Musk cierra oficina de X en Brasil por pelea con la Corte y en plena campaña electoral

Lo anunció el fin de semana y apuntó contra un juez del máximo tribunal al que comparó con un villano del cine infantil y llamó a la población a que se movilice para pedir su destitución.

19 de agosto, 2024 | 15.50

El empresario dueño de la red social X, Elon Musk, anunció el sábado el cierre de sus oficinas en Brasil “con efecto inmediato”, aunque confirmó que el servicio de la plataforma seguirá vigente en el país sudamericano, algo cuestionado por especialistas. También responsabilizó de la decisión al juez del Supremo Tribunal Federal (STF) Alexandre de Moraes, de impulsar la “censura” y aseguró que los pedidos del tribunal afectan a usuarios de su plataforma en Brasil, Estados Unidos y Argentina. El magistrado, que lleva adelante causas sobre la existencia de “milicias digitales” consideradas antidemocráticas y otra sobre fake news (noticias falsas), había solicitado en los días previos que la red social bloqueara algunos perfiles, incluido el de Fernando Cerimedo, quien fuera asesor del presidente Javier Milei y del exmandatario brasileño Jair Bolsonaro, señalado por la justicia como parte de "una organización criminal" que usó "milicias digitales" para difundir información falsa e intentar romper el orden democrático en el país vecino, tal como informó El Destape en febrero pasado.

“¡Estas exigencias violan las leyes brasileñas, argentinas y estadounidenses!”, tuiteó el sábado multimillonario en su cuenta de la red social que es dueño. La mención a nuestro país se debe principalmente a la inclusión de la cuenta del argentino Cerimedo en la lista de la justicia brasileña. Musk compartió un posteo de su compañía donde señalaron: “Recibimos más demandas de censura y de la información de las cuentas personales de nuestros usuarios, afectando no solo a los brasileños, sino también a los residentes de Estados Unidos y Argentina. Los compartimos aquí en aras de una transparencia esencial”. Más tarde, Musk volvió a dedicarle un mensaje al juez de la Corte Suprema de Brasil: “Debido a exigencias de la ‘Justicia’ Alexandre de Moraes en Brasil que nos obligarían a violar (en secreto) las leyes brasileñas, argentinas, estadounidenses e internacionales, X no tiene más opción que cerrar nuestras operaciones locales en Brasil. Es una completa vergüenza para la justicia”, señaló. La empresa argumentó que el juez amenazó con detener a su representante legal en Brasil si no acataban “sus órdenes de censura (sic)” y argumentaron que lo hizo “mediante una orden secreta”, la cual compartieron “para exponer sus acciones”.

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La disputa con De Moraes lleva meses y lo que sucedió el fin de semana es uno de sus puntos más altos. El magistrado está en el centro de la tensión con empresas tecnológicas como la de Musk, pero también lo estuvo con Google y Telegram a quienes, en líneas generales, responsabiliza por no tomar acciones para moderar los contenidos antidemocráticos y discursos de odio, que incluso en algunos casos, potencian. Esto es investigado por el juez en una causa sobre la propagación de noticias falsas. En el marco de este expediente, y cuando presidió el Tribunal Superior Electoral (TSE), ordenó la retirada de cientos de publicaciones en X que cuestionaban la solidez del sistema electoral brasileño en el marco de los comicios de 2022, en línea con el discurso del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022). El magistrado también lidera otra causa, en este caso contra el exmandatario de ultraderecha, por su presunta participación en un intento de golpe de Estado tras perder las elecciones de octubre de 2022 y que derivó en una serie de manifestaciones por parte de sus seguidores pidiendo la intervención militar y en la toma de los edificios de los tres poderes en Brasilia el 8 de enero de 2023, una semana después de la asunción de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente. Bolsonaro, quien incluso desde que ganó la presidencia en 2018 sostiene que en Brasil existe el fraude electoral -en esa elección, aun cuando ganó, mantuvo el mismo argumento diciendo que había ganado por más votos de lo informado- se encuentra actualmente inhabilitado políticamente e impedido de salir del país por esta ultima investigación.

A partir de esta disputa, X comunicó el fin de sus operaciones en el país vecino. “Como resultado, para proteger la seguridad de nuestro personal, hemos tomado la decisión de cerrar nuestra operación en Brasil, con efecto inmediato. El servicio X continúa disponible para la población de Brasil”, agregó la firma. “La salida de X de Brasil parece reforzar esta visión de que estas plataformas creen que no necesitan obedecer las leyes locales, que solo tienen que obedecer las leyes de EE.UU., y eso no es cierto. Cualquier tipo de empresa, tiene que respetar las leyes locales. Desde que Twitter se convirtió en X, el control de la moderación y exclusión del discurso del odio, incluso del discurso nazi fascista -literalmente, no de una persona que se ofende-, fue abandonado, porque estos discursos circulan libremente en X. Así que es razonable que el Estado brasileño tome medidas para que estos discursos no puedan circular de esta manera”, dijo a El Destape el politólogo brasileño de la Universidad Federal de Paraná Rafael Cardoso Sampaio, quien se especializa en democracia digital, métodos cualitativos e inteligencia artificial.

