El primer ministro británico, Boris Johnson, enfrenta hoy una gran rebelión de diputados de su Partido Conservador en el Parlamento, que debe votar las nuevas medidas del Gobierno para contener un alza de casos de coronavirus por la variante Ómicron.
Al menos 80 diputados conservadores se mostraron en contra de esas decisiones, principalmente de lo que atañe al pase sanitario, es decir al certificado de vacunación para acceder a clubes nocturnos o eventos masivos.
No obstante Johnson, contaría con el apoyo del opositor Partido Laborista, por lo que no habría peligro de una derrota del Gobierno, dicen hoy los principales medios británicos.
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No obstante, indican que muchos votos conservadores en contra significarían un golpe a su autoridad.
La semana pasada, el Gobierno introdujo restricciones en Inglaterra con el regreso al trabajo remoto, el uso obligatorio de barbijos en lugares cerrados y el transporte, y cuarentena al ingresar al país hasta obtener un test negativo.
A partir de hoy, los contactos totalmente vacunados de las personas que den positivo en un test de Covid-19 también deberán realizar pruebas diarias de antígenos durante siete días.
En tanto, quienes no estén vacunados deberán permanecer aislados durante 10 días, agregó la cartera.
La recomendación del teletrabajo, que comenzó a regir ayer sobre todo para los oficinistas, durará al menos hasta mediados de enero de 2022.
El viceprimer ministro, Dominic Raab, consideró hoy que la preocupación por los pasaportes de vacunas en Inglaterra "es exagerada".
"Creo que si vas a un lugar lleno de gente, yo personalmente querría, por mi propia seguridad, pero también por la de los que me rodean, asegurarme de que me han hecho un test de flujo lateral, o que me han vacunado dos veces, y a su debido tiempo, tres", dijo en declaraciones a la cadena de Televisión Sky News.
Sostuvo que entiende las preocupaciones de la gente, pero cree que es necesario el pasaporte.
"Creo que la gente quiere que nos enfrentemos a la variante de Ómicron de una manera sensata y proporcionada. Ha hablado de que la gente se siente incómoda. En otras entrevistas, he hecho lo mismo. Queremos proporcionar esa tranquilidad. Creo que esta es una forma proporcionada de hacerlo", aseguró.
El diputado conservador Henry Smith le dijo a Sky News que esto significa una mayor erosión de las libertades civiles.
"Creo que dañarán nuestra economía y es una distracción adicional de las otras condiciones de salud que la pandemia", afirmó.
El ex ministro del gabinete Liam Fox hablando con el mismo medio, dijo por su parte que se oponía a que el Gobierno hiciera obligatorio que los lugares requieran un test de coronavirus negativo antes de la entrada.
Fox también se mostró en contra de las inmunizaciones obligatorias.
"Nunca ha sido parte de nuestra ética en el Reino Unido obligar a las personas por ley a inmunizarse con la amenaza de una sanción penal si no lo hace", subrayó.
Ayer, las autoridades británicas informaron que un paciente infectado con la variante de coronavirus Ómicron murió en el Reino Unido.
En el Reino Unido ya hay más de 3 000 casos confirmados de la variante Ómicron y al menos 10 estaban internadas en un hospital, según la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA).
Con información de Télam