La llegada del ultraderechista Javier Milei al Gobierno no solo sacudió el tablero político argentino, sino que también mueve las fichas del otro lado de la frontera, en Brasil. Los vínculos, las simpatías y las intenciones para ambos lados son bien diferentes desde el punto de vista ideológico-político como comercial. Por un lado, las del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, que fue un fuerte aliado de la gestión saliente de Alberto Fernández y sostiene el interés de liderar la cooperación y trabajo conjunto en la región. Por otro lado, en la campaña Milei se sentó en las antípodas, con manifiesta reticencia hacia el Mercosur y a la entrada de Argentina al grupo de los Brics -posiciones ahora relativizadas-, y cultivó su cercanía con el ex presidente Jair Bolsonaro.
La mirada de los analistas consultados por El Destape recae sobre la “espera” por parte del Planalto y la búsqueda del ex mandatario brasileño para afianzar su poder hacia dentro de su movimiento político.
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Durante la campaña, Milei dejó en claro ciertas posiciones respecto al principal socio comercial argentino: dijo que quería romper relaciones, que quiere salir del Mercosur y que no entraría al Brics. Su posición viene a cuenta de su mirada ultraneoliberal y promercado bajo la idea de que el Estado no debe intervenir en las relaciones comerciales, y en sus diferencias políticas con el mandatario brasileño: lo llamó “ladrón”, “corrupto” y “comunista”.
Como a sabiendas del lugar que significa Brasil para Argentina y viceversa, todas esas asperezas buscaron ser limadas con una carta de Milei a Lula para invitarlo al traspaso de mando, que fue llevada personalmente por la asesora y futura canciller de la próxima gestión, Diana Mondino, que se encontró este domingo con el encargado de las relaciones exteriores brasileñas, Mauro Viera.
Como telón de fondo, resuena el vínculo Milei-Bolsonaro. El ex presidente, principal opositor de Lula, también recibió invitación para el 10 y rápido armó una comitiva que lo acompañe. Según informó el diario paulista Folha, busca llegar al país con cuatro gobernadores, más asesores, ex funcionarios y a su esposa Michelle.
Las reacciones desde el Planalto y cómo contener al bolsonarismo
“Él tiene que pedir disculpas. Ofendió de forma gratuita al presidente Lula. Le cabe a él un gesto, como presidente electo, de llamar para disculparse. Después de eso, pensaría en la posibilidad de conversar”, dijo el vocero del mandatario brasileño, Paulo Pimenta, ante la prensa tan sólo un día después de que Milei resultara electo en el balotaje.
Ante esa distancia marcada, -mientras se define si vendrá Lula a la ceremonia argentina o algún representante suyo- el principal asesor en asuntos internacionales del gobierno brasileño, Celso Amorim, dejó en claro en una entrevista en Globonews que, desde su lado, “habrá pragmatismo”. Algo que ya se empezó a ver con la reunión entre los funcionarios.
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“Sólo nos queda esperar”, sostuvo ante El Destape, la analista y doctora en ciencia política brasileña, Nerea Garcia. Según su perspectiva, es posible que ambos presidentes “mantengan una relación más estrecha de la que llegaron a tener Fernández y Bolsonaro, que no profundizaron el vínculo, pero mantuvieron relaciones económicas y comerciales”. De hecho, en ese sentido se movieron en la embajada brasileña en el país, como quedó evidenciado. Según informó la BBC Brasil, los canales con el equipo de Milei se abrieron durante la campaña y, en declaraciones al mismo medio el embajador, Julio Bitelli, consideró que la “profundidad” de las relaciones políticas y económicas entre los dos países será capaz de “superar” las eventuales divergencias políticas.
“La relación bilateral es de tal dimensión y tal profundidad, que ella sola será capaz de resistir ante cualquier alteración de gobierno en uno u otro país”, confió. En tanto, los portales Joven Pam y UOL, vaticinaron la posibilidad de que a partir de la nueva gestión el Gobierno brasileño designe a otra persona “más cercana” al próximo mandatario para mantener la comunicación aceitada. Es que, el tema es quién será que ocupe el espacio: si Lula o Bolsonaro, tal como lo planteó García: “Si ese movimiento no viene a partir del Gobierno federal, dejará espacio para que Milei tenga otro tipo de relacionamiento con los gobernadores” ligados al ex presidente Bolsonaro, algunos de los cuales se esperan que vengan a la asunción junto al ex mandatario.
El liderazgo de Lula
“La gran cuestión aquí es cómo va a afectar esto a la lideranza de Lula en la región”, sostuvo García. El brasileño mantiene un fuerte discurso de unión latinoamericana en todos los aspectos posibles y trabajó fuertemente para que Argentina ingresara al grupo de países que apuestan a la multipolaridad y la cooperación: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica (Brics). Idea que Milei rechazó, pero que desde su entorno relativizan, sobre todo, después de recibir una carta del presidente chino Xi Jinping.
