El diputado del Partido Conservador británico Chris Pincher quedó a un paso de ser suspendido en su cargo como sanción luego de haber sido encontrado culpable de tener comportamientos indebidos al manosear a dos hombres en un prestigioso club londinense el año pasado.
En respuesta al comportamiento de Pincher, considerado como "absolutamente inapropiado" y un "abuso de poder", se prevé que la Cámara de los Comunes le imponga una suspensión de ocho semanas, según los hallazgos de un informe de investigación reciente, según informó la prensa británica.
El informe de la investigación, a cargo del comité de estándares del Parlamento, necesita ahora la aprobación de la Cámara de los Comunes en su totalidad para hacer efectiva la sanción.
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En caso de ser respaldada, se daría lugar a un pedido de remoción en su distrito electoral de Tamworth, desencadenando así una posible elección parcial.
Las acusaciones contra el parlamentario y el mal manejo de la gestión del ex primer ministro Boris Johnson en relación a este tema, contribuyó a la caída de su Gobierno que ya estaba bajo presión por el escándalo del Partygate.
Según consignó la BBC, Pincher, en una declaración oficial, manifestó su deseo de "reflexionar" acerca del contenido del informe y ofreció disculpas por su comportamiento.
Añadió que había buscado ayuda médica profesional para superar este problema, que continúa siendo un proceso en curso.
Según las expectativas, Pincher debe dejar su puesto como diputado en las próximas elecciones generales que se prevén para el próximo año.
Angela Rayner, diputada laborista, calificó el informe como "impactante" y exhortó a Pincher a renunciar de inmediato.
El incidente tuvo lugar en el Carlton Club, un establecimiento privado en el corazón de Londres, tras una charla en la que participó Pincher, entonces vicejefe de gobierno. El parlamentario, según el comisionado de estándares del Parlamento, Daniel Greenberg, estaba "muy ebrio" y manoseó a un empleado de la Cámara de los Lores y a un funcionario.
El comité de estándares del parlamento concluyó que el comportamiento de Pincher era un abuso de poder y que había dañado significativamente la reputación del Parlamento.
El propio Pincher tiene diez días para apelar a un panel de expertos independientes si puede aportar nuevas pruebas o señalar un error procesal.
La crisis que rodea al diputado Pincher se agrava en medio de alegaciones de una "cultura depredadora" persistente en el Parlamento británico.
Estos sucesos se producen en un contexto en el que los miembros del personal del legislativo han afirmado que el acoso sexual, especialmente hacia las mujeres por parte de diputados y altos funcionarios masculinos, sigue siendo un problema arraigado en la Cámara de los Comunes.
Según el programa BBC Newsnight, seis empleados del Parlamento expusieron testimonios que indican que el abuso de poder y el acoso sexual son comunes, a pesar de las nuevas reglas de denuncia.
Los testimonios incluyen relatos de diputados que piden a las mujeres que se sienten en su regazo y mensajes de texto inapropiados.
Con información de Télam