawwal y Paltel, las principales compañías de telecomunicaciones.
La advertencia sobre la posibilidad de un corte la vienen haciendo desde hace días, fruto de la falta de generadores eléctricos que precisan de combustible para funcionar, algo que también la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (Unrwa) había señalado y cuyo desabastecimiento total acabó por confirmar este jueves. "Gaza sufre nuevamente un corte total de las comunicaciones porque no hay combustible", dijo el jefe de la Unrwa, Philippe Lazzarini, en declaraciones a la prensa en Ginebra difundidas por la agencia de noticias AFP.
En este contexto, el Ejército israelí afirmó haber tomado "control operativo" del puerto de Ciudad de Gaza, una infraestructura clave del territorio palestino, en el marco de su ofensiva contra el movimiento islamista Hamas. Fue al cabo de una operación conjunta de las fuerzas blindadas y navales que permitió en "los últimos días tomar el control operacional del puerto de Gaza" bajo la excusa de que supuestamente la organización islamista palestina Hamas lo utilizaba "como centro de entrenamiento para sus fuerzas de comandos navales a fin de planificar y ejecutar ataques terroristas navales", informó la agencia de noticias AFP.
También, en la misma jornada, destruyeron el último molino, un día después de que también fuera destruido el Parlamento. El impacto, en este caso podría llegar a ser aún más devastador: Gaza podría quedarse sin harina "en un futuro cercano", informó este jueves la ONU. La destrucción de la infraestructura, ubicada en la ciudad central gazatí de Deir al Balah, amenaza con agravar la situación humanitaria en un territorio empobrecido donde la harina es un productos básico y que ya enfrenta graves carencias alimentarias derivadas del conflicto.
Las colas para conseguir pan han dejado una de las imágenes más gráficas en estas últimas semanas de los problemas que tiene la población de la franja para abastecerse, derivada entre otras razones de la progresiva paralización de los molinos. El último que seguía activo, el de As Salam, en Deir al Balah, fue alcanzado por un ataque este jueves y quedó "destruido", dijo la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) de la ONU, sin especificar quién fue el responsable del ataque.
Las panaderías se han visto obligadas a parar su actividad "por falta de combustible, agua y harina de trigo" y por "daños estructurales", agregó la nota, informó la agencia de noticias Europa Press. La OCHA afirmó que ya no hay harina en el mercado, si bien la situación alimentaria es especialmente grave en el norte, principal foco de la ofensiva lanzada por el Ejército israelí en respuesta a los ataques de Hamas en Israel de principios del mes pasado.
Con información de Télam