Los estados del sur de Estados Unidos que siguen lidiando con cortes de energía generalizados y casas anegadas tras el paso del huracán Ida se disponían a afrontar el lunes nuevas amenazas de crecidas ante el lento avance de tormentas eléctricas que descargarán fuertes precipitaciones.
Las tormentas, capaces de liberar entre 5 y 8 centímetros de lluvia "en un período de tiempo bastante corto", estaban saturando Nueva Orleans y otras partes de Luisiana y Misisipi, y se espera que continúen hasta la noche, dijo Lara Pagano, del Servicio Meteorológico Nacional.
Los estados están intentando recuperarse más de una semana después de que Ida, uno de los huracanes más poderosos que jamás haya azotado la costa estadounidense del Golfo de México, dejó una senda devastadora de destrucción y paralizó la red eléctrica de Nueva Orleans.
La tormenta se cobró la vida de al menos 13 personas en Luisiana. Más de 500.000 clientes en el estado seguían sin electricidad el lunes, según el sitio web PowerOutage.us, que rastrea los cortes de energía.
"Algo de esa (lluvia) caerá sobre un suelo saturado por Ida, áreas que ya son sensibles, y cualquier lluvia intensa adicional será problemática y provocará inundaciones repentinas", dijo Pagano.
La Guardia Costera dijo el lunes que está investigando casi 350 informes de derrames de petróleo en y a lo largo de la costa del Golfo de México tras el paso de Ida.
El presidente Joe Biden aprobó declaraciones de desastre para Luisiana, que visitó el viernes, así como para Nueva York y Nueva Jersey, donde viajará el martes.
Las declaraciones califican a los estados para recibir asistencia federal para reparaciones y reconstrucción después de las intensas inundaciones que también causaron la muerte de decenas en el noreste del país.
Con información de Reuters