En el Día de la Independencia en Brasil, Jair Bolsonaro convocó a multitudinarias marchas que se realizarán en distintos puntos del país, con la intención de empoderar su imagen ante las denuncias de golpismo de la oposición o de una invasión militar al Supremo Tribunal Federal, la Corte Suprema de aquel país. Es la primera gran demostración con amenazas de quiebre a algún sistema institucional desde que Brasil recuperó la democracia en 1985.
El mandatario brasilero busca enfrentar al STF con "1 o 2 millones de personas en las calles" para que el poder moderador de la República "sea el pueblo y no un par de jueces".
Las protestas tendrán el mayor operativo de seguridad conocido en San Pablo y Brasilia, el escenario donde en 2015 nació el bolsonarismo. Más de 200 caravanas de 10 estados contratadas por empresarios ruralistas viajan hacia Brasilia y San Pablo al precio de 250 reales el asiento, según divulgado en los avisos de las redes bolsonaristas en Telegram.
Policías de San Pablo y otros estados están convocando a participar de las manifestaciones, por eso los gobernadores lanzaron un alerta sobre posibles motines y por peligro de enfrentamientos. Habrá controles de armas en los acceso a los lugares de las manifestaciones.
El principal lema de los bolsonaristas será "Eu Autorizo" ("Yo autorizo"), que es un pedido para que Bolsonaro envié al Ejército al STF, algo que se arrastra desde el inicio de la pandemia y que es motivo de pedidos de juicio político contra el jefe del Estado.
A través de un video publicado en sus redes, Bolsonaro acusó a jueces del Supremo Tribunal Federal de haber violado la Constitución al iniciar procesos por golpismo en su contra y afirmó que este es "el día del pueblo y el pueblo dirá adonde el Gobierno deba ir".
"Nuestro país no puede seguir rehén de una o dos personas. O vuelven al eje o serán ignoradas de la vida de la política. Yo seguiré dentro de las cuatro líneas de la Constitución pero no admito que otras personas violen la Constitución", dijo en referencia al juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal, que lo investiga por actos antidemocráticos.
"Ahora quiero ser apenas el vocero del pueblo", sostuvo el presidente desde el interior del Palacio de la Alvorada, sede presidencial, al lado de un coro de niños y de activistas con remeras con la inscripción Bolsonaro 2022, con los cuales cantó el himno nacional.