Rusia expresó hoy su "gran preocupación" por el aumento de tensiones entre Armenia y Azerbaiyán, dos naciones que mantienen una larga disputa por territorio de Nagorno Karabaj, tras la instalación por fuerzas azerbaiyanas, de un puesto de control que impide el paso de armenios al enclave.
"Expresamos nuestra gran preocupación sobre la situación", declaró el ministerio ruso de Relaciones Exteriores, que tachó de "inaceptable (...) cualquier medida unilateral que viole" los acuerdos de 2020.
"Llamamos a las partes a regresar inmediatamente a los acuerdos existentes", añadió en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.
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Azerbaiyán anunció ayer que instaló un puesto de control en la entrada del corredor de Lachín, la única vía que une Armenia con la disputada región de Nagorno Karabaj.
El puesto, indicaron autoridades azeríes, fue instalado "para evitar el transporte ilegal de mano de obra, armas y minas desde el territorio de Armenia para formaciones ilegales de bandidos armenios en el territorio de Azerbaiyán".
Para la cancillería armenia, sin embargo, la instalación es "una nueva provocación" bajo "pretextos falsos y sin fundamento".
En medio de la creciente tensión, un soldado armenio murió ayer en un ataque del Ejército de Azerbaiyán cerca de la frontera entre ambos países y del disputado enclave.
El ataque llegó un día después de que tres soldados azerbaiyanos resultaran heridos al explotar una mina colocada por fuerzas armenias cerca de una ciudad bajo control de Azerbaiyán ubicada dentro de Nagorno Karabaj, según el Ejército de Azerbaiyán.
Armenia y Azerbaiyán libraron dos guerras por el control de Nagorno Karabaj desde que el enclave se separó de Azerbaiyán en 1991 y su mayoría armenia creó en ella un Estado separatista independiente sin reconocimiento internacional, llamado República de Artsaj.
El último enfrentamiento de 2020 terminó con una victoria de Azerbaiyán, que recapturó la estratégica ciudad de Shusha en seis semanas de combates que culminaron con un armisticio mediado por Rusia.
Armenia debió ceder a Azerbaiyán el control de zonas que los separatistas armenios había ocupado alrededor del disputado enclave, salvo el corredor de Lachín, que atraviesa esos territorio viniendo de Armenia y que quedó bajo control de una fuerza de paz rusa.
Las escaramuzas entre soldados armenios, fuerzas de los separatistas y tropas de Azerbaiyán han continuado desde entonces, con algunos períodos de mayor violencia.
Ambas naciones mantuvieron diversos contactos en los últimos años para tratar de reemplazar el armisticio de 2020 por un tratado de paz, pero las conversaciones se toparon con obstáculos, como la violencia y la situación del corredor de Lachín.
Los separatistas armenios de Nagorno Karabaj pidieron a la mediadora Rusia "iniciar de inmediato negociaciones" para "impedir la instalación de un retén azerbaiyano".
"Esperamos con rapidez medidas eficaces para resolver los problemas de seguridad" de los habitantes del disputado enclave, pidieron en un comunicado.
Con información de Télam
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