El tiroteo del jueves pasado en una sede de los Testigos de Jehová en la ciudad alemana Hamburgo, que provocó siete muertos, reavivó el debate sobre las leyes de posesión de armas en el país, con divisiones incluso dentro de la coalición de Gobierno.
Ayer, la ministra del Interior, la socialdemócrata Nancy Faeser, anunció que quiere reexaminar una iniciativa para endurecer la posesión: "Es necesario considerar cómo se puede enfocar de nuevo el proyecto de ley a la luz de este nuevo terrible crimen en Hamburgo", declaró al canal público ARD.
Aunque el tema aún no figura en el orden del día de la comisión de Interior del Bundestag (Cámara Baja del Parlamento), el ataque reinstaló el debate de mayores controles y regulaciones, lo que ya generó rechazo entre asociaciones de cazadores y de tiro.
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En tanto, estas medidas recibieron apoyo y críticas por parte de los liberales, que cogobiernan en Alemania junto a los socialdemócratas y verdes.
"Los enfermos mentales no pueden poseer armas de fuego. Es bueno y correcto que la ley de armas lo regule hoy de forma inequívoca", declaró hoy el vicepresidente del grupo parlamentario del Partido Democrático Libre (FDP), Konstantin Kuhle, a la agencia de noticias DPA.
Sin embargo, el líder adjunto de la misma fuerza, Wolfgang Kubicki, señaló al canal de televisión Welt que "la reacción natural de querer prohibirlo todo primero está fuera de lugar. Es una reacción humanamente comprensible, pero no ayuda en caso de duda".
Seis personas y el propio autor del ataque murieron el jueves en Hamburgo, mientras que otras ocho resultaron heridas, cuatro de gravedad.
Entre los heridos también hay una mujer embarazada de siete meses que perdió al hijo que esperaba, que fue contabilizado por la policía alemana entre las víctimas mortales en su balance.
El responsable del atentado, identificado como Philipp F., de 35 años, disparó más de 100 veces con una pistola semiautomática, la que poseía legalmente desde el 12 de diciembre último, según informó la policía local.
Las motivaciones atrás del tiroteo siguen siendo un misterio, pero trascendió que era un exmiembro de los Testigos de Jehová, autor de un libro de tintes apocalípticos y que mostraba señales de paranoia.
El texto, autopublicado en Amazon, se titula "La verdad sobre Dios, Jesucristo y Satán" y, según define, su objetivo es guiar en 292 páginas a "toda persona con una función de dirección en los ámbitos de economía, ciencia, política y ocio".
En el libro, que Amazon retiró de su plataforma, pero que el semanario alemán Der Spiegel y otros medios locales pudieron leer, escribió que atravesó "un viaje personal al infierno que duró más de tres años" y que existe un "gobierno celeste superior" con 101 millones de seres espirituales.
El texto, que incluye prosa fundamentalista y expresiones hechas sobre gestión, trata la pandemia de coronavirus y la guerra de Ucrania como castigos divinos, consignó la agencia de noticias AFP.
Soltero, Philipp F. perdió su último trabajo como empleado en 2020, y desde entonces se presentaba como asesor financiero. Según los investigadores, estaba en conflicto con varias empresas, ya que había interpuesto varias demandas, especialmente contra una empresa bávara en la que había trabajado.
La policía había recibido una carta anónima en enero alertando de su posible peligrosidad, lo que motivó que unos agentes vayan a su domicilio, pero declararon que no constataron nada grave y se fueron. En aquel momento hablaron de una actitud "cooperativa".
Esa carta anónima mencionaba que podía sufrir una "enfermedad psiquiátrica".
Después del tiroteo, se determinó que este hombre sentía "rabia contra los Testigos de Jehová".
Varios testimonios, según la policía, dicen que fue excluido del grupo: el diario Bild asegura que esta medida se tomó tras la publicación del libro, pero otros afirman que se fue de forma voluntaria.
Con información de Télam