Argentina y un vuelco histórico en su posición con Palestina

Votó junto con Estados Unidos e Israel y otros pocos países. Fue el único país latinoamericano en manifestarse en contra de otorgarle más peso diplomático en las Naciones Unidas. La resolución fue aprobada por una abrumadora mayoría.

10 de mayo, 2024 | 19.30

Argentina volvió a mostrar su pleno alineamiento con Estados Unidos e Israel e hizo un giro sin precedentes respecto a la cuestión Palestina. Durante la décima Sesión Especial de Emergencia ante la crisis en la Franja de Gaza, rechazó una resolución de una alianza de países árabes para que Palestina obtuviera más derechos de participación en las Naciones Unidas en el camino a consagrarse como Estado pleno. El pedido fue aprobado por una abrumadora mayoría: 143 votos a favor, 25 abstenciones y sólo 9 en contra. “Este voto rompe con el posicionamiento histórico del país”, sostuvo ante El Destape la analista internacional, Melisa Trad; y señaló que de ese modo el presidente, Javier Milei, "pretende sentarse a una mesa a la que nadie lo ha llamado".

Además de Estados Unidos, Israel y Argentina, votaron en contra de la resolución: República Checa, Hungría, Palau, Papúa, Nauru y Micronesia. La debilidad israelí no sólo se pudo ver en la cantidad de avales cosechados en la jornada de este viernes, sino que a diario las manifestaciones para ponerle fin a la guerra crecen desde los movimientos universitarios, políticos y sociales que se despliegan alrededor del mundo. Y, más allá de su voto, el presidente estadounidense, Joe Biden, cada día parece más alejado de su aliado israelí Benjamín Netanyahu que decidió avanzar más allá de las críticas de Occidente sobre la ciudad de Rafah, en donde se alojan más de un millón y medio de refugiados que escapan de las bombas y misiles que Israel dice apuntar contra el movimiento islamista palestino Hamas, al que considera "terrorista".

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En medio de ese contexto y más allá de él, el gobierno ultraderechista de argentina dio un vuelco en su política exterior. La decisión la ejecutó el embajador ante la ONU, Ricardo Lagorio, que este medio intentó contactar sin suerte. “La Argentina hace mucho que sostiene una posición de equidistancia que reconoce que Israel tiene derecho a vivir en paz (bajo los límites previos a la guerra de 1967, no todo el territorio que ocupó después ilegalmente) y que Palestina tiene derecho a crear su propio Estado. El país acaba de votar en contra de eso mismo”, explicó Trad, que es periodista especializada en seguridad internacional y magíster en seguridad, inteligencia y estudios estratégicos.

Sobre este accionar también se manifestó el excanciller Santiago Cafiero (2021-2023) en sus redes sociales. Entendió que esta es una postura “dogmática que destruye la postura histórica” del país. “Desde que el Reino Unido decidió su retiro de Medio Oriente, la tradición diplomática de nuestro país ha buscado en forma consistente la promoción de soluciones no impuestas y consensuadas entre las partes para la convivencia pacífica de los pueblos”, indicó el exministro e hizo un hilo con el historial de pasos dados respecto al tema desde entonces, desde 1947 hasta la fecha.

La posición a la que Trad y Cafiero hicieron alusión quedó plasmada por resolución, en 2010, durante la gestión de Cristina Fernández de Kirchner cuando Palestina fue reconocida como Estado libre por Argentina. Allí, se señaló la posición en consonancia con sus socios del Mercosur Brasil y Uruguay de que “ha llegado el momento” de dar ese paso, a lo que sumó que la intención era que pudiera “lograrse un avance definitivo en el proceso de negociación que conduzca al establecimiento de una paz justa y duradera en Medio Oriente”.

“No es una sorpresa”, expresó Trad sobre esta decisión política por parte del Gobierno y señaló que, de este modo, “una vez más, el presidente Javier Milei pretende sentarse a una mesa a la que nadie lo ha llamado y que todavía no parece haber reportado ningún beneficio para los intereses de la Argentina”. Es más, para la analista “la política exterior de un país no puede (o no debería) ser conducido por caprichos personales”.

