Unas 42.600 hectáreas de selva tropical fueron destruidas en tres departamentos de la Amazonia colombiana en la primera mitad del año, informó el martes el Gobierno.
La cifra representa una disminución del 34% de la deforestación en los departamentos de Caquetá, Meta y Guaviare en comparación con el primer semestre de 2020, cuando se deforestaron cerca de 64.500 hectáreas.
El llamado arco de deforestación de Colombia se extiende por los tres departamentos y se adentra en la Amazonia del país sudamericano.
Las prácticas de deforestación pueden ser castigadas con hasta 15 años de prisión.
La deforestación en Colombia aumentó un 8% hasta alcanzar las 171.685 hectáreas en 2020, impulsada por la ganadería y la expansión agrícola, entre otros motivos. Casi el 64% de la deforestación en 2020 se produjo en zonas de la Amazonia.
"La protección de los bosques colombianos es una prioridad. Por eso, todas nuestras acciones están encaminadas en acabar con este flagelo", dijo el ministro de Ambiente, Carlos Eduardo Correa, en una declaración.
La deforestación en Caquetá fue la que más disminuyó, al reducirse cerca de un 40% hasta las 15.100 hectáreas, dijo el Ministerio de Ambiente en un comunicado. La deforestación en el Meta y el Guaviare se redujo en un 37% y un 18% respectivamente, a unas 16.000 hectáreas y 11.700 hectáreas cada una.
"Es una gran noticia", dijo Rodrigo Botero, director general de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible, sobre la reducción, al asegurar que el clima más húmedo debido al fenómeno meteorológico de La Niña ha impactado positivamente las tasas de deforestación.
"Independientemente de estos signos positivos, la deforestación continúa en zonas de biodiversidad crítica", afirmó Botero. "Son zonas que han sufrido deforestación y que deberán pasar por un proceso de recuperación y restauración, y no sólo por una disminución de la deforestación".
El arco de deforestación que se extiende por el noroeste de la Amazonia colombiana afecta a numerosas áreas protegidas, como los parques nacionales de Tinigua y Chiribiquete, así como a los resguardos indígenas, según una investigación del Proyecto de Monitoreo de la Amazonia Andina (MAAP).
Con información de Reuters