Ucrania, Rusia y los países occidentales endurecen el tono a seis meses del inicio de la guerra

23 de agosto, 2022 | 16.37

La guerra entre Rusia y Ucrania cumplirá mañana medio año y amenaza con extenderse bastante más, de acuerdo al tono que mostraron tanto Kiev, que recibió hoy un importante respaldo internacional, como Moscú, que prometió "no tener piedad" con los responsables del crimen de la hija de un prominente asesor del Kremlin.

El presidente Ucrania, Volodimir Zelenski, y líderes mundiales de medio centenar de países manifestaron hoy su rechazo a la anexión rusa de Crimea y a cualquier nueva ocupación del territorio ucraniano en una cumbre virtual de apoyo a Kiev, en la que acordaron mantener la "presión" sobre Rusia.

"No es solo un territorio, no es solo una ficha en el juego de la geopolítica (...) Para Ucrania, Crimea es parte de nuestro pueblo, de nuestra sociedad", afirmó Zelenski en el marco de la Plataforma de Crimea, una iniciativa que congrega a los principales Estados que respaldan a Kiev, creada antes de la guerra iniciada el 24 de febrero.

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Según el mandatario ucraniano, la "degradación" de Rusia comenzó con la anexión rusa de Crimea en 2014 y, si bien agradeció el apoyo de "muchas personas de todo el mundo", lamentó que otras callaran, "pretendiendo no darse cuenta de lo que estaba ocurriendo".

"Y eso, en mi opinión, ha sido una de las principales razones para todo lo que está pasando ahora en Ucrania y en el mundo", indicó, sin señalar a nadie en concreto, consignó la agencia de noticias Europa Press.

"Condenamos a Rusia. Jamás reconoceremos ninguna tentativa de cambiar el estatuto de cualquier parte de Ucrania", declaró en su intervención el canciller alemán, Olaf Scholz, quien señaló que "no será reconocido ningún simulacro de referendo".

En tanto, el primer ministro británico, Boris Johnson, opinó que el presidente ruso, Vladimir Putin, "quiere hacer a toda Ucrania lo que hizo en Crimea", anexionada por Moscú hace ocho años tras un plebiscito no reconocido ni por Kiev ni por los occidentales.

Johnson, al igual que su par canadiense Justin Trudeau, prometió proseguir las ayudas a Kiev y la política de sanciones contra Moscú "hasta que Rusia ponga fin a la guerra y retire sus tropas", reportó la agencia de noticias AFP.

En la misma línea se expresó el presidente francés, Emmanuel Macron, quien llamó a no tener "ninguna debilidad, ningún espíritu de compromiso" ante Rusia y pidió a Moscú un "cese de las hostilidades" y elegir "la diplomacia para reconstruir la paz", además de la retirada de sus tropas "de todo el territorio ucraniano".

En una declaración conjunta, los líderes participantes de esta reunión virtual señalaron que la anexión rusa de Crimea fue "ilegal" y una violación de la integridad territorial ucraniana.

En consecuencia, exigieron poner fin a la ocupación "temporal" de la península y reclamaron al Kremlin cumplir sus obligaciones internacionales, a la vez que defendieron entretanto mantener la "presión" sobre Moscú.

La advertencia se produce la víspera de la celebración del Día de la Independencia de Ucrania, que este año coincide con los seis meses de la invasión rusa.

La misma dureza de tono mostró hoy el jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, quien aseguró que no habrá "ninguna piedad" para los responsables del asesinato de la hija de un ideólogo ultranacionalista ruso cercano al Kremlin, que murió el sábado al estallar su auto en las afueras de Moscú.

"Fue un crimen bárbaro para el que no puede haber perdón (...) No puede haber piedad para los organizadores, los patrocinadores y los ejecutores", dijo Lavrov en una conferencia de prensa un día después de que la poderosa agencia de seguridad FSB asegurara que el servicio secreto ucraniano está detrás del atentado.

Alexander Duguin, un defensor de la invasión de Ucrania que dice ser cercano al presidente ruso Vladimir Putin, podría haber sido el blanco intencional del ataque que mató a su hija Daria, de 29 años.

En Moscú, cientos de personas asistieron hoy a los funerales de su hija, en los que Duguin señaló con voz temblorosa: "Murió en el frente por la nación, por Rusia. El frente está aquí".

Esta tensión también continúa en terreno, principalmente alrededor de la situación en la central nuclear de Zaporiyia, ubicada en el sur del país y ocupada por fuerzas rusas desde marzo.

El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) anticipó hoy que un equipo de expertos podría visitar la planta "en los próximos días si las negociaciones son exitosas", luego de que Ucrania informara que nuevos bombardeos causaron daños adicionales.

“Estos incidentes muestran por qué el OIEA debe poder enviar una misión a Zaporiyia muy pronto. Sigo consultando muy activa e intensamente con todas las partes para que esta misión vital pueda llevarse a cabo sin más demora", manifestó el director general de la agencia nuclear de la ONU, el argentino Rafael Grossi, en un comunicado.

"La presencia del OIEA ayudará a estabilizar la situación de seguridad y protección nuclear en el sitio y reducirá el riesgo de un accidente nuclear grave en Europa”, agregó.

De acuerdo con Grossi, la reanudación de los bombardeos en zonas próximas a la planta, la más grande de Europa, pone de relieve una vez más los graves riesgos para la seguridad nuclear a los que se enfrenta la instalación.

Por otro lado, la ONU se mostró preocupada por la posibilidad de que Rusia juzgue a prisioneros de guerra ucranianos en la ciudad de Mariupol, capturados en mayo.

"El derecho internacional humanitario prohíbe la creación de tribunales destinados únicamente a juzgar a prisioneros de guerra", declaró una portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Ucrania acusó además a Moscú de organizar adopciones ilegales masivas de niños ucranianos, trasladados desde las zonas ocupadas por Rusia.

"Rusia continúa secuestrando niños en territorio ucraniano y preparando su adopción ilegal por parte de ciudadanos rusos", declaró en un comunicado el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Con información de Télam