Trad apuntó también que otro de los correlatos de esta decisión es que “choca con la tradición de derechos humanos de la Argentina: “Que nuestro país (o la oficina del presidente) respalde sin tapujos el derecho de ‘defensa’ únicamente de Israel y se mantenga en silencio con respecto a las violaciones a los derechos humanos que comete y cometía Israel desde antes del 7 de octubre y los crímenes de guerra que están sucediendo frente a nuestros ojos, es como mínimo una mirada sesgada de la realidad y a contramano de lo que están pidiendo todas las organizaciones de derechos humanos”, apuntó la especialista.

“El Gobierno Nacional debería reconocer, en todos los organismos internacionales y en particular en Naciones Unidas, la urgencia de encontrar una solución pacífica e integral a la cuestión Palestina respetando los valores que ha mantenido en forma constante y firme nuestro país”, pidió, por su parte Cafiero.

Desde la perspectiva geopolítica y regional, Trad analizó lo que pareciera quedar en claro desde que comenzó el actual Gobierno, que hace énfasis en su alineamiento "irrestricto" con Estados Unidos: “Esto nos aísla del resto de Latinoamérica y del mundo que de manera masiva se expresó en la Asamblea General de las Naciones Unidas a favor de convertir a Palestina en un miembro pleno del organismo”. Aunque la especialista consideró que se trata de un voto “simbólico” -porque no cambia lo que sucede en Medio Oriente- estimó que “lo más coherente con el lugar que ocupa la Argentina y su historia habría sido votar a favor”.

“Creo que el mundo entiende que Argentina ha pegado un volantazo y la Latinoamérica que busca integrarse ve estos gestos como un granito más de todo lo que separa a la Argentina de Javier Milei de un proyecto regional como el que buscan (el presidente de Brasil, Luiz Inacio) Lula da Silva o (el presidente de Colombia, Gustavo) Petro”, dijo Trad. Ambos mandatarios sudamericanos se manifestaron por la búsqueda de una resolución pacífica del conflicto y de dos Estados. Petro fue el más radical al anunciar el rompimiento de relaciones diplomáticas con Israel tras la escalada que recomenzó el pasado 7 de octubre, luego una incursión inédita por parte de Hamas por la que Israel recomenzó fuertes ataques para eliminar a ese grupo.

La distancia entre Argentina y el resto de la región se pudo ver incluso en el voto de aliados históricos de Estados Unidos en estos territorios que votaron a favor, como El Salvador; y hasta aún, más cerca: Paraguay, que también adoptó una posición disidente frente a Palestina, pero sin ir más allá: se abstuvo. En cuanto al resto de los países latinoamericanos, Venezuela rompió relaciones con Israel en 2009; y Cuba en en 1973. 

Los efectos de la resolución aprobada por mayoría

La resolución de carácter no vinculante fue presentada por Emiratos Árabes Unidos y, luego de su aprobación, fue girada al Consejo de Seguridad. Aún así, introduce fuertes cambios y significa un importante paso en el camino a constituirse como Estado pleno de derechos en el organismo internacional al establecer un nuevo “peso diplomático” en el sistema internacional de la ONU. Por ejemplo, tiene ahora derecho a participación como orador en el orden del día de las cuestiones palestinas y de Medio Oriente, derecho a hacer declaraciones en nombre de un grupo, a presentar propuestas y enmiendas y, también, a que miembros de su delegación sean elegidos en comisiones principales de la Asamblea.

En tanto, mantendrá su estatus de Estado observador, por lo que no tiene derecho a voto.  

En la resolución aprobada, además, se recomienda al Consejo de Seguridad -el organismo a cargo de sugerir a la Asamblea qué Estados se incorporan como miembros plenos- que revea el ingreso de Palestina como miembro pleno y se solicita a Estados Unidos que revea su poder de veto, del cual hizo uso recientemente para frenar una recomendación en la que ganaba por mayoría la incorporación de Palestina.