La disputa que se reabrió en Nagorno Karabaj -territorio del Cáucaso que conecta Azerbaiyán y Armenia- se vive en las consecuencias de un ataque vivido la semana pasada con un masivo éxodo y más de 60 muertes, tras una explosión accidental en un centro de distribución de combustible. Según las autoridades armenias, más de 28 mil personas ya cruzaron la frontera desde que las Fuerzas Armadas azerbaiyanas lanzaron su ofensiva con el objetivo de recuperar el control total de la región, que desde Bakú califican como “separatista”. El enclave —de mayoría armenia, pero en territorio internacionalmente reconocido como parte de Azerbaiyán— contaba con 120.000 habitantes.
Los desplazamientos, que se pueden ver en las redes sociales en el corredor de Lachín -única ruta terrestre para salir del territorio en disputa- fueron contabilizadas por las autoridades armenias: 28.000 personas, el 23% de la población de Nagorno Karabaj, cruzaron ya la frontera desde el ataque de Azerbaiyán para retomar el enclave, que estuvo más de 30 años en manos de armenios.
Según informó el viceprimer ministro armenio, Tigran Jachatrian, ya son 19.000 las personas refugiadas que llegaron al país desde el domingo y en conferencia de prensa, agregó que 2.500 ya fueron reasentadas, pero se dirigieron al Estado en busca de ayuda. Otras 1.200 están en proceso de instalación y el resto tiene vivienda en territorio de la antigua república soviética, dijo.
Explosión en un centro de distribución
Al menos 68 personas murieron y casi 300 resultaron heridas en Nagorno Karabaj al explotar un depósito de combustible en una estación de servicio el lunes por la noche, ubicada a las afueras de Stepanakert, la capital de este territorio montañoso del sureste de Azerbaiyán. Según el último balance brindado por las autoridades armenias, al menos 68 personas murieron y hay 290 heridos y 105 desaparecidos, pese a que un balance anterior había informado de 20 muertos.
El Ministerio de Salud de Armenia dijo que un helicóptero llevó a algunas de las víctimas al país y que se esperaban más vuelos. En tanto, el asesor presidencial azerbaiyano Hikmet Hajiyev, en Twitter, que los hospitales del país estaban listos para tratar a las víctimas, aunque no explicó si lo estaban haciendo con alguna. Agregó, además, que Azerbaiyán envió a Nagorno Karabaj medicamentos y otros elementos para el tratamiento de quemaduras y ayuda humanitaria.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que recientemente ingresó ayuda humanitaria a la región, dijo que cientos de personas sufrieron quemaduras y necesitan atención médica especializada tras la explosión. La entidad humanitaria con sede en Ginebra, Suiza, dijo en un comunicado que estaba suministrando material médico y ayudando a la evacuación en ambulancia de las y los heridos.
La nafta escaseaba desde hacía meses en el enclave y la explosión multiplica la angustia de quienes quieren salir de allí. La frontera con Armenia está a solo 35 kilómetros de Stepanakert. La semana pasada, el primer ministro armenio anunció que su país, de 2,9 millones de habitantes, se preparaba a recibir 40.000 refugiados.
La ofensiva, la disputa en el territorio y los acuerdos
La ofensiva de Azerbaiyán duró apenas 24 horas y forzó a los armenios de Nagorno Karabaj a aceptar desarmar y disolver sus fuerzas militares y de seguridad y a iniciar conversaciones con el Gobierno azerbaiyano para la "reintegración" del territorio a Azerbaiyán. Aunque Azerbaiyán prometió respetar los derechos de la mayoría armenia de la región y restablecer el flujo de provisiones tras un bloqueo de diez meses, muchos residentes temen represalias y han decidido irse, luego de que Armenia denunciara planes de "limpieza étnica".
Fueron dos las guerras contra Azerbaiyán por Nagorno Karabaj desde 1988, pero esta vez las autoridades armenias no intervinieron a favor de las personas armenias del enclave, que estaban cada vez más acorralados desde que sufrieron otra dura derrota en la última guerra, en 2020. Aunque está poblada por ciudadanes provenientes de ese país, Nagorno Karabaj fue integrada a Azerbaiyán durante la época de la antigua Unión Soviética, cuando los dos países pertenecían al bloque liderado por Rusia.
Rusia, que medió para poner fin a la guerra de 2020 y desplegó en el Karabaj un contingente de tropas de mantenimiento de paz, dijo que estaba asistiendo en el proceso de evacuación. En la guerra de 2020, Azerbaiyán retomó partes del enclave junto con zonas circundantes que también habían caído bajo el dominio de los armenios en el conflicto anterior.
En Bruselas, en tanto, autoridades de la Unión Europea (UE) recibieron a representantes de Armenia y de Azerbaiyán -que envió al asesor Haiyev- y les pidieron "acciones concretas" y "soluciones decisivas" para poner fin al conflicto en Nagorno Karabaj: "Se necesitan acciones concretas y soluciones de compromiso decisivas en todas las vías del proceso de normalización", dijo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, en un comunicado tras la reunión, en la que participaron también emisarios de Alemania y Francia.
Armenia estuvo representada por el secretario de su Consejo de Seguridad, Armen Grigoryan. La UE condenó la ofensiva militar de Azerbaiyán en Nagorno Karabaj, y Michel reclamó a Hajiyev, que es muy cercano al presidente Ilham Aliyev, acceso humanitario y una "visión más detallada" de los planes azerbaiyanos para el futuro de los habitantes armenios de la zona.
Por su parte, el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, y el presidente Aliyev se reunirán el 5 de octubre en Granada, en el sur de España, en un encuentro que ya estaba previsto y que no ha sido anulado. En esta cita participarán el jefe del Gobierno de Alemania, el canciller Olaf Scholz, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y Michel.
Con información de Télam