Los Brics discuten cómo ampliar el bloque en un mundo cada vez más polarizado

Pese al apoyo explícito de China, la ampliación inmediata del bloque de potencias emergentes no se saldó aún y en la cumbre de Sudáfrica se concentran en definir cómo será el proceso de ingreso de nuevos miembros, criterios y condiciones. 

22 de agosto, 2023 | 10.31

Argentina y otros países del llamado Sur Global esperaban con ansias esta cumbre de los Brics en Sudáfrica. Líderes y dirigentes de casi todos los países miembros del bloque (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) venían apoyando pública y explícitamente el ingreso de nuevos miembros y, para Argentina se había vuelto un paso necesario para acceder eventualmente a créditos del Nuevo Banco de Desarrollo, dirigido por la ex presidenta brasileña Dilma Rousseff. Pero, pese al contundente apoyo del Gobierno chino, el motor económico del grupo, la discusión sobre cómo ampliar el grupo aún continúa y este encuentro de mandatarios se concentrará en consensuar los criterios y condiciones que deberán cumplir por igual todos de futuros miembros para ser aceptados.

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Justo antes del inicio de la cumbre, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ratificó que pedirá el ingreso de Argentina al bloque: "Defiendo que nuestros hermanos de Argentina puedan participar de los Brics. Vamos a ver en la reunión si será ahora o en dos meses o en el futuro pero es importante que Argentina entre a los Brics. Brasil no puede hacer política de desarrollo industrial sin olvidar que Argentina es un país que tiene que crecer junto con nosotros, que tenga poder de compra", aseguró durante su programa semanal.

Contexto

Bajo el lema "BRICS y África: Asociación para un crecimiento acelerado, desarrollo sostenible y multilateralismo inclusivo", se realiza esta cumbre en Sudáfrica entre los presidentes que forman parte del bloque de países, que en conjunto representan más del 30% del PBI mundial y más del 40% de la población del planeta, dado que lo integran los dos Estados con mayor población como son China e India. El único jefe de Estado que no está en Johannesburgo es el mandatario ruso, Vladimir Putin, que estará por videoconferencia dado que rige una orden de arresto emitida por la Corte Penal Internacional (CPI) por la guerra en Ucrania. 

El encuentro entre los países en desarrollo llega en un contexto internacional particular. Por un lado, la guerra en Ucrania cambió fuertemente el tablero internacional y ya en la reunión del 2022 fue el tema clave. Pero además se da en un momento en el que África en particular atraviesa momentos de mucha convulsión, con el foco puesto en el golpe de Estado en Níger. En ese contexto, los planteos de los Brics recobra relevancia si se considera que apuntan a posicionarse como un bloque multipolar que surge en contraposición a los organismos políticos y financieros internacionales, con promesas de inversiones y de desdolarización.

Argentina

“Aspiramos a ser miembro pleno de este grupo de naciones”, había dicho el presidente Alberto Fernández, en su discurso virtual en la reunión del Brics del 2022. Un pedido con el cual están de acuerdo la gran mayoría de los países miembros, entre ellos, el que más poder tiene que es China. Por eso, el Gobierno era tan optimista y  hasta hace solo unos días tenía planeado viajar a Johannesburgo para participar de la cumbre y estar presente cuando se aprobara la ampliación del bloque.

Incluso en China estaban optimistas hace apenas unos días atrás. La subdirectora de la Oficina de Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Fudan de Shanghai, Cao Ting, le había dicho a El Destape la semana pasada“Creo que Argentina tiene posibilidades de ingresar a los Brics. Sabemos que fue uno de los primeros en solicitar el ingreso el año pasado. Los miembros del bloque han acordado discutir sobre los criterios y procesos de ampliación. El gobierno de China y el de Rusia han mostrado el apoyo a Argentina en este asunto. Sin duda, la integración de Argentina va a ser una parte importante de la agenda de esta cumbre.”

La académica china había recordado además que los Brics surgieron tras la crisis económica mundial de 2008/2009 como una alternativa al orden mundial del momento y que continúan en esa línea en un contexto mundial de mucha tensión. “Lo más importante es que todos los miembros de este grupo son economías emergentes y tienen cada vez más influencia en el proceso internacional de toma de decisiones. América Latina es una región con muchos países en vía de desarrollo y es una región con mucha potencialidad. La integración en este grupo puede ofrecer más apoyo financiero a estos países a través de los mecanismos de cooperación como el Nuevo Banco de Desarrollo. Además, la mayoría de los países latinoamericanos insisten en el sistema multilateral de la política y economía mundial”, había agregado Cao Ting.

