El pleno de la Convención Constitucional de Chile aprobó un artículo borrador que cambia la corazón del Estado chileno, al considerar que Chile será un "Estado Social y Democrático de Derecho" en reemplazo del "Estado subsidiario" instaurado en la dictadura de Augusto Pinochet. La aprobación se dio con 114 votos a favor, 26 en contra y 10 abstenciones, estos últimos votos de la mayoría de Chile Vamos, la coalición del expresidente Sebastián Piñera.
Esta norma que antes no había logrado el quórum de 2/3 -solo había obtenido 101 votos- podría abrir el "Capítulo de Principios" de la nueva Constitución. Se votó este lunes en la sesión N°80 del Pleno de la Convención Constitucional donde se votaron los informes de reemplazo y segunda propuesta de la comisión de Principios Constitucionales. Tras esto, 15 artículos pasaron -completos o en parte-, al borrador de la nueva Constitución. Entre ellos la definición de Estado, Emblemas Nacionales, Igualdad sustantiva y la declaración de Estado Laico.
¿Qué significa que Chile sea un Estado Social y Democrático de Derecho?
Es un sistema que pretende generar, a través de las políticas de Estado, un mayor bienestar social. Esto implica que el Estado tenga un rol activo en facilitar nuevas y mejores condiciones para el desarrollo individual y social. Así, se abandona el concepto de Estado subsidiario, implícito en la actual Constitución, que entrega principalmente a los privados el cumplimiento de los derechos sociales, desligando del Estado la responsabilidad de garantizarlos.
De esta manera -explican en la página web de la Convención Constituyente- ahora se reconoce el deber del Estado de proteger el bienestar de las personas, la sociedad y la naturaleza. Además, esta norma estipula que Chile es una República democrática, solidaria y paritaria; reconoce el valor de la dignidad, la libertad, la igualdad de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza.
Este nuevo artículo y concepción del Estado fue una de los grandes pedidos que llevaron a las calles quienes protagonizar el estallido de 2019. Tras la votación en el Pleno, la coordinadora de la Comisión de Principios Constitucionales, Loreto Vallejos, comentó que "el tema del artículo 1 nos tiene a todos muy contentos porque permite garantizar los derechos sociales y políticamente hace el giro que buscábamos de un Estado que se haga cargo y que se responsabilice, y no el mercado, de generar certezas a la población".
Plurilinguismo, igualdad de género, Estado laico
Los convencionales también aprobaron el artículo 12 de la segunda propuesta de la Comisión de Principios constitucionales, sobre plurilingüismo, con 105 votos a favor, 31 en contra y 11 abstenciones, por lo que también integra ya el borrador de la nueva Constitución. La norma señala que "Chile es un Estado plurilingüe, su idioma oficial es el castellano y los idiomas de los pueblos indígenas serán oficiales en sus territorios y en zonas de alta densidad poblacional de cada pueblo indígena. El Estado promueve el conocimiento, revitalización, valoración y respeto de las lenguas indígenas de todos los pueblos del Estado Plurinacional".
Los convencionales también aprobaron -con 107 votos a favor, 17 en contra y 23 abstenciones- el artículo 6 del mismo informe, que consagra la igualdad sustantiva de género. "La Constitución asegura la igualdad sustantiva de género, obligándose a garantizar el mismo trato y condiciones para las mujeres, niñas y diversidades y disidencias sexogenéricas ante todos los órganos estatales y espacios de organización de la sociedad civil", señala el texto.
Los convencionales también respaldaron el artículo 13 E, sobre el Estado laico. "Chile es un Estado Laico, donde se respeta y garantiza la libertad de religión y de creencias espirituales. Ninguna religión, ni creencia en particular es la oficial del Estado, sin perjuicio de su reconocimiento y libre ejercicio, el cual no tiene más limitación que lo dispuesto por esta Constitución", indica el texto aprobado, replicado en medios locales.
La propuesta de la nueva Constitución será votada el 4 de septiembre, donde chilenos y chilenas deberán definir si ratifican o no la propuesta. El voto, para esta ocasión, será obligatorio, participarán mayores de 18 de años y contemplará dos opciones: Apruebo o Rechazo. Para las personas que no residen en Chile, en tanto, el sufragio será voluntario. De ser rechazada, se mantendrá la actual Constitución de Pinochet.