La tensión internacional alrededor de Taiwán no afloja. Las autoridades de la isla denunciaron este miércoles una nueva incursión de 27 aviones militares chinos en su zona de defensa aérea. La acusación coincidió con el fin de la visita oficial de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien hoy también continuó con su gira asiática por Corea del Sur, otro férreo aliado de Washington en la región.
"Unos 27 aviones del EPL (Ejército Popular de Liberación de China) (...) ingresaron el 3 de agosto en la zona circundante" al espacio aéreo de Taiwán, informó en Twitter el Ministerio de Defensa.
Poco antes, la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, había dicho que "frente a las crecientes y deliberadas amenazas militares, Taiwán no retrocederá". "Mantendremos la línea de defensa de la democracia", sentenció, en medio de las declaraciones de repudio y rechazo del Gobierno chino por la visita de Pelosi. Según Beijing, una visita oficial de una alta funcionaria como ella viola los acuerdos bilaterales de 1978, a partir de los cuales Estados Unidos pasó a reconocer al Gobierno comunista como el legítimo Poder Ejecutivo de China y no a los nacionalistas exiliados en Taiwán, tras la guerra civil de la década de 1940.
Por eso, la visita de Pelosi desencadenó una ola de rechazo político en China, quien se declaró en alerta y movilizó a parte de su poder aéreo y marítimo a los alrededores de la isla, ubicada a solo 200 kilómetros del sureste de la potencia asiática. El gobierno de la isla ya había denuncia ayer martes 21 incursiones chinas en su Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ), un área más vasta que el espacio aéreo de un país que en el caso de Taiwán se sobrepone parcialmente al de China.
El gigante asiático, que considera a Taiwán como una provincia rebelde, prometió "acciones militares selectivas", con una serie de maniobras en torno a la isla que empezarán mañana, entre ellas "el disparo de municiones reales de largo alcance" en el estrecho de Taiwán, que separa la isla de China continental. Estas maniobras son "una medida necesaria y legítima para responder a las graves provocaciones de algunos políticos estadounidenses e independentistas taiwaneses", según la diplomacia china.
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En ciertos puntos, la zona de operaciones chinas se acercará a menos de 20 kilómetros de la costa de Taiwán, según las coordenadas compartidas por el ejército chino.
El Ministerio de Defensa taiwanés, por su parte, dijo que los ejercicios violan las aguas territoriales de la isla y denunció "una acción irracional que desafía el orden internacional". Además, coincidiendo con la visita de Pelosi, varios barcos de guerra estadounidenses surcaron además las aguas de la región, incluyendo portaaviones con unidades de combate F-35 de última generación. El Pentágono afirmó que esa presencia militar no está relacionada con el traslado de la legisladora, en lo que fue la primera visita de un titular de la Cámara de Representantes en 25 años, en un viaje que se produce en un momento ríspido de las relaciones entre Estados Unidos y China.
China y Taiwán están separadas de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla. Estados Unidos reconoció en 1979 al gobierno de Beijing como el de toda China, incluyendo a Taiwán, aunque siguió dando respaldo militar a la isla.
Con información de Télam