Como Argentina pidió su ingreso, también lo hicieron más de 20 países, entre ellos los que más suenan son Arabia Saudita, Emiratos, Irán y Argelia, entre otros. Pero, pese a las expresiones de deseo de dirigentes en China o Brasil, el tema no está saldado dentro del bloque. Una de las diferencias principales es que algunos demandan establecer un criterio de quiénes o por qué pueden ser admitidos, cada país miembro tiene sus preferencias de admisión, y además está el debate acerca del ingreso al bloque o al Nuevo Banco de Desarrollo, o a los dos

“La primera iniciativa es de China desde 2017 de un Brics+. Entonces hay muchas controversias y mucha negociación. Se bifurca porque está la cuestión de la ampliación de miembros dentro del Nuevo Banco de Desarrollo y, por otro lado, miembros del Brics. En el caso de Argentina la postulación es para ambos, porque inclusive necesitaría financiamiento y la carta orgánica del Nuevo Banco de Desarrollo no lo autoriza”, había advertido a El Destape, incluso antes de que se confirme la postergación de la ampliación del bloque, el profesor del Departamento de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Minas Gerais, Javier Vadell, sobre la dificultad que el país tiene para poder recibir inversiones del bloque si no es miembro, y en un contexto nacional económico complejo con el FMI.

Vadell recordó que China desde el 2017 plantea una ampliación del bloque que podría ser más rápida, pero que hay algunos estados como Brasil que lo tomaron con más cautela y pidieron admisiones “más controladas y graduales”. En el caso argentino, el presidente Lula ya demostró su interés de que Argentina ingrese, pero era el único miembro que pedía reglas institucionalizadas para todos. Por eso, el académico había pronosticado que hasta que no haya un acuerdo de criterios en las admisiones, el problema seguiría siendo intra Brics, dado que cada Estado tiene a sus candidatos de preferencia.

Distinto fue el caso de Sudáfrica, que ingresó en el 2011, porque había de fondo una necesidad de cubrir una representación regional, en ese caso de África. 

La directora del Centro de Política Brics y profesora de Relaciones Internacionales de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro, Ana García tampoco había sido optimista sobre una ampliación inmediata del bloque. "Lo que debería lograrse dentro de esta cumbre es probablemente un anuncio del deseo de expandir los Brics, el deseo de incluir nuevos miembros, el reconocimiento de la importancia de la solicitud formal para unirse a los Brics", explicó.

En ese marco, la especialista había hecho referencia al caso argentino y sumó la reciente votación de las PASO y el triunfo del libertario Javier Milei: “Los Brics generan una alternativa para Argentina, financiamiento alternativo, inversiones alternativas que puedan apoyar al país en su recuperación económica. Creo que Argentina va a ser de los primeros en la fila de este boleto, creo que Brasil va a apoyar a Argentina, pero aún falta madurar para que eso suceda. Teniendo en cuenta que traer a Argentina al bloque es traer a un país que enfrenta problemas económicos muy serios y lamentablemente ahora posiblemente también un problema político con el ascenso de la extrema derecha y esto hará que sea un poco difícil aceptar de inmediato la demanda de Argentina de ingresar”.

Otro eje de la cumbre: desdolarización y comercio con monedas locales o comunes

En un contexto de mayor tensión política y financiera, acelerado por la guerra en Ucrania y las sanciones aplicadas a Rusia, el planteo de la búsqueda de comerciar en otras monedas se empezó a escuchar con más fuerza. Por un lado, la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo, la ex presidenta brasileña Dilma Roussef, propuso que para el 2030 las transacciones dentro del bloque se realicen en monedas locales. Algo ya se ha visto en los intercambios entre Rusia y China, y que miran con recelo desde otros países.

Por otro lado, el bloque se propone algo más ambicioso que es incluso la posibilidad de crear una divisa propia. Si se considera que estos países significan un porcentaje importante del Producto Bruto Interno mundial, algo podría empezar a cambiar. A Rusia le interesa avanzar especialmente en un contexto de sanciones y a China también porque significaría posiblemente también un fortalecimiento del yuan frente al dólar. Sin embargo, los analistas sostienen que sería un paso gradual y lento, y que se debe considerar además las reservas en dólares, sin ir más lejos, del propio gobierno chino. 

La guerra en Ucrania es otro de los temas claves de la agenda de la cumbre sudafricana. Tanto por el interés de restablecer la paz, como para evitar que se extienda un conflicto bélico que ha tenido repercusiones económicas muy fuertes en el mundo. Tanto China como Brasil se han propuesto como negociadores, pero hasta ahora no ha habido un paso concreto en ese aspecto, habrá que ver si en la cumbre puede surgir una visión más alentadora.

De la misma manera que la ampliación de los Brics no sucederá a la brevedad, pese al explícito apoyo de varios miembros, una desdolarización del comercio entre estas potencias emergentes tampoco será inmediata, pero la cumbre buscará dar un primer paso en la búsqueda de la construcción de organismos multilaterales y herramientas financieras menos dañinas. No obstante, hay que tener paciencia porque falta mucho para que se establezcan, primero, y para que quede claro cómo funcionarán, luego.