(Por enviado especial)
Ermineskin, un internado símbolo de los abusos
El lugar en el que el Papa dio hoy su primer discurso sirvió de base a Ermineskin, uno de los 25 internados que funcionaron en el Estado de Alberta, de los 139 desplegados por todo el país por los gobiernos canadienses entre 1883 y 1996. Erminsekin funcionó entre 1895 y 1975 y según las cifras de la Comisión para la Verdad y la Reconciliación al menos 15 nativos jóvenes murieron en sus instalaciones. Luego, el viejo internado fue derribado y en el lugar se construyó la Escuela Secundaria Junior Senior de Ermineskin.
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Los mocasines que el Papa devolvió a los indígenas
Al finalizar su primer discurso, el Papa devolvió a los pueblos indígenas los mocasines que la delegación Métis le había entregado en el Vaticano cuando lo visitó en marzo. En la audiencia de hace cuatro meses le habían dado el calzado al pontífice "como gesto de la voluntad del pueblo Métis a perdonar si hay una disculpa significativa de la Iglesia", expresó a Télam la presidenta del Consejo Nacional, Cassidy Caron.
"En ese momento me entregaron en prenda dos pares de mocasines, signo del sufrimiento padecido por los niños indígenas, en particular de los que lamentablemente no volvieron más a casa de las escuelas residenciales; me pidieron que devolviera los mocasines cuando llegara a Canadá", dijo el Papa antes de devolverles el calzado.
"El recuerdo de esos niños provoca aflicción y exhorta a actuar para que todos los niños sean tratados con amor, honor y respeto, pero esos mocasines también nos hablan de un camino, de un recorrido que deseamos hacer juntos", los animó.
Los mocasines, que el Papa identificó como un símbolo del "caminar juntos" para el futuro, evidencia para los indígenas "que aunque el papa Francisco no lleva los zapatos rojos tradicionales de papa, camina con el legado de los que vinieron antes de él: lo bueno, lo grande y lo terrible".
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Plumas, canciones y un perdón traducido a las lenguas indígenas
El esperado primer discurso del Papa, en español como los otros ocho planeados en suelo canadiense, fue traducido a más de 10 lenguas indígenas para que los sobrevivientes de los internados y sus familiares pudieran escuchar de primera mano al pontífice. Muchas de ellas, de hecho, estuvieron prohibidas en los internados cristianos. Además, el locutor del evento saludó varias veces en usando el canto "Hiy hiy hiy" de la lengua Cree, una de las que no se podían hablar en las escuelas residenciales. El discurso del Papa, interrumpido tres veces por aplausos, se dio en medio de una hora y media de cantos y bailes que desplegaron los 2.000 representantes de pueblos de todo el país que se concentraron en el parque que visitó Francisco. Con trajes típicos, incluido un tocado de plumas que le acercaron al pontífice, jóvenes y ancianos bailaron en el círculo armado para la ceremonia. Luego del discurso, el Papa saludó de forma persona a un grupo de ancianos, que le agradecieron el pedido de perdón que esperaban.
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El Papa, en las "colinas del oso"
La localidad que hoy visitó el Papa para dar su primer discurso en suelo canadiense es también un símbolo de las políticas positivas hacia los pueblos indígenas a los que el pontífice pidió hoy "perdón" por el accionar de los cristianos en las escuelas residenciales.
Denominada durante años Hobbema, por el nombre de la primera estación ferroviaria construida en el territorio, recién en 2013 pasó a llamarse Maskwacis, que en la lengua cree significa "colinas del oso". Antes de la gran expansión neocolonialista hacia el Oeste, la zona que hoy visitó el Papa estaba llena de bosques de arándanos que atraían a los osos, lo que le dio el nombre con el que la denominaron sus pobladores originales. En el área, de poco menos de 8.000 habitantes, confluyen las reservas del grupo de tribus indias del oeste de Canadá, las Cuatro Naciones de Maskwacis: la Nación Ermineskin Cree; Tribu Louis Bull; La Primera Nación de Montana y la Nación Samson Cree.
Con información de Télam