Un día después de que el presidente chileno, Garbiel Boric, recibiera el texto final de la nueva Constitución, el exmandatario de ese país, Ricardo Lagos, publicó una carta en Twitter en la que evitó tomar partido por el Apruebo o Rechazo pero si afirmó que, en su opinión, el proceso constituyente en Chile debería seguir una vez se celebre la votación. Se desconoce la posición que tomará Lagos en la votación aunque se presume que por su historia política de férrea oposición a la dictadura de Augusto Pinochet -autor de la actual Constitución- debería inclinarse por el Apruebo. A fines del año pasado
Ya a fines del año pasado el socialista había justificado su voto por Boric en segunda vuelta apelando, justamente, a su propia historia política. Pero en este caso desde su círculo, según contó el diario El País, afirman que no dará a conocer su voto antes del referéndum para "no quedar de un bando o del otro". Sin embargo este martes el ex presidente dio una clave de lectura de posición al decir: "Una constitución no puede ser partisano".
Seguidamente Lagos afirmó que el proceso constituyente no terminará el 5 de septiembre (día en que se vota la Carta Magna) porque -argumentó- las dos alternativas que están en juego "están lejos de convocar a la gran mayoría ciudadana".
"Chile necesita y merece una Constitución que suscite consenso y que, más temprano que tarde, nos permita dejar de debatir acerca de ella para convivir dentro de ella", afirmó Lagos en su texto y agregó que: "Estoy convencido de que el desafío político relevante es encontrar la manera de abordar la continuidad del debate constitucional hasta alcanzar un texto capaz de concitar un alto grado de aceptación ciudadana".
Los principales cambios que contempla la nueva Constitución
En el texto de la nueva Constitución que la población deberá aceptar o rechazar en un plebiscito, se destaca el paso de una "república democrática" a una "democracia paritaria", lo que implica que las mujeres ocupen al menos el 50% de todos los órganos del Estado y propone tomar medidas para lograr alcanzar la igualdad sustantiva y la paridad.
Otro gran cambio que propone el texto es que define a Chile como un Estado Plurinacional e Intercultural, lo que implica el reconocimiento de 11 pueblos y naciones, además de que constituye Autonomías Regionales Indígenas y reconoce los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas, con respeto a la Constitución. La constitución vigente omite totalmente a los pueblos originarios e indígenas.
En cuanto al Sistema Político, también hay cambios importantes, como la disminución de edad de 35 a 30 años para postularse a presidente, además de la reelección consecutiva del propio jefe de Estado por una vez, medida que no será aplicable para Gabriel Boric, sino que entrará en ejercicio para el próximo presidente.
También destaca la eliminación del Senado, órgano que tiene más de 200 años de historia en el país y que será reemplazado por una Cámara de Las Regiones, la que tendrá menor poder que el que tenía antes el Senado y tendría la facultad de formar leyes acotadas a acuerdos regionales. La Cámara baja pasaría a llamarse Congreso de Diputados y Diputadas y tendría un mayor poder para la formación de leyes, lo que da cuenta de dos cámaras con poder asimétrico.