En la misma línea se expresaron otros abogados consultados por el portal especializado Capital Digital de Brasil, que aseguraron que desde el punto de vista constitucional, las empresas extranjeras como X -que en el país sudamericano opera bajo el nombre “X Brasil Internet LTDA”- están obligadas a respetar la competencia del Estado y que incluso operando la red social en el extranjero, “seguirá sujeto a la legislación brasileña y no podrá escapar de ella”.

Musk pide la cabeza del juez de la Corte

El CEO de Space X y Tesla redobló la apuesta y dijo que de Moraes “debe irse” porque “tener un ‘juez’ que viola la ley de manera reiterada y flagrante, no es justicia en absoluto”. Fue en otro tuit que dedicó el mismo sábado al tema y en el que compartió un mensaje del joven diputado bolsonarista Nikolas Ferreira en el que convocó para el 7 de septiembre a una movilización contra el juez en cuestión: “Brasil saldrá a las calles de San Pablo para exigir la destitución de Alexandre de Moraes. Elon Musk, estás invitado”, comentó. En ese mismo sentido, concluyó el comunicado oficial de la compañía, que llamó a la población brasileña a elegir entre “la democracia o Alexandre de Moraes”. En tanto, Milei se sumó a la contienda con mensajes en la red social de Musk. “Aquí un juez que pone en práctica el modelo de X que quiere gran parte del periodismo argento...No quieren que todos opinen sino los que piensan como ellos… ELON = LIBERTAD DE EXPRESIÓN”, dijo el sábado y compartió un posteo del portal La Derecha Diario fundado por Cerimedo.

El multimillonario sudafricano-estadounidense insistió una y otra vez con más mensajes; afirmó que cerrar sus oficinas en Brasil fue una decisión “difícil” pero que de haber aceptado “las exigencias de censura secreta (ilegal) y entrega de información privada” de la justicia no había forma de que pudieran explicar sus acciones a los usuarios “sin sentir vergüenza”. Finalmente, comparó al magistrado con el personaje malvado de la película Harry Potter Lord Voldemort.

De Moraes sostiene que la ley brasileña le da poder para bloquear contenido en línea con el fin de proteger a las instituciones del país de lo que ha llamado una amenaza peligrosa de algunos de los partidarios de Bolsonaro. “La libertad de expresión no es libertad de agresión”, dijo por ejemplo en abril. Al ser consultado por cómo evalúa las decisiones de la justicia brasileña, Cardoso Sampaio estimó que es posible “conceder que a veces algunos ministros del STF hacen peticiones que pueden ser vistas como exageradas”, pero agregó que en general, tiende a estar de acuerdo con las acciones del Poder Judicial, porque quienes operan en el país deben entender que “no es una tierra sin ley”. Según el especialista, las intervenciones judiciales se dan especialmente donde hay un “vacío institucional” como por ejemplo en temas de Inteligencia Artificial (IA). “Como no hay legislación, va allí y actúa como cree que debería ser mejor. Porque la preocupación es muy grande, especialmente ahora que se lanzó (el asistente de IA) Grok en la red social X y que crea todo tipo de imágenes, sin control, sin límites”.

Campaña electoral con nuevas regulaciones

Brasil inició el viernes una campaña electoral de cara a las elecciones locales en más de 5500 municipios, donde se elegirá el 6 de octubre a intendentes y concejales, y que estarán signadas por nuevas regulaciones para la difusión de contenidos digitales. Según una resolución del TSE, el máximo tribunal electoral, la libre expresión del pensamiento de los electores en internet puede ser limitada cuando ofenda el honor o la imagen de candidatos, partidos, federaciones o coaliciones, o cuando exista desinformación, según citó el diario Folha de Sao Paulo. Los delitos electorales como la calumnia, la injuria y la difamación, así como la difusión de hechos notoriamente falsos sobre partidos o candidatos, pueden ser castigados con multa y prisión. A su vez, las plataformas digitales deberán tener un rol activo para monitorear -y si es necesario eliminar- discursos de odio, desinformación sobre el proceso electoral e incluso, en un caso extremo, podrían constituir un delito contra el Estado democrático de derecho.

Cardoso Sampaio mostró preocupación porque “existe la expectativa de que habrá muchas falsificaciones en estas elecciones”, aunque consideró que “en la medida de lo posible, los organismos brasileños están prestando mucha atención”. Ante la pregunta de si estas acciones podrían ser utilizadas por los sectores de extrema derecha para seguir esgrimiendo la idea de que existe censura, consideró que hay un “secuestro de la idea de libertad de expresión, como si esta fuera la idea más importante en una democracia” y agregó que esta idea no se puede “superponer” a la idea de la dignidad del ser humano. “Ellos se basan en esto para decir que no debe haber ninguna regla, ningún control, pero sabemos que en las democracias no puede ser así. Van a apelar a esa distorsión para decir que no pueden decir lo que piensan pero solo es una excusa para los discursos de odio y las fake news”, agregó el especialista.