El senador de Rede y líder del bloque oficialista en la Cámara Alta, Randolfe Rodrigues, denunció que los bolsonaristas que tomaron el domingo los tres poderes del Estado en Brasilia dejaron dos granadas en el Congreso y otras tres en el Supremo Tribunal Federal. "El objetivo era destruir toda la Corte", dijo el senador en una entrevista con CNN Brasil.
Además, el senador explicó que los "terroristas" entraron a las instituciones cargados con armas de fuego, con facas y granas. También se robaron celulares, obras de arte, municiones e información clasificada del Estado. "Todos serán criminalizados", adelantó.
El senador denunció que desde el Congreso, que se renovará en los próximos días, buscarán a los responsables de los "actos terroristas". Y agregó: "Fue un ataque a la democracia de Brasil y a la Nación. Esto no puede quedar impune". Rodrigues contó que anoche estuvo en el Palacio del Planalto, que recibió a Luiz Inácio Lula da Silva y que es escenario era de "devastación". "En el Supremo el escenario también fue de completa devastación", relató el senador y sobre las granadas dijo que fueron dejadas ahí sin activar.
Sobre el Congreso, el titular del bloque dijo que destruyeron todo el recinto, como también el museo de la Cámara Alta, y que se robaron gran parte del patrimonio que incluye regalos que otras naciones hicieron a Brasil. "Son terroristas y ladrones", opinó. También denunció a la seguridad de Brasilia por haber permitido el ingreso de colectivos con munición pesada que venían de otros estados. "Llegaron sin dificultad. Fue un acto preparado para tomar por asalto los poderes de la república y para desencadenar un conflicto armado". Asimismo, destacó el accionar de la policía legislativa y dijo que sin su apoyo la invasión hubiese sido "mucho mayor".
"Lo peor pasó", declaró el ministro de Justicia de Lula
El flamante ministro de Justicia de Luiz Inácio Lula da Silva, Flávio Dino, declaró que "lo peor pasó", luego que miles de bolsonaristas que pedían un golpe de Estado invadieran las sedes de los tres poderes del Estado de Brasil, en la capital, hace menos de 24 horas. El funcionario, encargado de encausar las investigaciones para develar qué fue lo que sucedió y quiénes son los responsables directos e indirectos, explicó que las casi 1.500 personas que fueron detenidas están siendo interrogadas para averiguar si el ataque fue organizado y financiado por algún sector del país e intentar juzgarlo.
"No podemos decir que el extremismo desapareció de la sociedad brasileña, pero sí podemos decir que el extremismo fue derrotado", sentenció Dino y destacó que las Fuerzas Armadas, una fuerza que estuvo en el centro de muchos de los rumores y sospechas, fueron siempre leales al Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva. "El hecho de que las Fuerzas Armadas Brasileñas hasta aquí se mantuvieron fieles a la legalidad democrática es algo que debe ser saludado y homenajeado por los demócratas del país".