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Lula, además, apuesta al fortalecimiento del bloque del Mercosur y al tratado de libre comercio con la Unión Europea que hace más de 20 años se negocia y cuyas últimas pautas están en discusión, por algunos términos que a Brasil no le gustan en materia de ambiente e industrialización. Pese a ello, Lula se comunicó con las autoridades europeas y buscó limar asperezas para poder cerrarlo antes del 7 y 8 de diciembre, cuando se realice la cumbre de jefes de Estado sudamericanos del Mercosur, en Río de Janeiro. En ese sentido, Lula ya se anotó un punto con el visto bueno de Mondino, según ratificaron desde Itamaraty.
El juego de Bolsonaro, sus invitados y algunas claves en perspectiva económica
Tras los festejos conjuntos de la dupla Milei-Bolsonaro, el brasileño invitó a cinco gobernadores aliados a Argentina: Tarcício de Freitas (Republicanos), de San Pablo; Remeu Zema (Novo), de Minas Gerais; Jorginho Mello (Partido Liberal -PL), de Santa Catarina; Ronaldo Caiado (Unión Brasil), de Goiás; y Ratinho Jr. (Partido Social Democrático), de Paraná. Por ahora, los confirmados son Freitas y Mello, además de la esposa de Bolsonaro; junto con el presidente del PL, Valdemar Costa Neto, entre otros asesores como el ex secretario de Comunicación Fabio Wajngarten.
Su elección no es casual. El exmandatario fue declarado inelegible por ocho años por el Tribunal Superior Electoral de su país por “abuso de poder” y difusión de fake news durante la campaña, en 2022. Y, mientras que su base social apenas reaccionó, el tablero político de cara a las elecciones 2026 comenzó a acomodarse sin su nombre en la lista.
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“Este es un movimiento para su base, para mostrar que él sigue liderando el grupo político del bolsonarismo y que están articulados por él, incluso mostrar que es él el que está haciendo el acercamiento a Milei, porque con la inelegibilidad el grupo precisa un nuevo heredero”, que contempla a los gobernadores invitados, señaló García.
En consonancia hizo su análisis el argentino radicado en Brasil, Leonardo Granato. Es doctor en economía política internacional por la Universidad Federal de Río de Janeiro y docente de la Universidad Federal de Río Grande do Sul y, desde su perspectiva, ahondó en más cuestiones que explican la elección de Bolsonaro: Freitas, Sema, Melo y Jachinho Jr “articulan e integran la red bolsonarista” y son quienes “reproducen y mantienen vivo el ideal y los contenidos programáticos del bolsonarismo”. Todos, además, son de máxima importancia también en el aspecto económico bilateral.
Las particularidades de cada Estado, definió Granato, son: San Pablo como el gran poder económico subnacional; Paraná y Santa Catarina donde el bolsonarismo tiene una fuerte incidencia y una gran capilaridad a nivel político y social. Todos esos “reductos” del movimiento del expresidente son parte de la región sudeste y sur, junto con Minas Gerais.
Caracterizó, además, el vínculo entre ambos países como “interdependiente” por los distintos aspectos en los que está establecida la relación más allá de lo comercial, como en lo energético, en lo nuclear y lo científico, por lo que a su entender “no se va a ver afectada directamente”. La importancia argentina, además, recae en el hecho de que “la industrialización brasileña ha sido posible en gran medida en función del apoyo regional y particularmente del comercio” con nuestro país.
Pero no sólo eso. Con San Pablo a la cabeza, seguidos por Minas, Paraná y Santa Catarina son los cuatro estados –de un grupo mayor- que más exportan a Argentina, precisó Granato. San Pablo, es el que vende productos más industrializados con mayor valor agregado como autopartes, máquinas, equipos, alimentos, línea blanca y mineral de hierro. Argentina lo que más exporta a Brasil es autos, transporte de pasajeros, trigo y motores de pistón, entre otros.
En tanto, si se miran las cuentas: en 2022, Brasil exportó 15,3 mil millones de dólares en productos y servicios; lo que equivale al 4,5% de todas las exportaciones brasileñas en ese plazo, según el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios brasileño. Y, para Argentina, Brasil es el destino del 14,3% de todas sus exportaciones. En ese año, Brasil importó 13,09 mil millones de dólares, lo que generó un saldo positivo para Brasil de 2,21 mil millones de dólares. De estas importaciones, el estado que más absorbió fue Rio Grande do Sul –no gobernado por el bolsonarismo-, pero lo siguen San Pablo y Santa Catarina.
Hacia adelante
A lo que habrá que prestar atención, dijo Granato, es claro: la articulación de la extrema derecha en el Cono Sur -a la que se pueden sumar personajes como José Antonio Kast, de Chile; o Dina Boluarte, de Perú-, pero sobre todo “en cómo indirectamente la presencia de estos gobernadores bolsonaristas podría implicar un fortalecimiento en esta asociación con el mileismo”.
El Planalto e Itamaraty, ya dieron pistas de sus estrategias e hicieron la evaluación sobre el gesto de Mondino, que el diario Folha transcribió: “La carta de Milei todavía no sería suficiente para que Lula asista al traspaso de mando, pero aumenta las chances de que el canciller, Mauro Viera, asista a la ceremonia a modo de respuesta”. A tener en cuenta: difícilmente Lula quiera ceder en sus ambiciones, y lo que se dice de él, que es "un encantador de serpientes".